Al menos 22 soldados mueren en ataque yihadista en Níger
7 de octubre de 2016
Este ataque se produce tras otro perpetrado hace un mes contra el campo de refugiados Tabarabarey, en el oeste de Níger, por supuestos yihadistas que dispararon desde el territorio maliense.
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Al menos 22 soldados murieron en lo que pareció ser un atentado terrorista contra un campamento de refugiados de Tahoua en la región de Tesalit, en el noroeste de Níger, informó hoy (07.10.2016) Radio France Internationale (RFI).
El ataque fue perpetrado el jueves contra el campo, situado también a más de 100 kilómetros de la frontera con Mali, por un grupo de hombres armados no identificados, que causaron también heridas a varios soldados, por lo que el balance de muertos puede aumentar. Además, los atacantes sustrajeron dos vehículos y una "importante" cantidad de armas.
Campamento de refugiados "abierto"
Se trata de un campamento de refugiados "abierto" en una zona desértica en la que los habitantes, de nacionalidad maliense, se dedicaban al pastoreo y varios de ellos tenían ganado, y que está protegido por un cuartel donde se encuentran soldados, gendarmes y miembros de la Guardia Nacional.
En un primer momento, los atacantes sorprendieron con disparos a distancia a los soldados en el momento del almuerzo, y a continuación se acercaron al campamento para rematar a los heridos con un balazo en la cabeza. Los investigadores sospechan de la implicación de grupos yihadistas procedentes del norte de Mali, posiblemente seguidores de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).
El mes pasado, tres civiles murieron cuando atacantes no identificados atacaron otro campamento de refugiados cerca de la frontera con Mali, según RFI. El Ejército de Níger combate a milicianos de Boko Haram procedentes de Nigeria e intenta evitar que la violencia de los yihadistas se expanda en Mali.
FEW (dpa, EFE)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.