Según el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Najib Danish, el recuento de bajas podría aumentar. Ningún grupo se ha atribuido por el momento la autoría del ataque.
Imagen: Reuters/M. Ismail
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Al menos dos personas murieron, entre ellas el propio atacante, y otra seis resultaron heridas este sábado (24.02.2018) en un ataque suicida a la entrada de la zona de alta seguridad de Kabul, en la que se encuentran embajadas y sedes de organizaciones internacionales, como el cuartel general de la OTAN y la embajada estadounidense. Ningún grupo se ha atribuido por el momento la autoría del ataque.
Un insurgente suicida que se movía a pie hizo detonar los explosivos que portaba en su chaleco sobre las 08.20, hora local (03.50 GMT) en el distrito policial número nueve de la capital afgana, indicó el portavoz del Ministerio de Interior, Najib Danish. La explosión causó la muerte de una persona, además del atacante, y heridas a otras seis, detalló la fuente, quien precisó que entre las víctimas hay varios miembros de las fuerzas de seguridad. Según Danish, el recuento de bajas podría aumentar.
Ataques recientes
Kabul ha sufrido varios ataques de gran envergadura en lo que va de año, el último de ellos a finales del mes pasado, cuando once soldados murieron en un ataque reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico contra una unidad militar.
Días antes, un atentado en Kabul con una ambulancia cargada de explosivos había causado 103 muertos y más de 200 heridos, una semana después de otro ataque contra civiles en el Hotel Intercontinental de la capital afgana en el que perdieron la vida más de una veintena de personas, 14 de ellos extranjeros.
Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas tras el final de la misión de la OTAN en 2015, que continúa en el país en tareas de adiestramiento y capacitación de las fuerzas afganas.
LGC (EFE/AP)
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Deportaciones de Alemania a Afganistán
En diciembre de 2016 tuvo lugar la primera deportación colectiva de 34 afganos a los que les había sido denegado el asilo en tierras germanas. Alemania suspendió los vuelos en mayo de 2017, pero resolvió reanudarlos.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Balk
Vuelos polémicos
El 12 de septiembre de 2017, un avión despegó del aeropuerto de Düsseldorf con rumbo a Afganistán, llevando a bordo a 15 personas cuyas solicitudes de asilo habían sido rechazadas. Fue la primera deportación colectiva a ese país desde la explosión de un coche-bomba cerca de la embajada alemana en Kabul, en mayo. Los Verdes y La Izquierda calificaron la reanudación de las deportaciones de "cínica".
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Roessler
Luchando por una oportunidad
En marzo de 2017, estudiantes de secundaria de Cottbus provocaron titulares con una campaña para salvar a tres compañeros afganos de la deportación. Hicieron manifestaciones, recolectaron firmas y dinero para contratar a un abogado que apelara contra la denegación del asilo. Sabían que sus amigos, entre ellos Wali (foto), no podían ser deportados mientras hubiera un proceso en curso.
Imagen: DW/S.Petersmann
"Kabul no es seguro"
"Viaje hacia el peligro mortal", dice este cartel que levanta un manifestante en el aeropuerto de Múnich, en febrero. En los aeropuertos alemanes suele haber protestas cuando se llevan a cabo deportaciones. Los manifestantes consideran que Afganistán es demasido peligroso como para que los refugiados regresen allí.
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De Wuerzburgo a Kabul
Badam Haidari pasó siete años en Alemania antes de ser deportado a Afganistán, en enero de 2017. Previamente había trabajado para USAID en Afganistán y huyó de los talibanes, a los que sigue temiendo. Todavía alberga la esperanza de poder regresar a Alemania.
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Minorías perseguidas
En enero de este mismo año, el afgano hindú Samir Narang fue deportado desde Hamburgo, donde había vivido cuatro años con su familia. El joven señaló en una entrevista radial que Afganistán "no es seguro". Afirmó que los miembros de minorías que regresan son blanco de presecución religiosa en ese país musulmán. La deportación de Samir "pone en peligro su vida", según change.org.
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Ayuda a los retornados
Los solicitantes de asilo rechazados en Alemania y deportados a Kabul pueden dirigirse a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en busca de asistencia. También una organización de especialistas en materia psicosocial asesora a los retornados.