AI pide investigar el asesinato de 640 hombres en Nigeria
14 de marzo de 2016
La organización Amnistía Internacional exigió hoy una "investigación efectiva" a las autoridades de Nigeria al cumplirse dos años de la matanza de al menos 640 detenidos a manos del Ejército en el norte del país.
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"Los detenidos fueron asesinados por soldados del Ejército nigeriano sin que las autoridades hayan realizado una investigación efectiva, imparcial e independiente sobre sus muertes", denunció este lunes (14.3.2016) la organización en un comunicado.
Las víctimas, hombres y menores arrestados de forma arbitraria en operaciones militares, fueron asesinados después de huir de los cuarteles militares en Maiduguri, la capital del volátil estado de Borno, asediado con frecuencia por el grupo yihadista Boko Haram.
Los detenidos escaparon el 14 de marzo de 2014 en Giwa, en el estado de Kaduna, tras un ataque de los extremistas islámicos. La mayoría fueron tiroteados por los soldados, mientras que a otros les cortaron la garganta, como demuestran vídeos hechos públicos por AI.
Amnistía Internacional convocó a protestas
Hoy, con motivo del segundo aniversario de la masacre, AI ha convocado protestas frente a las embajadas nigerianas en todo el mundo para reclamar una investigación independiente y justicia por estas muertes.
"La falta de una investigación independiente significa que nadie va a responder por estos crímenes, lo que refuerza una cultura perversa de impunidad entre el Ejército", lamentó el director de AI para África, Netsanet Belay.
El pasado junio, AI publicó un informe que aportaba pruebas sobre crímenes de guerra y posibles crímenes contra la humanidad cometidos por militares nigerianos. Al menos 1.200 hombres y menores han sido ejecutados por el Ejército de Nigeria de forma extrajudicial entre 2012 y 2014, según el informe.
Otros 7.000 murieron en centros de detención militar como consecuencia de la falta de comida, agua, por enfermedades o torturas, empleadas de forma sistemática por las fuerzas de seguridad de este país africano.
Más de 20.000 detenciones ilegales desde 2011
Los soldados han detenido de forma arbitraria a más de 20.000 sospechosos desde 2011, añadió la organización. AI lamentó que, a pesar de sus promesas, el nuevo presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, no haya dado pasos para investigar estos graves crímenes nueve meses después de acceder al cargo.
"Dos años después de los asesinatos de Giwa, el patrón del uso injustificado de la fuerza por parte de los militares ha continuado sin que nadie haya sido responsabilizado", agregó Belay.
Nigeria vive bajo la amenaza constante de Boko Haram, que lucha por imponer un estado islámico en el norte del país, lo que ha dado pie a una violenta represión por parte del Ejército federal, que ha cometido a su vez numerosas violaciones contra los derechos humanos.
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.