Los Gobiernos de América Latina y el Caribe no solo fracasan en prevenir y erradicar la violencia de género, sino que propician una "violencia institucional" contra las mujeres, denunció Amnistía Internacional.
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Según un informe publicado este lunes (7.03.2015) por la sección americana de Amnistía Internacional (AI), la violencia contra la mujer no va a desaparecer en América Latina y el Caribe si no cambian las leyes y las políticas y prácticas públicas discriminatorias en el campo de la salud sexual y reproductiva.
En el estudio titulado "El Estado como catalizador de la violencia contra las mujeres" AI expone cómo la regulación de la sexualidad y la reproducción femeninas, sobre todo a través de la penalización del aborto, evidencia de la manera más clara "los estereotipos y sesgos por género" y sirve para imponer a las mujeres de la región las ideas dominantes sobre su papel en la sociedad.
"Esas normas -dice el informe- no solo violan varios derechos humanos, también generan violencia contra las mujeres y constituyen tortura u otros tratos crueles, inhumanos y degradantes". El informe tiene siete protagonistas, Rosaura de República Dominicana, Tania de Chile, Teodora de El Salvador, Mónica de Argentina, Michelle de México, Mainumby de Paraguay y Esperanza de Perú, y también trata el caso de Uruguay, donde el aborto está despenalizado, pero el ejercicio de ese derecho se ve limitado por la objeción de conciencia y algunas normas judiciales.
Tristes récords
La penalización del aborto, que en algunos países de la región sigue siendo un "delito" en todos los casos y en la mayoría está prohibido salvo en muy limitadas circunstancias, es un tema dominante en el informe. Pero también trata de las esterilizaciones a la fuerza, de la mala atención sanitaria y del limitado acceso a la justicia y a la reparación por atropellos que tienen la mayoría de las mujeres.
El informe destaca algunos tristes récords de América Latina y el Caribe en materia de salud sexual y reproductiva: más de la mitad de los embarazos no son planeados, un porcentaje que se mantiene invariable desde 1985, y según estimaciones es la región del mundo con un mayor porcentaje de abortos inseguros.
En el capítulo de recomendaciones destaca la necesidad de que ocuparse en las niñas y adolescentes que "son particularmente vulnerables debido a sus capacidades físicas y emocionales están aun en desarrollo". La recomendación obedece a la "grave preocupación" de AI por las "crecientes tasas de embarazo adolescente en la región, así como al patrón emergente y alarmante de obligar a las niñas, incluso las de menos de 14 años, a seguir adelante con su embarazo y dar a luz".
Región de embarazos no deseados
Al inicio del informe AI hace mención al riesgo que el brote de zika en la región plantea para las mujeres por la supuesta conexión entre ese virus y la microcefalia en recién nacidos y se refiere al hecho de que en algunos países las autoridades hayan pedido a las mujeres que no se queden embarazadas por un tiempo.
"No solo es absurdo, es insultante en una región en la que más de la mitad de los embarazos no son deseados o no fueron planeados, donde los índices de violencia sexual son extremadamente altos, la demanda de contraceptivos sobrepasa con creces la disponibilidad de esos productos y las pautas culturales siguen ensalzando el papel de las mujeres como madres".
RML (efe, AI)
Casa de la Mujer de Huamachuco
Liderada por Aída Moreno, la Casa de la Mujer, ubicada en una de las comunas más necesitadas de Santiago de Chile, es una obra que ha permitido a generaciones de mujeres luchar contra la pobreza.
Imagen: Casa de la Mujer Huamachuco
Aída Moreno: líder emprendedora
Con la Casa de la Mujer de Huamachuco, su fundadora y presidenta, Aída Moreno, abrió un espacio inédito para las mujeres en uno de los barrios más pobres de Santiago de Chile. La capacitación y la formación han sido el camino para luchar contra la pobreza, la discriminación y la violencia en el hogar.
Imagen: R. Scholz
Mujeres organizadas
En sus orígenes, Aída Moreno y otras mujeres pobladoras buscaban un espacio de encuentro para compartir sus preocupaciones, ante la cesantía de sus maridos en plena dictadura militar. La posibilidad de organizarse y aprender un oficio les dio oportunidades insospechadas de desarrollo.
Imagen: Casa de la Mujer Huamachuco
Una casa para crecer
En 26 años de historia, la Casa de la Mujer ha acogido a miles de mujeres y familias en la comuna de Renca, en Santiago, dándoles herramientas para salir de la pobreza. Partió al alero de la iglesia católica y, gracias a donaciones y autofinanciamiento, fue creciendo hasta convertirse en el gran centro comunitario que es hoy.
Imagen: Casa de la Mujer Huamachuco
Amigos desde Alemania
La visión y los proyectos de Aída Moreno han conquistado apoyos más allá de sus fronteras. Una larga amistad la une con un grupo de la iglesia evangélica cerca de Hannover, el que aportó financiamiento para la construcción de la Casa de la Mujer. En la foto, Ruth Scholz (al centro junto a Aída) de visita en Huamachuco.
Imagen: R. Scholz
Taller de artesanas
Uno de los primeros talleres de la casa y quizás el más emblemático fue el de arpilleras: cuadros de tela con aplicaciones cosidas. Estas coloridas creaciones les proporcionaron los primeros ingresos y fueron también una forma de expresión en tiempos de dictadura.
Imagen: R. Scholz
Arpilleras: arte y testimonio
El delicado trabajo manual de las artesanas de la Casa de la Mujer de Huamachuco es un registro de la vida cotidiana, el mundo del trabajo, la realidad familiar y también los conflictos sociales, como este trabajo que retrata las detenciones en dictadura. Por su valor estético y testimonial, las arpilleras han sido expuestas museos.
Imagen: R. Scholz
Oficios para las dueñas de casa
Antes de inscribirse en los cursos, la mayoría sólo se había ocupado de las labores del hogar. Aquí encuentran variadas opciones, como computación o repostería, que les permiten descubrir sus capacidades, reforzar su autoestima y aprender un oficio con el que aportar económicamente en la familia.
Imagen: Casa de la Mujer Huamachuco
Guardería: aliada de la madre trabajadora
Uno de los proyectos estrella de la Casa de la Mujer es la guardería infantil, indispensable para que las madres puedan ir a trabajar, a veces a lugares muy distantes de su casa. A diferencia de los jardines infantiles comunes, funciona en un horario más amplio, desde temprano en la mañana y con un turno en la tarde para los escolares.
Imagen: Casa de la Mujer Huamachuco
De la capacitación al emprendimiento
Tras la capacitación, la Casa apoya a las mujeres con talleres y convenios para emprendimientos. Uno de los sueños de Aída Moreno es crear una empresa de repostería de las alumnas graduadas en esta área, cuyas preparaciones de dulces, pasteles y tortas están altamente calificadas.
Imagen: Casa de la Mujer Huamachuco
Casa premiada
Uno de los tantos premios recibidos por la Casa de la Mujer de Huamachuco es el Sello Bicentenario 2007, que le entregó la presidenta Michelle Bachelet por su aporte a la construcción del país.