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Obras de arte robadas por nazis fueron heredadas a museo suizo

7 de mayo de 2014

Un museo suizo fue nombrado como único heredero de Cornelius Gurlitt, el coleccionista alemán, dueño de una gran cantidad de obras de arte robadas por los nazis, que murió esta semana a los 81 años.

"Mujer sentada", de Henri Matisse, obra de la colección Gurlitt heredada a Museo de Arte de Berna.
"Mujer sentada", de Henri Matisse, obra de la colección Gurlitt heredada a Museo de Arte de Berna.Imagen: picture-alliance/dpa

El Museo de Arte de Berna, favorecido por Gurlitt, dijo que no tenía ninguna conexión con el coleccionista fallecido. La colección -recopilada por su padre Hildebrand, un distribuidor del llamado arte "degenerado" por los nazis- tiene un valor estimado de 1.000 millones de euros. El director del museo, Mathias Frehner, informó en un comunicado que el abogado de Gurlitt le había dicho que el museo fue declarado como su "heredero único, ilimitado y sin restricciones".

La respuesta del museo fue templada por precaución, puesto que un número aún sin determinar de obras, que incluyen las de artistas como Chagall y Picasso, fueron saqueadas por los nazis a sus dueños judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

"La Junta de Administradores y Directores del Museo de Arte de Berna está sorprendida y encantada, pero al mismo tiempo no desea disimular el hecho de que esta magnífica herencia trae consigo una considerable carga de responsabilidad y un puñado de cuestiones del tipo más difícil y sensible, y preguntas en particular sobre su naturaleza legal y ética", dijo Frehner.

Origen de muchas obras aún por esclarecer

Gurlitt, que murió tras una complicación de una operación de corazón, había almacenado en secreto las obras en su apartamento de Múnich y en una casa cerca de Salzburgo, en Austria, vendiendo ocasionalmente alguna pieza para financiar su tranquilo estilo de vida y su atención sanitaria.

Su familia fingió que la colección había sido destruida en un bombardeo en su casa de Dresde durante la Segunda Guerra Mundial. Fue un secreto familiar hasta 2012, cuando inspectores fiscales tropezaron con la colección durante una investigación no relacionada. Algunos demandantes esperan que, con la muerte de Gurlitt, la investigación sobre el origen de los cuadros se acelere y no se vea obstaculizada por la investigación fiscal sobre Gurlitt y por sus propias afirmaciones de que él era el legítimo dueño.

JOV (Reuters, tagesschau)

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