Se produjeron tres explosiones en la capital iraquí, que dejaron además una cincuentena de heridos. El Estado Islámico se atribuyó dos de los ataques.
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Tres fuertes explosiones sacudieron este martes (27.09.2016) a la capital de Irak, Bagdad, dejando como saldo al menos 26 muertos y medio centenar de heridos, según fuentes médicas y policiales citadas por diversas agencias de prensa. El primer ataque fue obra de un atacante suicida, que detonó los explosivos que llevaba adheridos a su cuerpo en una calle comercial de Al Jadida, en el este de la ciudad. Allí murieron 13 personas.
Esta acción se la atribuyó la milicia terrorista Estado Islámico por medio de un comunicado colgado en internet. EI asegura que "el hermano mártir Abu Ayub al Iraqui logró irrumpir y detonar su chaqueta explosiva en medio de un grupo de apóstatas en la zona de Nuevo Bagdad”. Según los radicales, 50 personas murieron en la acción, aunque el grupo suele exagerar la cifra de víctimas provocadas por sus atentados.
Un segundo ataque afectó a una calle comercial en Bayaa, en el oeste de Bagdad, y dejó 11 muertos y 30 heridos. Según los primeros reportes, un suicida se hizo estallar en medio de la multitud, que a esa hora realizaba compras cerca de una concesionaria de automóviles. La detonación causó daños materiales en vehículos y edificios de los alrededores. EI también se atribuyó este atentado.
Cambio de objetivos
A través de la aplicación Telegram, Estado Islámico aseguró que en esta segunda acción, dirigida contra grupos chiitas, 40 personas perecieron. Poco más tarde, una tercera explosión se produjo a un costado de un camino, cerca de un grupo de pastores y mercaderes en al-Radhwaniya, también en el oeste de Bagdad, provocando la muerte de dos personas, según diversas fuentes.
El grupo musulmán sunita de línea dura ha intensificado sus ataques con bomba en áreas bajo control del Gobierno o barrios de mayoría chiita este año, como respuesta a los ataques del Ejército y de países aliados que le han hecho perder fuerza y territorio. Los analistas estiman que el cambio de giro de sus blancos, desde las fuerzas de seguridad hacia los civiles, demuestra que el grupo efectivamente ha sido debilitado.
DZC (EFE, dpa, Reuters)
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.