Alemania: abre fase final de proceso contra célula neonazi
19 de julio de 2017
Tras 4 años de juicio, la Fiscalía abrió su alegato final en proceso contra la célula neonazi Resistencia Nacionalsocialista (NSU), acusada de asesinar a 8 turcos, un griego y una policía alemana, entre 2000 y 2007.
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Una vez terminado el periodo de registro de pruebas de este macrojuicio con más de 800 testigos y una expectación mediática inédita, la Fiscalía fue la primera en intervenir en una comparecencia que se estima tendrá una duración de más de 20 horas.
El proceso, iniciado en 2013, sienta en el banquillo a la única superviviente del trío neonazi, Beate Zschäpe, quien junto con dos compañeros – que cometieron suicidio al verse rodeados de la Policía - está acusada de cometer entre 1998 y 2011 diez asesinatos y de perpetrar dos atentados con bomba y 15 robos a lo largo de más de una década.
Junto con ella rinden cuentas ante la Justicia Carsten S., Wohlleben, André E. y Holger H, acusados de colaboración en la trama de violencia ultraderechista que más revuelo ha causado en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial.
Trasfondo racista, xenófobo y conspirativo contra el Estado
El trasfondo racista de la serie de asesinatos salió a la luz en noviembre de 2011, cuando los otros dos miembros del trío, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, se suicidaron antes de ser detenidos. Zschäpe se enfrenta a una pena de cadena perpetua al estar considerada como cómplice en los citados crímenes.
La Fiscalía deberá presentar sus conclusiones antes del 1 de agosto. Ya en septiembre, terminadas las vacaciones estivales, será el turno de alegato para los querellantes y finalmente tomarán la palabra los acusados.
¿Ceguera voluntaria de la Policía alemana?
En los últimos cuatro años, la Justicia alemana llamó a declarar a 815 testigos y consultó a 42 expertos para intentar arrojar luz sobre la célula neonazi que sembró durante años el terror en Alemania. Según estimaciones del tribunal muniqués, los costes del juicio ascienden hasta el momento, con 373 vistas celebradas, a cerca de 150.000 euros.
El caso dejó al descubierto graves fallos por parte de la Policía y los servicios de inteligencia germanos, que se rehusaron a seguir las sospechas de una posible motivación racista y dirigieron las pesquisas hacia el entorno de las víctimas, suponiendo que eran ajustes de cuentas entre mafias extranjeras.
JOV (dpa, dlr)
Castillo de Vogelsang: escuela nazi convertida en museo
Los nazis levantaron el castillo Vogelsang para formar a la élite del partido. Su arquitectura, símbolos e imágenes todavía recuerdan aquella época oscura, pero a partir de ahora, abrirá sus puertas como museo.
Imagen: DW/D. Crossland
Ideal nacionalsocialista
El 11 de septiembre se abrió un nuevo centro de visitantes y una exposición en el castillo de Vogelsang, un recinto que los nazis utilizaron como escuela para sus dirigentes. El centro de documentación albergará una exposición continua sobre la historia de este lugar. Entre los muchos objetos expuestos, destacan estos modelos idealizados de atletas.
Imagen: DW/D. Crossland
Ascenso rápido
Entre 1936 y 1939 se formaron aquí un total de unos 2000 jóvenes. Muchos de ellos procedentes de las clases medias de la sociedad, que habían padecido durante la recesión. El programa de formación de los nazis prometía rápidas posibilidades de ascenso y en el plan de estudios estaba muy presente la educación física.
Imagen: DW/D. Crossland
Imagen medieval del mundo
Estos estilizados caballeros tallados resguardan la entrada al castillo. El nacionalsocialismo utilizó frecuentemente modelos medievales para sus objetivos. Ser caballero indica valor, virtud y justicia. Además, participaron en las cruzadas contra los infieles y conquistaron parte del este de Europa. Hechos controvertidos que hoy todavía se discuten.
Imagen: DW/D. Crossland
Personas comunes convertidas en asesinos
Esta foto muestra una estatua con el ideal del “nuevo alemán”. Al lado, están los nombres de los llamados mártires, aquellos que fallecieron en el fracasado golpe de estado de 1923. En la exposición se muestran fotografías de personas comunes con uniforme convertidas en asesinos, así como pantallas con declaraciones de las víctimas del holocausto.
Imagen: DW/D. Crossland
De alumnos a monstruos
Stefan Wunsch, director de la exposición, muestra una foto en que se ve a la lituana Mascha Rolnikaite. Esta superviviente del holocausto habla en una entrevista sobre Franz Murer, “el asesino de Vilnius”. Este ex alumno de Krössingsee, otro de los centros de enseñanza nazis, fue responsable del asesinato de miles de lituanos.
Imagen: DW/D. Crossland
Información y esclarecimiento
Gabriele Harzheim, investigadora del castillo de Vogelsang, explica: “Aquí los visitantes se enfrentan a la pregunta de qué tiene que ver esto con ellos". En vista de la situación política actual en Europa, se entiende perfectamente la importancia de contar con un lugar así.
Imagen: DW/D. Crossland
Un lugar ensangrentado
La investigadora Gabriele Harzheim sostiene una foto histórica del castillo de Vogelsang. El edificio fue abierto al público en 2006 después de que el ejército belga abandonase el recinto y el área. Los funcionarios alemanes estaban ante el dilema de qué hacer con este edificio, que todavía está adornado con símbolos y estatuas nazis.
Imagen: DW/D. Crossland
Arquitectura ideológica
Las salas comunes de Vogelsang tienen una decoración lujosa y feudal, mientras otras salas como los cuarteles y los alojamientos eran más espartanas. Todo un símbolo del dominio de la comunidad sobre el individuo.
Imagen: DW/D. Crossland
Base militar tras la II Guerra Mundial
Vogelsang ofrece vistas espectaculares sobre los lagos y las colinas del parque natural del Eifel. Después de la II Guerra Mundial, durante 60 años fue una zona prohibida utilizada por los belgas y los británicos como base militar y como zona de ejercicios para las tropas.
Imagen: DW/D. Crossland
Visitantes inesperados
Los organizadores esperan que la exposición y todo el recinto reciban 300.000 visitas al año. No se podrá impedir que algunos neonazis visiten este lugar de información y documentación. Esta estatua podría ser uno de los escenarios favoritos para desplegar antiguos carteles de propaganda y hacerse fotos para el recuerdo.
Imagen: DW/D. Crossland
Un imán para la extrema derecha
La dirección del museo, los científicos y los responsables de turismo conocen el magnetismo que puede tener ese lugar para el “turismo oscuro”, personas fascinadas por las prácticas macabras el régimen nacionalsocialista. Los curadores han intentado contrarrestar ese "atractivo" con una exposición sobria y algunas modificaciones arquitectónicas.