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ALBA: ¿más asistencialismo que integración?

Mirra Banchón8 de septiembre de 2008

Honduras se integra al proyecto ALBA del presidente Chávez; Rusia anuncia maniobras frente a la costa venezolana. DW-WORLD habló al respecto con Peter Peetz, analista del Instituto GIGA de Hamburgo.

El presidente Chávez anuncia maniobras rusas frente a la costa venezolanaImagen: AP

¿Qué significa que Honduras con el liberal Manuel Zelaya Rosales como presidente haya firmado el acuerdo de integración con la Alternativa Bolivariana para las Américas?

Creo que todavía no está seguro que este paso sea ratificado, pues el Parlamento probablemente estará en contra. Manuel Zelaya no tiene una mayoría segura, y el Parlamento en Honduras tiene que ratificar los acuerdos internacionales. Miembros del mismo Partido Liberal están en contra. En esa medida, a pesar del despliegue mediático de su firma, no está seguro que entre en vigor.

¿Qué motivos aduce el Parlamento para no ratificarlo?

Hay que diferenciar dos niveles de argumentación. En el nivel retórico, el presidente del Parlamento, Roberto Micheleti, también liberal, está en contra aduciendo que ALBA pondría a Honduras del lado de Hugo Chávez, que es una integración ideológica que tiene implicaciones políticas y económicas. Por otro lado, existe en lucha interna de poderes en el Partido Liberal; en noviembre se decide quién será el candidato liberal a las elecciones del 2009. Por ello, el ala de Micheleti está en contra de la política de Zelaya.

¿Cuáles serían las consecuencias de un ingreso a ALBA, las consecuencias para una población que, después de Haití, es la más pobre de América Central?

ALBA, en un principio, no es un tratado de libre comercio como el ALCA o el NAFTA. Se trata más bien de un acuerdo entre gobiernos –por lo pronto pocos: Cuba, Venezuela, Bolivia, Honduras, Nicaragua. Y se trata de que Honduras reciba una especie de ayuda al desarrollo con el dinero del petróleo venezolano. Hugo Chávez ha ofrecido 100 tractores a Honduras, proyectos sociales para el campesinado. Seguro que son beneficios para la población pobre. La cuestión es cuáles serían los costos para Honduras, pues a través de esta relación con la izquierda de Chávez, Morales y Castro, internacionalmente Honduras no se gana amigos, tampoco en Estados Unidos, con quien ha estado muy unido económicamente por mucho tiempo.

Insisto, Honduras es el país más pobre de América Central aún cuando ha sido tanto tiempo aliado de los Estados Unidos…es decir, un ingreso a ALBA, ¿podría traer beneficios a la población sin recursos?

Sin duda le traería beneficios. La pregunta es en qué contexto; no puedo imaginar que estos proyectos sociales acordados representen un punto de inflexión en el desarrollo de Honduras.

¿Dónde radican las diferencias entre ALBA y otros proyectos de integración como el SICA?

Sica (Sistema de Integración Centroamericana) es una iniciativa más antigua y representa para Honduras el marco más natural para un proyecto de este tipo. América Central tiene una larga tradición en ese campo. Es más, internacionalmente se exige una integración regional; la Unión Europea, por ejemplo, hace dependiente de ello sus acuerdos comerciales con la región. Poco se ha avanzado en ese sentido, y tiene que ver con que los Estados no abandonan sus ideas proteccionistas para sus respectivos mercados. No obstante, una integración real en América Central tendría muchas más ventajas que las que ofrece ALBA, una integración que no dejaría de ser marginal.

Siga leyendo: Una mirada escéptica hacia el ALBA

Después de Haití, la población más pobre de América CentralImagen: AP

Su opinión del proyecto ALBA no es muy buena…

La veo con escepticismo. Si bien lo que trae consigo no es malo, su dimensión no es la adecuada para lograr cambios estructurales. Que Honduras reciba una donación de 100 tractores no es un cambio estructural, sino asistencialismo…

¿Lo pondría bajo la rúbrica de populismo del presidente Chávez?

Sí, es populismo tanto de Chávez como del mismo Manuel Zelaya. Es interesante que a pesar de ser un terrateniente, al interior del Partido Liberal haya perdido el apoyo. Ahora intenta crearse una base alternativa de poder, apelando con sus medidas directamente a la gente, no a través del partido como ha sido común hasta ahora en Honduras.

Honduras, Nicaragua, Bolivia, la pequeña Dominica; ahora Rusia anuncia maniobras militares frente a la costa venezolana. ¿En qué medida pierde terreno Estados Unidos y deja el campo latinoamericano en manos del señor Chávez?

Asistimos a una pugna de poder a nivel internacional, entre Estados Unidos y una Venezuela que busca aliarse con Rusia y con Irán. Creo que Caracas sí ha ganado terreno, pero por el momento, en cuanto a relaciones comerciales y económicas, la influencia de Estados Unidos es incuestionable. Si tenemos en cuenta cuántos hondureños han emigrado a Estados Unidos y efectúan remesas al país… ésta es la mayor fuente de divisas de Honduras y sus países vecinos. Y ningún gobierno de América Central está en capacidad de renunciar a ellas.

Ése es otro argumento de los opositores del ALBA; temen represalias de Estados Unidos precisamente hacia la población emigrante…

No creo que haya sanciones inmediatas, Estados Unidos tiene que respetar las decisiones soberanas de los países. Pero a nivel informal, se teme que Estados Unidos deje de mostrarse colaborador. Uno de los grandes temas en Honduras es la prolongación anual del TPS (Temporary protection status) del que gozan las cerca de 70.000 víctimas del huracán Mitch que emigraron a Estados Unidos. A ese nivel podría entonces Washington mostrarse menos cooperativo.

Arriesgando una mirada hacia adelante, ¿cuál es el futuro de la relación entre Honduras y ALBA?

Mi primer pronóstico es que será muy difícil lograr la ratificación de este acuerdo en el Parlamento; en ese caso, los beneficios se podrían acordar con Chávez de otra manera. Por otro lado si fuera ratificado… se rumora que el gobierno de Zelaya ha empezado a repartir bonificaciones entre los diputados para lograr su voto a favor. Aunque el presidente Zelaya lo ha desmentido, hay que tener en cuenta que en Honduras la corrupción y la criminalidad han desempeñado un papel fundamental. El acuerdo entonces entraría en vigor, pero en el 2009 hay elecciones y el ala liberal opositora podría ganar; también el conservador Partido Nacional tiene buenas oportunidades. Habría entonces un nuevo cambio hacia la derecha y hacia Estados Unidos.

*Peter Peetz es analista del GIGA (German Institute of Global and Area Studies) y ha trabajado para la Fundación Friedrich Ebert en Tegucigalpa

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