Corriere della Sera, de Roma: "Repentinamente todos reconocen que Europa no le gusta mucho a los europeos. No gusta como se ha desarrollado la Unión en los últimos años y tampoco gusta la visión europea que persiguen los gobiernos. El rechazo franco holandés ha descompuesto el "juguete". Se ha roto un tabú: en la nueva fase histórica caracterizada por la globalización y el 11 de septiembre, la derrota de la visión europea se ve como lo que es, la derrota de la socialdemocracia y de los cristianodemócratas. Justamente de eso se trata, de una nueva fase histórica. La época de la posguerra y de sus culturas políticas ha llegado a su fin."

Hay que parar el proceso de ratificación

Lidove noviny, de Praga: "Cada país tiene derecho de pronunciarse sobre la Constitución de la Unión Europea afirmaron Jacques Chirac y Gerhard Schröder en Berlín. ¿Pero basta esta aseveración para proseguir con el proceso de ratificación? ¿No se trata más bien de evitar un rechazo más, lo que representaría un calvo más en el ataúd de la Constitución? Proseguir con el proceso de ratificación no tiene mucho sentido y el debate sobre el documento se vuelve cada vez más difuso.

Los esfuerzos por mantener con vida artificialmente a la Constitución roban a los políticos toda la energía que requieren para solucionar problemas reales. Su incapacidad para reaccionar a problemas de la población sólo profundiza la desconfianza en toda la Unión Europea. Un fin del proceso de ratificación no sólo es recomendable, es el único camino."

Schröder se beneficia del problema europeo

Gaseta, de Moscú: "Schröder lucha en dos frentes. El canciller alemán intenta salvarse a si y a la Unión Europea. Quiere salvar a la Constitución del abismo enque ha caído después del rechazo francés y holandés.

La actividad política internacional podría ser un apoyo para Schröder en las elecciones anticipadas de otoño. Mientras que su opositora Angela Merkel hace campaña electoral en Alemania, Schröder puede acumular puntos vendiéndose como el defensor incansable de Europa."

El pelito arreciará

Basler Zeitung, de Ginebra: "La Unión es nuestro socio más importante. Sería tonto tratar de resguardares en un bastión alpino antieuropeo. Pero después de la aceptación de los acuerdos de Schengen y Dublín no hay motivo de euforia. La mala situación económica y los retos social políticos del país hacen que una gran parte de la población se sienta insegura. No nos mintamos: Esta fue tan sólo la ronda de calentamiento. Pronto se discutirá sobre el libre traslado de personas, también de plazas de trabajo. El debate arreciará."