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Albania: ¿la solución para el gobierno de Merkel?

Adelheid Feilcke
22 de junio de 2018

Por lo pronto nadie confirma el rumor: Albania podría convertirse en el campamento central de acogida para refugiados. Está en Europa. No está en la UE. Una solución perfecta, tanto para Merkel como para la UE.

Montenegro Skutarisee Grenzgebiet zu Albanien
Imagen: Imago/Xinhua

Todavía no es más que una hipótesis: Albania podría convertirse en un campamento central de acogida para refugiados. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, y Sebastian Kurz, canciller austríaco, tuvieron la idea. Se trata de crear centros para solicitantes de asilo, pero fuera de la UE.

Que sí hay negociaciones -entre otros países- con Albania para crear centros de acogida, dijo a DW Peter Launsky-Tieffenthal, portavoz del gobierno austríaco. Que nadie lo ha solicitado ni ha habido ninguna conversación al respecto, dice a DW Endrri Fuga, director de comunicación del gobierno de Albania. No obstante, voces opositores austríacas le echan desde ya en cara al gobierno intentar canjear una entrada acelerada a la UE por centros de acogida.

Situación

Se trata de que la Ruta de los Balcanes sigue muy movida. La gente llega a través del Adriático. Pero ni Italia, ni Malta ni Grecia están dispuestos a seguir acogiendo refugiados en esas cantidades. Por otro lado, la UE y Alemania quieren desembarazarse de personas a quienes les haya sido negado el asilo.

¿Qué tiene que ver eso con Albania? Pues el pequeño país balcánico está en la ruta que atraviesan muchos de los que buscan asilo. El puerto de Durres tiene capacidad suficiente para acoger grandes cantidades de refugiados. Allí podrían arribar las pateras, escoltadas por Frontex. Serían registradas en territorio albanés. Los que no cumplan los requisitos para el asilo podrían ser repatriados. Los que sí, podrían ser repartidos entre los países miembro de la UE.

Solicitantes de asilo que son repatriados desde Alemania a Pristina (Kosovo) o Tirana (Albania)Imagen: picture-alliance/dpa/U. Zucchi

Para los países de la UE resulta especialmente atractivo que Albania no sea del club. Es decir, no tiene que cumplir con las regulaciones de Schengen ni con el Acuerdo de Dublín, que regula el asilo. No obstante, Albania sí es miembro de la OTAN, con lo cual está inserta en los mecanismos antiterroristas occidentales; en suelo albanés hay un centro de la Alianza Atlántica. Es más, Albania está bordeada, al norte, por montañas: una frontera segura natural.

Mucha experiencia

Albania tiene mucha experiencia en acoger gente buscando refugio. Entre 1998 y 1999 llegó a albergar a casi un millón de kosovares. Además, en la crisis de refugiados de 2015, Albania creó infraestructura para ello. Esos centros, que según medios locales pueden acoger varias decenas de miles de personas,  no han sido utilizados hasta hoy.

Que Albania ha doblado su capacidad de acogida desde el 2017, se lo confirmó a DW Neven Crvenkovic, portavoz regional de ACNUR (la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados). Por si fuera poco, esta semana el ministro albanés del Interior, Fatmir Xhafaj, viaja por varias ciudades europeas. Uno de los temas de su agenda es la migración.

Contrariamente a Libia, Albania es un país seguro en territorio europeo. Dado que es aspirante a miembro, está dispuesto a esforzarse por cumplir con estándares de la UE. En derechos humanos, por ejemplo. Efectivamente, ACNUR confirma que Albania trata bien a los refugiados. Libia, la alternativa, no cumple con ninguno de estos requisitos; además es un país sin estructura.

Bueno para todos

Por su parte, el ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, había anunciado ya en una reunión anterior con el canciller austríaco que le parecía bien la idea de centros de acogida fuera de la UE. Desde el gabinete de la canciller Merkel, no obstante, no se ha querido emitir ningún comentario.

Repatriados a Tirana desde el aeropuerto de Múnich. Foto de 2015.Imagen: Reuters/M. Rehle

Un posible "trato albanés” podría ser también un alivio en la política interna alemana. Por un lado sería la solución humana y humanitaria. Por otro lado, Seehofer vería cumplidas sus exigencias de seguridad. La crisis gubernamental, entre la CDU y la CSU, estaría resuelta.

Para Albania la solución también traería ventajas. El gobierno socialista de Tirana se encuentra bajo presión de los conservadores, especialmente de la CDU que tiene dudas de dar su visto bueno al comienzo de las negociaciones de adhesión. Si Albania pone el hombre en el tema de los refugiados, su adhesión a la UE podría verse con mejores ojos. Es decir la solución perfecta –para la UE, para Albania, para Seehofer, para Angela Merkel. Pues, como diría un refrán albano, de esa manera "el lobo quedaría satisfecho y la oveja seguiría viva”.

 

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