AI deja de considerar preso de conciencia a Alexéi Navalni
24 de febrero de 2021
La ONG informó que a pesar de la decisión adoptada siguen exigiendo la liberación inmediata del político.
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Amnistía Internacional (AI) anunció que ya no considera preso de conciencia al encarcelado líder opositor ruso Alexéi Navalni. Esto debido a unas polémicas declaraciones realizadas por él en el pasado. No obstante, la organización continúa exigiendo su liberación inmediata, informó la ONG.
Algunas de las afirmaciones del político ruso y activista anticorrupción, "de las que él no se ha retractado públicamente, rozan la apología del odio", comportamiento que contradice la definición de un "preso de conciencia", según comunicó Amnistía Internacional. Sin embargo, la persecución política que ha sufrido y su actual encarcelamiento hacen que la ONG siga luchando por su libertad.
"Alexéi Navalni no ha cometido ningún delito. Está encarcelado únicamente por sus investigaciones y campañas pacíficas contra la corrupción, su activismo político y sus críticas al gobierno de Putin", señala AI.
La Justicia rusa confirmó la semana pasada una condena de cárcel contra Navalni en virtud de la cual el bloguero anticorrupción tendrá que pasar dos años y medio en prisión. Por lo que AI había declarado a Navalni "preso de conciencia" tras su detención en Rusia el pasado 17 de enero tras el regreso de Alemania, donde se recuperaba de un envenenamiento.
En la década de 2000, Alexéi Navalni participó en varios desfiles de la Marcha Rusa, una reunión anual de grupúsculos de extrema derecha o monárquicos, utilizando regularmente un discurso nacionalista y racista para criticar a los inmigrantes procedentes de Asia central o de las repúblicas musulmanas del Cáucaso ruso. Convertido en el principal opositor al Kremlin, desde entonces ha suavizado su discurso, abandonando esta retórica que justificaba por su voluntad de hablar a todas las esferas de la oposición a Vladimir Putin.
La decisión de Amnistía Internacional ha provocado un torrente de críticas por parte de los aliados de Alexéi Navalni, que consideran que laONG ha cedido a una campaña organizada para difamarle.
mn (EFE, AFP)
Opositores entre la cárcel y el exilio
Alexei Navalni fue condenado a casi tres años de prisión. El crítico del Kremlin había regresado voluntariamente a Moscú. En muchos países, las figuras de la oposición son detenidas, a menos que huyan al extranjero.
Imagen: Press service of Moscow City Court/Reuters
En prisión: Alexei Navalni
El líder de la oposición rusa fue condenado el martes a dos años y ocho meses de prisión por un tribunal de Moscú, por no cumplir las condiciones de libertad condicional de una sentencia anterior. El juez dijo que Navalni era culpable de no informar regularmente a las autoridades rusas, mientras era tratado en Berlín tras un presunto ataque con veneno.
Imagen: Press service of Moscow City Court/Reuters
Retenida: Aung San Suu Kyi
A principios de febrero, los militares de Birmania dieron un golpe de estado y depusieron a la jefa de Gobierno de facto, Aung San Suu Kyi. Se desconoce dónde está retenida desde entonces. Al parecer, la cúpula militar quiere acusarla de violar las leyes de importación y exportación de Birmania, y se enfrenta a dos años de prisión. Desde 1989 pasó un total de 15 años bajo arresto domiciliario.
Imagen: Thet Aung/AFP/Getty Images
En exilio: Leopoldo López
El opositor venezolano fue sentenciado en 2015 a casi 14 años de prisión, acusado de incitar a la violencia contra el Gobierno de Nicolás Maduro. En 2017 recibió arresto domiciliario y en abril de 2019 participó en un fallido intento de levantamiento militar junto al opositor Juan Guaidó. López se refugió en la casa del embajador de España en Caracas. Desde el 25 de octubre de 2020 vive en Madrid.
Imagen: Oscar Gonzalez/NurPhoto/picture alliance
En el exilio: Tundu Lissu
En octubre de 2020, Tundu Lissu se presentó a las elecciones presidenciales de Tanzania contra el actual presidente, John Magufuli, y perdió estrepitosamente. Los observadores sospecharon de un fraude electoral. Tras ser interrogado por las autoridades locales en noviembre, Lissu se marchó a Bélgica. El político opositor ya había resultado gravemente herido en un atentado en 2017.
Imagen: Said Khamis/DW
En el exilio: Sam Rainsy
Quería volver a casa tras años de exilio: en noviembre de 2020, el político opositor Sam Rainsy intentó volar de regreso a Camboya desde Francia, pero ni siquiera se le permitió subir al avión en el aeropuerto Charles de Gaulle de París. En 2016, se había exiliado tras ser acusado de sedición por acusar al gobierno de asesinar a un activista.
Imagen: The Phnom Penh Post/ANN/picture alliance
En prisión: Maria Kolesnikova
Maria Kolesnikova, una de las principales figuras de la oposición en Bielorrusia, estaba tan decidida a quedarse en el país que rompió su pasaporte cuando las autoridades intentaron deportarla en septiembre de 2020. Desde entonces está detenida. Había gestionado la campaña de un opositor que quería presentarse contra el gobernante Lukashenko en las elecciones de agosto, pero fue detenido antes.
Imagen: picture-alliance/Sputnik/E. Odinkov
En el exilio: Svetlana Tikhanovskaya
La compañera política de Kolesnikova abandonó Bielorrusia en agosto de 2020, temiendo por su propia seguridad y la de sus hijos. Desde entonces, vive en Lituania. Anteriormente, Tikhanovskaya se había convertido en candidata presidencial de forma bastante involuntaria. En realidad, su marido quería presentarse contra Lukashenko. Cuando él fue detenido, ella se hizo cargo.
Imagen: Estonian Presidential Press Office/AP/dpa/picture alliance
Detenido varias veces: Guillermo Fariñas
El opositor cubano es uno de los disidentes más conocidos de su país tras haber participado en una veintena de huelgas de hambre en protesta contra el Gobierno castrista. Fariñas ha sido encarcealdo en varias ocasiones y ha estado, en total, más de 14 años en prisión, siendo la última vez en febrero de 2020 por 60 horas. El disidente recibió en 2010 el Premio Sajarov de Derechos Humanos.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Thys
Estuvo detenida: Yulia Timoshenko
La controvertida política ucraniana estuvo en prisión de 2011 a 2014. Se le acusó de no haber actuado en interés de su país en un acuerdo de gas con Moscú cuando era primera ministra. Sus partidarios consideraron que detrás de la condena había motivos políticos del entonces presidente, Víktor Yanukóvich. Más tarde fue criticada por unas declaraciones antirrusas.