Al menos 17 soldados muertos en una emboscada en Níger
15 de mayo de 2019
"El saldo provisional es de 17 muertos y 11 desaparecidos", afirma un portavoz oficial que describió el suceso, producido ayer, como un "ataque terrorista".
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Una emboscada contra fuerzas de Níger se saldó ayer con al menos 17 soldados muertos y 11 desaparecidos, según informó hoy miércoles (15.05.2019) el portavoz gubernamental Abdourahamane Zakaria. El suceso ocurrió en las inmediaciones de la localidad de Tongo Tongo, junto a la frontera con Malí, una zona con presencia de milicias afines a Estado Islámico.
Otra fuente de seguridad señaló poco antes: "una patrulla del ejército cayó el martes por la tarde en una emboscada tendida por hombres armados y hay varios heridos evacuados a Niamey", la capital. "Varios soldados no responden", añadió una segunda fuente de seguridad, subrayando que uno de los vehículos "saltó sobre un dispositivo explosivo".
Según el medio digital nigerino Actuniger, una patrulla integrada por "52" soldados nigerinos "cayó en una emboscada de individuos fuertemente armados el martes alrededor de las 15h (14h GMT) en Baley Beri, cerca de Tongo Tongo" y "los combates de una rara violencia (...) duraron más de dos horas".
En esa misma población fueron asaltados en octubre de 2017 cuatro miembros de las fuerzas especiales estadounidenses y otros tantos soldadnos nigerinos en otra emboscada similar. El Pentágono explicó recientemente que el propósito original de aquella operación era capturar a un líder del grupo jihadista "Estado Islámico en el Gran Sahara" (EIGS), Doundoun Cheffou, sospechoso de estar involucrado en el secuestro de un estadounidense. Níger cuenta con bases militares francesas y estadounidense, y una base logística alemana.
lgc (reuters/afp/efe)
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Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.