El enviado especial de la ONU para Siria, Lakhdar Brahimi, se reunió el lunes (24.12.2012) en Damasco con el presidente sirio, Bashar al-Assad, para tratar de nuevo de lograr una solución a la guerra civil que sacude el país. Debido a los fuertes combates entre el Ejército y los rebeldes en torno al aeropuerto, el diplomático argelino viajó por tierra desde Beirut a Damasco.

En un breve comunicado, la presidencia siria afirmó que "Las conversaciones (con Brahimi) fueron constructivas y el presidente Al-Assad subrayó el interés del gobierno en trabajar por el éxito de cualquier esfuerzo que beneficie a los intereses del pueblo sirio y preserve la soberanía e independencia de la nación".

Brahimi aprovechó la ocasión para explicarle al mandatario sirio los resultados de sus últimas gestiones para intentar poner término a un conflicto que comenzó en marzo de 2011 y que derivó en una guerra civil que ya suma, según estimaciones de distintos organismos internacionales, más de 42 mil muertos. Tras el encuentro, Brahimi dijo escuetamente a la prensa que, a su juicio, la situación en Siria es “preocupante” y afirmó que con Al-Assad intercambió puntos de vista “y los pasos que se deben dar para acabar con la crisis”.

Es la tercera visita del enviado de la ONU y la Liga Árabe a Siria desde que asumió el cargo en agosto, reemplazando a Kofi Annan. De fuentes diplomáticas occidentales en Beirut trascendió que éste podría ser su último viaje, en caso de que no se logre ningún avance. Otras fuentes citadas por las agencias de noticias aseguraron que Brahimi presentó a Al-Assad una propuesta planteada por Estados Unidos y Rusia, propuesta que busca formar un gobierno de transición en Siria. La idea sería que Al-Assad nombrara a ministros de la oposición.

La reunión ocurre en medio de fuertes enfrentamientos armados entre los rebeldes y el Ejército leal al gobierno. Una panadería de la ciudad de Halfaya fue alcanzada durante un bombardeo sobre la ciudad. Organismos de derechos humanos hablan de sesenta muertos en el lugar, en lo que se convertiría en uno de los ataques más mortíferos realizados por la Fuerza Aérea Siria contra bastiones tomados por los rebeldes.

Mientras tanto, Rusia lanzó duras acusaciones contra los rebeldes. Con ataques terroristas y secuestros están violando el derecho internacional, dijo el ministro del Exterior, Serguei Lavrov, en una entrevista con el canal estatal en inglés Russia Today emitida el lunes (24.12.2012). Respecto a los temores de que Al Assad haga uso de gas tóxico contra los insurgentes, Lavrov dijo: “No creo que Siria use armas químicas. Eso sería un suicidio político del gobierno”.

Autor: dpa, agencias
Editor: Diego Zúñiga