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Alemanes del este son más propensos a la xenofobia

Jefferson Chase
19 de mayo de 2017

Si bien en el oeste alemán hay ataques xenófobos, “el mayor número de agresiones racistas tienen lugar en el este”, dice Iris Gleicke, comisionada para el Este de Alemania. Un legado de las dictaduras nazi y comunista.

Marchas de protesta antinazis en Dresde, organizadas por la plataforma "Bündnis Dresden Nazifrei", el 11 de febrero de 2017
Marchas de protesta antinazis en Dresde, organizadas por la plataforma "Bündnis Dresden Nazifrei", el 11 de febrero de 2017Imagen: picture-alliance/dpa/S. Kahnert

Si bien es "preocupante” que en el oeste de Alemania haya ataques xenófobos, "no hay duda de que el mayor número de agresiones racistas tienen lugar en el este del país", antiguo territorio de la Alemania comunista, dice Iris Gleicke, comisionada del gobierno para el este de Alemania.

 

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Según un estudio presentado sobre la violencia xenófoba este 19 de mayo en Berlín, el número de actos violentos de la ultraderecha en Alemania aumentó de 990 a 1.408 en 2015. Pero quienes esperaban que los investigadores identificarían factores económicos como las principales causas del radicalismo de derecha estaban equivocados.

El estudio se centra en tres municipios del este de Alemania, dos cercanos a Dresde y otro a Erfurt, los tres con un especial historial de violencia de la ultraderecha. Los investigadores encontraron que su odio a los extranjeros tiene fuentes culturales y políticas, actitudes heredadas de la Alemania Oriental comunista y que hoy se manifiestan en una conducta virulentamente xenófoba.

Legado del comunismo

El informe concluye que a los alemanes orientales se les "inculcaba una necesidad exagerada de armonía, ‘pureza racial' y orden", así como de "identidad colectiva, éticamente intachable".

La investigación destaca que muchos alemanes del este cultivan "una memoria selectiva" con la que reprimen sus recuerdos negativos del pasado comunista, además de no enfrentar el anteriormente heredado antisemitismo nazi, por lo que tienden a culpar a los extranjeros de sus problemas sociales y económicos. En Freital, un barrio de Dresden, por ejemplo, muy pocos habitantes aseguraron recordar los ataques contra trabajadores extranjeros de 1991.

La sociedad de la antigua Alemania comunista, señala el estudio, era relativamente "cerrada y étnicamente homogénea", características que hoy aún se conservan, tras la reunificación. En Alemania del Este viven muchos menos migrantes y cuenta con una menor diversidad étnico-cultural que el resto del país.

Monumento de recuerdo en el cementerio Heidefriedhof de Dresde a las víctimas civiles de los bombardeos del 13 de febrero de 1945 en la II Guerra Mundial. Imagen: dapd

Estas son zonas económicamente débiles con estructuras de gobierno local y regional cerradas que no solo hace de sus habitantes presa fácil de los movimientos populistas, sino que fomentan la violencia xenófoba.

El estudio culpa a la mentalidad predominante en el estado de Sajonia para fomentar la xenofobia provincial. Michael Luhmann, coautor del estudio, acusó al partido Alternativa para Alemania (AfD), que tiene en el este el triple de seguidores que en occidente, de negarse a cooperar con el estudio y de ser "parte del problema".

Michael Luhmann puso el ejemplo del controvertido líder de AfD en Turingia, Björn Höcke, que ha sido acusado de propagar el neonazismo. Aunque el informe no ignora la culpabilidad de los extremistas alemanes occidentales al ayudar a "profesionalizar" a sus contrapartes en el este.

Una amenaza para el futuro del oriente alemán

Los autores del estudio hicieron, por último, hincapié en la necesidad de fomentar una educación hacia la modernidad y diversidad y un debate abierto sobre el radicalismo, la violencia  y los problemas sociales, así como la urgencia de mostrar muchos más ejemplos positivos de la convivencia en una sociedad heterogénea que, como concluyen, hace que la gente sea menos susceptible a la xenofobia. Al fin y al cabo, las sociedades más abiertas y respetuosas de la diversidad son más exitosas, también económicamente.

Así que los investigadores lanzaron un llamado de alerta: si Alemania no soluciona el problema de la ultraderecha, el este perderá aún más su nivel de competitividad frente a occidente.

Jefferson Chase (JOV/DZC)

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