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Alejandro Toledo niega sobornos de Odebrecht

13 de febrero de 2017

El expresidente de Perú, buscado por su país por presuntamente recibir sobornos millonarios de la empresa brasileña Odebrecht estando en el cargo, denunció ser víctima de una "cacería de brujas" motivada políticamente.

Internationaler Haftbefehl Alejandro Toledo
Imagen: Reuters/Peruvian Police

En un comunicado hecho público este lunes (13.02.2016) en su página verificada de Facebook y en su cuenta de Twitter, el exmandatario afirma que lo están acusando de delitos que no ha cometido y que defenderá su buen nombre.

Al mismo tiempo, reclama para sí el derecho de presunción de inocencia. Es la primera vez que Toledo se pronuncia sobre el caso desde que dictaran en su contra una orden internacional de captura. "Nunca me he fugado de nada. Cuando salí del Perú no habían cargos de Odebrecht en mi contra pero me llaman 'fugitivo' - una distorsión maquiavélicamente política que rechazo", escribió Toledo, que se encuentra en paradero desconocido, posiblemente en Estados Unidos.

"Una 'cacería de brujas' políticamente motivada"

"Nunca he huido de ningún desafío. Defenderé mi buen nombre bajo condiciones que no me prejuzguen culpable", añadió el expresidente en su comunicado, titulado "¡No al linchamiento político, sí a la Justicia justa!".

"El juzgado en Lima no solicitó mi testimonio para ayudar con su investigación. Al contrario, me acusó directamente de delitos que no he cometido y que el juzgado no puede comprobar", critica Toledo, quien ofrece su cooperación para esclarecer las acusaciones: "Yo estoy dispuesto a colaborar con una justicia pero que sea justa y dentro del Estado de Derecho, pero voy a defenderme y nunca me rendiré a una 'cacería de brujas' políticamente motivada".

Toledo, a quien se acusa de haber recibido un soborno de 20 millones de dólares de la constructora Odebrecht para adjudicarle dos tramos de la vía Interoceánica, no ha sido visto desde que un juez le dictara el jueves pasado una orden de prisión provisional por 18 meses.

Según los expertos, si Toledo es ubicado en Estados Unidos o cualquier otro país, lo primero que procede es preguntarle si desea regresar voluntariamente a Lima. Si la respuesta es negativa, como se especula, se estudiará la posible deportación o, de lo contrario, se irá a la extradición. Precisamente el domingo, el presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, pidió a su par de Estados Unidos, Donald Trump, que estudie deportar a Toledo en caso de que se encuentre en ese país.

RML (dpa, efe)

 

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