1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Alemanes insatisfechos

25 de abril de 2003

Los alemanes no confían en sus instituciones políticas ni en la iglesia y piden reformas profundas a nivel social. Ganan el automóvil club alemán y algunas ONG’s.

A pesar de las quejas: la mayoría de los alemanes está contenta con su país.Imagen: DW

"Perspectiva Alemania 2002" se llama la encuesta patrocinada por la consultora McKinsey, el semanario "Stern", el canal de televisión público ZDF y la operadora de Internet T-Online. Entre octubre y diciembre del 2002, 356.000 personas entre 16 y 69 años de edad fueron consultadas en una encuesta que es presentada como entre las más ambiciosas jamás conducidas en el campo social.

Aunque destacan las pérdidas de confianza en las instituciones públicas en general, un 61% de los alemanes dice estar contento con su vida en Alemania; y un 69% no cambiaría su lugar de residencia.

Pierden los partidos y gana el automóvil club

Los partidos políticos obtienen los peores resultados: tan sólo un 3% de los encuestados les confía. Pero esto no parece ser un indicador de fatiga política, ya que se exigen mayores competencias a nivel comunal, así como un mayor número de decisiones por la vía de la consulta popular. Más de 70% consideran inevitables reformas en el sistema de pensiones, en las oficinas de empleo y el seguro médico público.

Tampoco las iglesias se salvan: sólo un 11% confía en la iglesia católica mientras que la evangélica se anota un magro 17% de confianza. Al mismo tiempo no se expresa la necesidad de reformas en las iglesias, por lo cual los responsables del estudio concluyen el avance de la secularización de la sociedad alemana, con un 12% que se consideran ateos. Y un 24% como no religiosos. Incluso entre los fieles el interés por prácticas religiosas es escaso: sólo un 18% de los católicos y un 10% de los protestantes otorgan importancia a la asistencia regular a misa.

Claro ganador en el índice de la confianza ciudadana es el automóvil club alemán ADAC, seguido de la policía, la organización de protección del medio ambiente Greenpeace y de los jardines de infantes y las guarderías. El resultado no sorprende a numerosos observadores. Después de todo se trata de organizaciones que reaccionan con mucha rapidez, y cuyo trabajo no puede compararse a los engorrosos procesos institucionales y burocráticos.

¿Alemanes desubicados?

A pesar de las quejas, Heino Fassbender de la consultora McKinsey concluye como resultado principal de la encuesta en Internet que "la gente no es quejosa", ya que en el fondo los cambios que reclaman son constructivos. Así, algunos observadores creen que el resultado de la encuesta refleja el final del hasta ahora celebrado modelo del consenso alemán, donde todos los involucrados en los procesos de decisión dialogaban al mismo nivel hasta encontrar una salida. Ahora este procedimiento, que llevó al éxito de la ya mítica economía social de mercado alemana, se percibe cada vez como obstáculo más para avanzar de manera más rápida en las reformas necesarias.

Al mismo tiempo, hay quienes se preguntan si los alemanes están realmente dispuestos a cargar con el costo de las reformas que reclaman. Después de todo, se trata de cambios que hoy en día implican mayor responsabilidad individual, como aportes a seguros de salud y fondos de pensiones privados, y una paulatina retirada de la mano protectora del Estado de asuntos públicos como la salud. La facilidad de opinar mediante el click del ratón frente a una computadora no parece ser un indicador demasiado fiable a la hora de evaluar la disponibilidad de la población para reformas estructurales.

Finalmente, no deja de sorprender la aparente falta de conciencia sobre hechos irrefutables de la realidad alemana, especialmente comparada con sus vecinos del mediterráneo europeo, por no mencionar a países en vías de desarrollo: Alemania sigue siendo uno de los países más ricos del mundo, donde la seguridad jurídica es un bien asumido como dado y donde nadie duda de la seguridad pública. Ampliar la óptica, ayuda a poner las quejas en una perspectiva más realista.