Cerca de las 11:30, durante la conferencia de redacción, dos hombres armados irrumpen en las oficinas de la revista francesa “Charlie Hebdo”. Al entrar al edificio, abaten a tiros a la primera víctima, el portero. Luego matan a nueve periodistas, entre ellos, el redactor jefe, Stéphane “Charb” Charbonnier, a su guardaespaldas, así como a un invitado.

El atentado a la redacción de “Charlie Hebdo” dura unos pocos minutos. Al huir, los terroristas se topan con un policía, Ahmed Merabet. Bajan de su automóvil y lo fusilan a tiros. La escena es grabada por un testigo y el video circula por los medios de todo el mundo. Se pierde la huella de los terroristas, y Francia eleva la alarma terrorista al mayor nivel.

Poco después de darse a conocer el atentado, la gente expresa su dolor por las víctimas en las redes sociales. El hasthtag #JeSuisCharlie se propaga rápidamente y es uno de los tuits más usados en la historia de Twitter. Esa tarde se reúnen cientos de personas en el centro de París para rendir homenaje a los periodistas asesinados. Mientras, los terroristas siguen en libertad.

En Berlín, Nueva York, Sydney y en todo el mundo, cientos de personas salen a la calle portando carteles que rezan “Je suis Charlie”. Muchos sostienen lápices en la mano como símbolo de la libertad de expresión y de prensa. Al mismo tiempo, se dan a conocer las identidades de los presuntos terroristas y se publican sus fotografías: se trata de los hermanos Chérif y Said Kouchai.

En la mañana del 8 de enero, un hombre armado mata a tiros a una mujer policía en el sur de París. Otro agente del orden resulta herido. El autor del atentado logra huir. Aún no se sabe si está relacionado con los terroristas de “Charlie Hebdo”.

El 9 de enero surge un nuevo indicio de los terroristas, que parecen haber robado el automóvil de una mujer. Cuando la policía los localiza, se produce un tiroteo, y los hermanos se refugian en el edificio de una imprenta, en el norte de París, cerca del aeropuerto Charles de Gaulle.

De pronto, en el este de París se produce un tiroteo. “Ya saben quién soy”, gritaba el hombre que irrumpió a tiros en un supermercado judío. Comienza la toma de rehenes. El autor es Amedy Coulibaly, quien había asesinado a la mujer policía el día anterior.

Casi al mismo tiempo, la policía ingresa al supermercado en París. Durante el enfrentamiento muere uno de los rehenes. Su novia, Hayat Boumeddiene, de 26 años, lo habría ayudado en la toma de rehenes y en el asesinato a la mujer policía, el día anterior. Boumeddiene habría huido a través de la frontera turca hacia Siria.

Los hermanos Kouachi toman rehenes en una imprenta, en el norte de París, pero luego los dejan en libertad. Uno de los empleados se oculta en el sótano e informa a la Policía sobre lo que sucede allí. A las 17:00 horas, los terroristas disparan desde el edificio, y son abatidos por las fuerzas del orden.

En la noche del jueves, y también en los días siguientes, decenas de miles de personas acuden a las calles de París para rendir homenaje a las víctimas y en defensa de la libertad de prensa. El presidente francés, François Hollande, habla de una “tragedia para la nación”. La canciller alemana, Angela Merkel, así como otros líderes políticos, anuncia una gran marcha por la tolerancia.