Albania celebra este domingo 21 de junio elecciones locales, consideradas de gran importancia para modernizar el poder local, y probar la madurez democrática y la determinación del país de seguir en el camino de adhesión a la Unión Europea (UE). Este pequeño país balcánico, que obtuvo el estatus de candidato a entrar en la UE en junio del año pasado, está a la espera de se que reinicien las negociaciones para ingresar en el club europeo.

Desde la caída del comunismo en 1991, las elecciones en Albania han estado marcadas por irregularidades, incidentes violentos y el no reconocimiento del resultado por parte del partido vencido. “Estamos más interesados en el proceso y la integridad de las elecciones que en su resultado. Queremos que gane Albania y no nosotros, los presidentes de los partidos”, afirmó el primer ministro, el socialista Edi Rama, en declaraciones a los medios.

Unos 3,3 millones de electores están convocados a elegir a los 61 futuros alcaldes entre 162 candidatos y a los 1.595 concejales municipales de los 36.250 que se presentan. Los sondeos dan un claro triunfo a la Alianza para una Albania Europea (ASHE), que agrupa a 37 partidos en torno al gobernante Partido Socialista (PS), dirigido por Rama, que tiene el apoyo del 60 por ciento del electorado.

Por su parte, la coalición derechista Alianza Popular para el Trabajo y la Dignidad, que agrupa a 15 partidos y está liderada por el opositor Partido Democrático (PD), obtendría el 36 por ciento de los votos, según varias encuestas. En la capital, Tirana, gobernada por el líder del PD, Lulzim Basha, el candidato socialista, el exministro de Trabajo Erion Veliaj, tiene una ventaja de 15 puntos frente a su rival demócrata, el ginecólogo Halim Kosova.

Albania es uno de los países más pobres de Europa, en que el 14 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, el sueldo medio es de 270 euros y la tasa de desempleo alcanza el 17 por ciento. (EFE)