Al-Assad niega uso de armas químicas y descarta renunciar
18 de mayo de 2013 El presidente de Siria, Bashar al-Assad, recibió en la biblioteca del Palacio Presidencial de Damasco a periodistas del diario argentino Clarín y de la agencia de noticias del mismo país Télam. Ante ellos, habló de los temas que atañen a la contingencia noticiosa, mientras de fondo sonaban los obuses de la artillería que combaten a los rebeldes.
En la conversación, Al-Assad defendió la dura ofensiva militar de sus tropas y negó la veracidad del número de muertos (cerca de 80.000) que informan las Nacional Unidas. También, para aclarar las cosas, descartó renunciar, como solicitó el secretario de Estado de Barack Obama, John Kerry. “Renunciar sería huir”, declaró el mandatario sirio.
Al-Assad dijo desconocer si “Kerry u otro han recibido un poder del pueblo sirio para hablar en su nombre sobre quién debe irse y quién debe permanecer. Esto lo determinará el pueblo sirio en las elecciones presidenciales de 2014”. Además, aseguró que “el pueblo sirio no confía en Occidente” a la hora de recibir observadores internacionales.
Mención a América Latina
Sobre el uso de armas químicas, Al-Assad recordó que éstas “son de destrucción masiva. Dicen que las usamos contra zonas residenciales. Si digo que una bomba nuclear fue arrojada sobre un suburbio y el saldo de victimas es diez o veinte personas, ¿acaso me creerían? El uso de armas químicas en zonas residenciales significa matar miles o decenas de miles de personas en cuestión de minutos. ¿Quién podría ocultar semejante cosa?”.
El presidente sirio, que recibió el poder por sucesión familiar, aseguró que no sería extraño que las acusaciones sobre el uso de armas químicas se usen “como preludio de una guerra contra nuestro país”. Por lo mismo, no descarta “una guerra de Occidente contra Siria”, pues “Occidente miente y falsifica pruebas para desatar guerras, esa es su costumbre”.
Si bien se manifestó dispuesto a acudir a una conferencia internacional que organizarían Estados Unidos y Rusia para resolver el conflicto, dijo que lo haría en la medida que no hubiera representantes de la oposición. “Nosotros siempre optamos por dialogar con cualquier parte que lo quiera hacer, pero esto no incluye a los terroristas, ningún Estado dialoga con terroristas”, aclaró.
Además, dejó en claro que no aceptará presiones por parte de los insurgentes, y afirmó que a “Occidente le importa tener gobiernos leales como los que existían en América Latina, que explotaban a los pueblos para entregar sus bienes. Y si son extremistas, los usan ahora y los combaten después. Aunque Afganistán lo refutó: apoyaron a los talibanes y con el 11-S pagaron un precio altísimo”.
DZC (dpa, Clarín)