Las acciones de Air France-KLM cerraron la jornada con una caída del 11,74% en la Bolsa de París, tras la acogida negativa en el mercado a la irrupción de Países Bajos en el capital del grupo franco-holandés con la adquisición del 12,68% del capital de la compañía aérea, posicionándose como segundo mayor accionista.

El entrada por sorpresa del Estado holandés en su accioniariado, por detrás de Francia, que controla el 14% del capital, ha provocado su mayor caída en el mercado desde el año 2012, cuador Air France se fusionó con KLM.

Desde el Gobierno de Emmanuel Macron se ha calificado de "incomprensible" e "inesperada" la operación y reclaman "aclaraciones" al Gobierno de Países Bajos en el pulso por la toma de control de la compañía.

La compañía estaba preparando sus compromisos con el Estado holandés, para fortalecer el desarrollo de su 'hub' en el aeropuerto Schiphol como un centro europeo y apoyar el desarrollo de KLM. El Ministerio de Finanzas de Países Bajos ha justificado su decisión debido a que el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol y su principal usuario, KLM, son de "gran importancia para la economía holandesa", ya que "miles de empleos" están involucrados ya sea de forma directa o indirecta.

De hecho, el objetivo de Países Bajos es elevar su participación en la línea franco-holandesa hasta el 14,29%, igualando de esta forma el peso accionarial que ostenta actualmente Francia. Por detrás se situarían las compañías China Eastern Airlines y Delta Air Lines, que tienen sendas participaciones del 8,76%.

El consejo de administración del grupo franco-holandés ha asegurado que la adquisición por parte del Estado holandés, realizada sin ninguna consulta, en un momento en el que en el seno de la compañía se aprobó por unanimidad el diálogo entre los socios, en una nueva etapa de "diálogo y apertura", bajo el nuevo liderazgo del canadiense Benjamin Smith, el primer ejecutivo del grupo que no es francés, no cambiará su rumbo.

El consejo de administración de Air France-KLM asegura que estará "muy atento" a las consecuencias que esta adquisición supone para el grupo, para los empleados y para la percepción del mercado. De momento, asegura que este movimiento "no afectará a la nueva dinámica del grupo y de sus compañías".

rml (efe, dpa, europa press)