Este 28 de octubre hay elecciones en Hesse. Tras los buenos resultados en Baviera, los verdes marchan bien en las encuestas. Tarek Al-Wazir podría convertirse en primer ministro de este estado federado.
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DW: Tras los comicios del 28 de octubre su partido podría transformarse en la segunda fuerza en el estado de Hesse. ¿Puede darse un gobierno verde-rojo-rojo en el que usted asuma como primer ministro?
Tarek Al-Wazir: Estamos realizando una campaña electoral que se centra mucho en la autosuficiencia, en nuestra propia fuerza, en el contenido. Y es exactamente por eso que estamos consiguiendo gran popularidad. Somos un partido que trabaja en el contenido de sus propuestas. Quiero fortalecer la protección del clima. Quiero promover el cambio energético, agrícola y de transporte. Quiero que la sociedad se mantenga unida. Sobre todo, quiero mostrar una postura en defensa de nuestra sociedad libre, abierta y diversa. Y las especulaciones sobre posibles coaliciones es justo lo contrario de lo que la gente considera oportuno.
Por eso yo no haré especulaciones, pero la gente tiene que decidir a quién quieren apoyar. Nuestra línea es la misma de siempre: recién con los resultados sobre la mesa evaluamos aritméticamente qué es posible y luego qué es políticamente posible. Y no dejaré que las encuestas, que a veces son tan diferentes de una semana a otra, me vuelvan loco.
Es decir, ¿no siente que tras los buenos resultados en Baviera su partido se encuentra en un momento positivo en todo el país?
¡Sí, hay una tendencia positiva! Tiene mucho que ver con que la gente esté preocupada por preguntas como "¿qué está pasando en nuestra sociedad?" o "si alguien está claro en sus actitudes ¿se opone claramente a los populistas de derecha?" Al mismo tiempo cada vez más personas se preguntan "¿qué está pasando con nuestro clima?" Por supuesto, no todas las olas de calor remiten al cambio climático, así como un período frío no es la edad de hielo. Pero hay mucha gente que piensa en esto y desea saber qué puedes hacer al respecto.
Y, por supuesto, la gran coalición en Berlín no transmite una buena imagen. Falla especialmente en lo que se refiere a la respuesta al populismo de derecha. La presencia del AfD en el Bundestag en realidad tendría que ser un llamado de atención para muchos en el gobierno de la CDU/CSU y SPD, ya que uno no siempre debe girar sobre sí mismo, sino que se debe ocupar de buscar soluciones concretas para los problemas. Eso es exactamente lo que no han estado haciendo en los últimos seis meses y también es una explicación de por qué los Verdes somos tan fuertes.
Si negros (CDU/CSU) y verdes se unen tras la elección, ¿sería también una señal contra la gran coalición de Berlín?
Creo que mucha gente dice: "no queremos más una gran coalición". Y, por supuesto, está claro que al final esto también condiciona el modo en el que la gente vota. Decimos que cada voto para los Verdes es ciertamente un voto en contra de una gran coalición. Y esa es una de las explicaciones de por qué nos va tan bien en las encuestas.
Nos queda un poco más de una semana para votar. La mayoría de las personas realmente solo toman una decisión definitiva en los últimos días. Es por eso que continuaremos nuestro curso bajo el lema "razón en lugar de populismo" y aplicaremos una política orientada a la causa. Eso es exactamente en lo que nos estamos enfocando hasta el día de las elecciones y en los próximos cinco años.
dg/rrr.
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¿Quién quiere ser canciller?
En el Bundestag, un cambio en la jefatura de la fracción parlamentaria conservadora abre la posibilidad de llamar a una cuestión de confianza en torno al Ejecutivo de Merkel. Ya se especula sobre sus posibles sucesores.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Kirchner
La favorita de Merkel: Annegret Kramp-Karrenbauer
Si Merkel pudiera ungir a una heredera, ella sería Annegret Kramp-Karrenbauer. La secretaria general de la CDU tiene altos niveles de popularidad y llegó a ser la máxima autoridad del Estado federado de Sarre. Como Merkel, AKK clama por una solución europea al desafío de los flujos migratorios y ve en el aislacionismo nacionalista un riesgo para el bloque comunitario.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schreiber
El candidato para la transición: Wolfgang Schäuble
El presidente del Parlamento alemán goza de autoridad más allá de las fronteras partidistas. Aunque ha criticado la política de asilo de Merkel, se puso de su lado cuando ésta se enfrascó en un debate sobre el tema migratorio con la Unión Social Cristiana de Baviera. Fue uno de los negociadores de los tratados europeos y destacó por la dureza de sus máximas para resolver la crisis fiscal griega.
Imagen: Reuters/H. Hanschke
La malquerida: Ursula von der Leyen
Por mucho tiempo, Ursula von der Leyen fue percibida como la política alemana con mayores probabilidades de ser elegida canciller. Pero la ministra de Defensa goza de poca estima y apoyo en su propio partido. Ella está a favor de que la Unión Europea tenga sus propias Fuerzas Armadas y ha defendido el proyecto de formar a refugiados para integrarlos a las filas del Ejército alemán.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Carstensen
El compromiso: Julia Klöckner
La ministra de Agricultura y Protección al Consumidor sabe moverse entre las facciones que simpatizan con Merkel y las que la adversan. Esa táctica podría catapultarla hacia la jefatura del Gobierno, a pesar de que no funcionó cuando aspiró a ser la mandamás del Estado federado de Renania-Palatinado. Se dice que perdió por no decidirse entre el elogio y la crítica a la política de asilo de Merkel.
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El ultraconservador: Jens Spahn
El ministro de Salud se ha destacado últimamente por atenuar sus críticas a la canciller. No obstante, él sigue siendo visto como el más prominente rival de Merkel, con su afán de renovar el talante conservador de la CDU. ¿Es esa una contradicción? Él no ve ninguna. El joven de 38 años clama por reducir la acogida de refugiados, prohibir los velos islámicos y eliminar la doble nacionalidad.
Imagen: picture alliance/dpa/C. Koall
La esperanza: Daniel Günther
La máxima autoridad del Land de Schleswig-Holstein lidera una coalición especial, conformada por los conservadores, los liberales y los verdes. Daniel Günther fue el más ruidoso de quienes defendieron a la canciller Merkel en el marco de la agria discusión entre la CDU y la CSU. Él apoya que las leyes alemanas les permitan trabajar a los migrantes cuyas solicitudes de asilo han sido rechazadas.
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Maestro titiritero: Peter Altmaier
El ministro de Economía y Energía es considerado la mano derecha de Merkel. El mejor ejemplo: en el punto álgido del debate en torno a los migrantes llegados de zonas en guerra, Merkel puso a un lado a Thomas de Maizière, entonces ministro del Interior, y nombró a Altmaier coordinador de su política de refugiados.
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El subestimado: Armin Laschet
Quien llegue a ser máxima autoridad del Estado federado más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, es, automáticamente, un candidato a la jefatura del Gobierno federal. Sin embargo, este político suele pasar inadvertido, a pesar de que ganó los comicios en su Land inesperadamente. Está por verse lo que el futuro le depara a este político, que defendió la política de refugiados de Merkel