Albania repatriará a 19 familiares de combatientes en Siria
31 de julio de 2021
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El primer ministro de Albania, Edi Rama, anunció este sábado (31.07.2021) que 19 albaneses, familiares de combatientes que se fueron a Siria para luchar con los grupos extremistas islamistas, serán repatriados el domingo de un campamento sirio de refugiados.
Se trata de 14 niños y 5 mujeres, "rehenes del campamento de infierno kurdo Al Hol, en el norte de Siria, para cuya repatriación hemos trabajado sin cesar", explicó Rama en una entrevista para la televisión albanesa, Top Channel, desde la capital libanesa, Beirut.
El jefe del Gobierno albanés señaló que la operación de retorno es "complicada", pero que se está coronando con éxito gracias a los estrechos vínculos que ha establecido con el general libanés Abbas Ibrahim, y la colaboración del Ministerio albanés de Interior con las autoridades del Líbano, entre otros factores.
"Estoy aquí para llevar a los niños y a las mujeres a la patria", dijo Rama, quien reafirmó que su Gobierno "hará todo lo posible" para posibilitar el retorno de todos los albaneses que se encuentran atrapados en campamentos de refugiados en Siria.
"Es un número incierto, ya que es un proceso muy difícil y hay una información que se va actualizando", dijo Rama, en referencia al número total de los familiares de los voluntarios albaneses que lucharon por el grupo terrorista Estado Islámico y que están a la espera del regreso a Albania. Según la prensa local, este número ronda en torno a 30 personas.
Después de casi un año de negociaciones, el Gobierno albanés pudo repatriar en octubre del 2020 a una mujer y a cuatro niños, hijos de yihadistas muertos, que malvivían en el mismo campamento Al Hol.
Se estima que más de un centenar de hombres albaneses, la mayoría jóvenes, abandonaron la pasada década su país para unirse al Estado Islámico y a otros grupos terroristas que luchaban en Siria e Irak. El 60 por ciento de los 2,8 millones de albaneses son musulmanes. (EFE)
Kurdo-sirios: entre la esperanza y el temor
El fotoperiodista Karlos Zurutuza recorrió el norte de Siria después de la llegada de las tropas turcas. Allí se encontró con familias que huían y con hombres que se quedaron cuidando sus hogares.
Imagen: Karlos Zurutuza
Huyendo de la guerra
Según información de Naciones Unidas, desde el comienzo de la ofensiva turca casi 200.000 personas han huido de sus hogares, convirtiéndose en desplazados internos. Según estos reportes, muchos kurdos buscan refugio en las zonas del Kurdistán iraquí. El problema es que solo quienes tienen un permiso de residencia kurdo-iraquí pueden cruzar la frontera.
Imagen: Karlos Zurutuza
Solo quedan hombres
Muchos pueblos del noreste de Siria están casi abandonados. Mujeres y niños huyeron de la zona fronteriza hacia el interior del país, como la capital provincial, Al-Hasaka. "Pero las condiciones son cada vez peores en Al-Hasaka, porque han venido demasiados refugiados, así que nosotros decidimos quedarnos acá", dice Suna, madre de tres niños, a DW.
Imagen: Karlos Zurutuza
Vida sombría
El alguna vez abarrotado bazar de la ciudad siria de Amude se ha convertido en un lugar sombrío, donde ahora solo algunos hombres se reúnen. Desde el comienzo de la ofensiva turca, muchos comerciantes decidieron cerrar sus negocios. Los disparos de granadas desde el otro lado de la frontera comienzan al atardecer. Quienes se quedaron en la ciudad, raramente salen de noche.
Imagen: Karlos Zurutuza
Está de vuelta
La estatua del exgobernante Hafiz al Assad vuelve a dar la bienvenida a quienes llegan a Kamischli, la ciudad más importante del noreste de Siria. La relación entre el autogobierno kurdo y el régimen del presidente Bashar al Assad, hijo de Hafiz al Assad, ha sido tensa desde el comienzo de la guerra civil, en 2011.
Imagen: Karlos Zurutuza
Sigue la incertidumbre
Los kurdo-sirios se sienten traicionados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ordenó el retiro de las tropas de su país presentes en la región. "Sabemos lo que nos hizo Trump, pero aún no sabemos qué hará Putin", dice Massud, un cliente en una peluquería. Por ahora, Estados Unidos convenció a Turquía de la conveniencia de aplicar un alto el fuego.
Imagen: Karlos Zurutuza
"Prefiero no decir nada"
Después de años de opresión bajo el régimen de los Al Assad, muchas personas de la ciudad siria de Derik prefieren evitar decir lo que piensan, menos ahora que el gobierno ha revitalizado su presencia en la zona. "Todo el país estaba bajo el control de los servicios secretos y eso puede volver a ser así pronto, por eso nadie dirá nada", dice un transeúnte.
Imagen: Karlos Zurutuza
Cinco ataúdes, cinco destinos
En todas las ciudades del noreste de Siria, la gente debe hacerse cargo de los cadáveres que a diario llegan desde el frente de combate. Los ataques aéreos lanzados por la aviación turca han alcanzado a objetivos civiles y militares. Los hospitales, como el de Derik, donde los combatientes heridos son atendidos, fueron evacuados para evitar nuevas víctimas.
Imagen: Karlos Zurutuza
Miles de víctimas
Los kurdos en Siria sufrieron la muerte de alrededor de 11.000 personas durante los enfrentamientos contra el Estado Islámico. Si bien el EI ya no domina territorios, la matanza no se ha detenido. Docenas de civiles y cientos de militares han fallecido, según los últimos informes, desde que Turquía lanzó su ofensiva en el noreste sirio.
Imagen: Karlos Zurutuza
Solos
Tras el estallido de la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, los kurdos no tomaron partido por ninguna de las dos partes, ni por el régimen ni por la oposición. Con la retirada de las tropas estadounidenses vuelven a quedar solos, sin ningún tipo de respaldo.