Los mares en que hoy se suele navegar serán virtuales, pero los piratas siguen existiendo y son muy reales. Tan reales que la industria de la música corre peligro de zozobrar si pierde la batalla contra los modernos corsarios, que en lugar de un garfio se valen de un ratón para saquear la red. Su botín musical provoca pérdidas millonarias anualmente en este sector, que ahora se reúne en Cannes.

Estrategias de supervivencia

Los empresarios tan vilmente desvalijados llevan ya su par de años rompiéndose la cabeza para ver qué tipos de arsenales pueden emplear en su legítima defensa. Y ahora que se encuentran en puerto seguro, en la mayor feria internacional de música (Midem), analizan estrategias para mantenerse a flote. Sólo la oferta legal de música en la red podrá salvarlos, en opinión de la gerente ejecutiva de la Asociación de la Industria Discográfica estadounidense (RIAA), Hilary Rosen. Por eso, hizo un llamado a sus compañeros de infortunio a ponerse de acuerdo y otorgar rápidamente licencias para comercializar canciones y discos, como Dios manda, en internet.

Un ejecutivo de la asociación francesa de sellos independientes (Impala) hizo un diagnóstico tanto o más inquietante. A su juicio, si la piratería sigue haciendo de las suyas, "dentro de 5 años ya no existirá el negocio de la música". Suena demasiado fatalista, teniendo en cuenta que la música en DVD está dando nuevos impulsos al mercado. Pero las cifras de todos modos causan preocupación. En Alemania, por ejemplo, la venta de grabaciones bajó en un 10,2% en el primer semestre del 2002. Los culpables: la crisis económica general y, obviamente, los piratas.

Con la venia de Robbie

Pero, a todas luces, cuesta aunar criterios sobre la forma de ganar dinero con la música en la red. Y, para colmo, hubo motín a bordo de la feria de Cannes. Robert Peter Maximilian Williams, conocido con por su "alias" de Robbie, fue el villano de la jornada, dado que llamó virtualmente al sabotaje. En su opinión, bajar música de internet "es una cosa estupenda" y "no hay nadie que pueda hacer algo en contra".

Robbie, a todas luces, no teme verse afectado por la ciber-piratería. "Hasta el momento se han vendido 5 millones de copias de mi album ‘Escapology’, ahora con gusto pueden bajarlo gratis", dijo el cantante. Con un guiño risueño, agregó lo que todos deben haber pensado: "estoy seguro de que mi sello, EMI, me odiará por lo que dije – y también mi representante y mi contador". Menos mal que en la piratería moderna ya no se estila hacer caminar a nadie por el tablón.