Alcalde designado por Moscú en Ucrania herido en explosión
23 de mayo de 2022
La explosión fue causada por un "aparato explosivo casero", según medios locales que citan una fuente de las fuerzas del orden.
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El alcalde instalado por Moscú en Energodar, en el sur de Ucrania, resultó herido este domingo (22.05.2022) en una explosión, anunciaron un responsable ucraniano y agencias noticiosas rusas.
Andrei Chevchik fue designado alcalde de Energodar luego de que las tropas rusas tomaron la ciudad y la central nuclear de Zaporiyia, situada en su territorio.
"Tenemos la confirmación precisa de que en la explosión fue herido Chevchik, el autoproclamado jefe de la 'administración popular', y sus guardaespaldas", anunció en Telegram Dmytro Orlov, alcalde electo de Energodar.
Agregó que fueron trasladados al hospital "con heridas de diversa gravedad", pero las circunstancias de la explosión no estaban claras. Indicó que no hubo más heridos en la explosión.
Alcalde en cuidados intensivos
Citando una fuente de los servicios de emergencia, la agencia rusa RIA Novosti señaló que Chevchik se encontraba en cuidados intensivos.
La explosión fue causada por un "aparato explosivo casero", según la agencia rusa TASS, citando una fuente de las fuerzas del orden.
Energodar, ciudad de unos 50.000 habitantes, fue construida en los años de 1970 alrededor de la central nuclear situada al sur del río Dnipr, frente a la ciudad de Zaporiyia, bajo control de Ucrania.
La planta fue el escenario de enfrentamientos los primeros días del conflicto, haciendo temer una catástrofe nuclear en un país cuya historia está marcada por la explosión del reactor nuclear de Chernobil en 1986.
mg (afp, Reuters)
Entre la nostalgia y los nuevos comienzos: mujeres ucranianas refugiadas en Alemania
Huyeron de la guerra sin saber exactamente dónde encontrarían refugio. DW habló con varias mujeres que abandonaron Ucrania después del 24 de febrero y que ahora viven en Alemania.
Imagen: DW
"Quiero volver a casa"
Olexandra dejó Kiev el 23 de marzo. Ahora vive en Bergisch Gladbach: "Quiero volver a casa, pero todavía no puedo. A veces quiero dejarlo todo y volver a Kiev, aunque caigan bombas. Es difícil aquí en un país extranjero. Tenemos que salvar tantas vidas como sea posible para reconstruir el país. Pensar en ello me ayuda a afrontar la situación".
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"Dios, déjame sobrevivir hasta mañana"
Olexandra recuerda: "El 15 de marzo decidí irme. Una estación de metro cercana fue atacada. Me desperté porque las paredes de la casa temblaban. El 23 de marzo tomé el tren para ir a casa de un amigo en Lviv. Pero el 26 de marzo también cayeron bombas ahí y me senté en el sótano pensando: "Dios, déjame sobrevivir hasta mañana". De Lviv fui primero a la República Checa y después a Alemania".
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Olexandra buscó refugio en un aparcamiento subterráneo
Olexandra cuenta los primeros días de la guerra en un garaje: "Al tercer día se acabó la comida. En algún momento incluso me faltaron las fuerzas para atarme el pelo. En el refugio antiaéreo había un baño y un fregadero donde se podían lavar los platos. No había ducha".
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"Quedé horrorizada"
Olena abandonó la región de Kiev con sus hijos el 10 de marzo. Ahora vive en Colonia. "Vengo de la región de Donetsk, Avdiivka es mi ciudad natal. En 2014 y 2015 estuvimos bajo fuego durante ocho meses. Y entonces llegó el 24 de febrero de 2022. Dios mío, no pensé que volvería a haber guerra, me quedé de horrorizada".
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Fuga por peligro de muerte
Olena cuenta sobre las dos primeras semanas de la guerra cerca de Kiev: "No había soldados rusos en el propio pueblo, pero sí muy cerca, en Bucha, Makariw y Borodjanka. Hubo un terrible bombardeo ahí. Decidí empacar mis cosas y huir. Quedarme habría significado poner en peligro la vida y la salud de mis hijos también".
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"Nos quedamos en Alemania"
Olena se considera muy afortunada: "Nunca había estado aquí, pero es el único país al que quería ir. Me ayudaron a encontrar alojamiento. Me siento bien y segura aquí. Creo que nos quedaremos en Alemania. Los niños ya van al colegio y aprenden alemán, y yo también. Ya hemos huido dos veces de la guerra. Quiero que mis hijos crezcan en paz ahora".
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"Mamá, ¿me voy a morir ahora?"
Tatjana dejó Járkov el 5 de marzo, ahora vive en Bonn. En Ucrania, pasó tres semanas bajo fuego con su hija. "Mi niña de diez años estaba muy asustada, lloraba mucho y preguntaba todo el tiempo: 'Mamá, ¿me voy a morir ahora?'. También me daba miedo huir, pero no podía seguir mirando a mi niña en ese estado".
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La hija de Tatjana en un búnker en Járkov
Tatjana cuenta la huida de Járkov con su hija: "Después de cinco días llegamos a Lviv. Desde ahí nos dirigimos a Polonia. Los guardias fronterizos polacos fueron amables y nos dijeron que estábamos a salvo. Nos ayudaron a llevar nuestras maletas. Los voluntarios les regalaron juguetes a los niños, nos proporcionaron comida caliente y todo lo necesario".
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"Mi corazón está en Járkov"
Tatjana agradece a Alemania y a otros países europeos su ayuda: "Estoy a salvo, pero mi corazón está en Járkov, con mi familia y mis amigos. Todas las noches leo las noticias sobre ataques, muertos y heridos. Todas las mañanas llamo a mi familia y amigos, esperando que todo esté bien con ellos".
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Con amigos en Alemania
Inna, de Odessa, dice que vino a Alemania con su amiga Xenia para quedarse con unos amigos, que les ofrecieron alojamiento temporal. Los hijos de ambas siguen asistiendo a las clases en línea de sus escuelas ucranianas. Ellas dicen estar agradecidas con todos los que les ayudaron.
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"Lo peor es la incertidumbre"
Xenia e Inna son de Odessa. "Vivimos en la incertidumbre porque no sabemos qué va a pasar después. Tenemos claro que tenemos que reconstruir nuestro país. También está claro que no habrá puestos de trabajo, porque la economía se ha estropeado. Todos los ucranianos lo saben. Pero lo peor es que nadie sabe cuánto tiempo tardará y qué hacer ahora", dicen.
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"Yo también quiero ir a casa"
Inna (en la foto) quiere volver a Odessa. Xenia añade: "Yo también quiero volver a casa. Aquí solo somos huéspedes. Pero mi marido sigue estando en contra de que vuelva. Aunque he estado a punto de irme varias veces, a pesar de la guerra. Nunca habría dejado mi ciudad. Si mi marido estuviera conmigo, me sentiría diferente. Está en Odessa y patrulla nuestra calle".