Alemania: admiten recurso de peruano contra energética
13 de noviembre de 2017
Publicidad
La justicia alemana aceptó este lunes (13.11.2017) a trámite el recurso presentado por un campesino peruano contra el gigante energético germano RWE, al que acusa de provocar daños medioambientales en los Andes de su país.
A diferencia de la Audiencia Provincial de Essen, que había rechazado la apelación del agricultor en primera instancia, el presidente del tribunal de la ciudad alemana de Hamm, Rolf Mayer, señaló que la reclamación interpuesta por Saúl Luciano Lliuya fue aceptada, pero indicó que ahora el hombre debe demostrar que efectivamente las emisiones de la planta de RWE son las responsables del deshielo de un glaciar que amenaza con inundar la ciudad andina de Huaraz, donde reside el querellante.
Liuya se convirtió el año pasado en la primera persona en sentar en el banquillo de los acusados a una compañía energética en Europa como principal responsable de un caso de cambio climático.
El hombre se considera víctima de los efectos del cambio climático en la región andina y optó por reclamar a través de la ONG Germanwatch una reparación a RWE, considerado uno de los grandes emisores europeos de gases contaminantes.
En una demanda inédita, el agricultor presentó un reclamo legal al gigante alemán para que contribuya financieramente a paliar los daños medioambientales en los picos nevados de Áncash, en el oeste del Perú.
Saúl Luciano Lliuya y su familia viven en Huaraz, una ciudad ubicada en la parte baja del glaciar Pastoruri, que está en riesgo de aluviones repentinos originados por el derretimiento de los lagos glaciares que causa el calentamiento global.
El agricultor reclama a RWE que asuma los costos de parte de las medidas destinadas a proteger su casa y su ciudad. La demanda fue rechazada en primera instancia por un tribunal de Essen que la consideró en parte injustificada. (dpa)
Fiji: islas paradisíacas en peligro
Fiji alguna vez fue sinónimo de paraíso tropical. Pero el calentamiento global y las tormentas amenazan la existencia misma de las islas. El fotógrafo nacido en Fiji, Aaron March, captura la naturaleza de su hogar.
Imagen: DW/A. March
Paraíso en riesgo
El arrecife e coral frente a la isla Mamanuca en Fiji es un destino de ensueño para los buceadores. Pero bucear a través del agua clara y peces de colores se está convirtiendo en una rareza. Debido al aumento de la temperatura oceánica, los arrecifes de coral en Fiji están desapareciendo. La pérdida del frágil ecosistema tiene un efecto de arrastre en la pesca y el turismo.
Imagen: DW/A. March
Erosión de las playas
Las tormentas y el aumento del nivel del mar han arrasado gran parte de la playa al sur de la isla Viti Levu. Las palmeras, que ayudan a proteger la playa de la erosión, se han desarraigadoa medida que el océano se acerca más a la tierra. Para luchar contra el cambio climático y volverse más resilente a su impacto, los aldeanos han fundado su propio grupo ambientalista.
Imagen: DW/A. March
Una aldea lucha contra el cambio climático
Mientras veían subir el nivel del mar y las tormentas erosionando la playa, los aldeanos de Namatakula tomaron cartas en el asunto, En 2017, fundaron un proyecto de juventud basado en la comunidad para abordar el desarrollo y la adaptación al cambio climático. El grupo se centra en los esfuerzos de limpieza y los mecanismos de supervivencia, como la plantación de árboles. Ellos están en la COP23.
Imagen: DW/A. March
Reubicar a un pueblo
En febrero de 2016, el ciclón Winston azotó el pueblo de Vunisavisavi en la segunda isla más grande de Fiji, arrasando gran parte de la costa y destruyendo edificios. Desde entonces, el océano continúa acercándose. Los campos se inundan con agua salada y las casas se han derrumbado. Muchas familias han abandonado sus hogares o han sido reubicadas en terrenos más elevados.
Imagen: DW/A. March
Mudarse a una zona más alta
Sepesa Kilimo Waqairatavu es una de los aldeanos de Vunisavisavi que considera trasladarse a tierras más altas. Los miembros de su familia se mudaron después de que sus casas sufrieran daños en 2016, pero elhombre de 37 años no está seguro sobre la reubicación. Si bien avanzar hacia el interior ofrece una mejor protección, la nueva casa estaría aislada de la aldea y dificultaría la pesca.
Imagen: DW/A. March
Salir de las tierras ancestrales
Muchos ancianos del pueblo en Vunnisavisavi se negaron a abandonar sus hogares, creyendo que sus antepasados les confiaron la protección de la tierra. Pero Maria Lolou, de 85 años, la residente más anciana de la aldea, decidió trasladarse a tierras más altas con su familia en mayo de 2016. Aquí está con su bisnieta en el nuevo hogar.
Imagen: DW/A. March
Desaparece la atracción turística
La Costa de Coral es un destino popular de vacaciones en la isla Viti Levu. Es conocido por sus arrecifes amplios y poco profundos, que son fácilmente accesibles desde la orilla. Pero el aumento de la temperatura del agua ha dañado severamente el coral y en algunas partes lo han eliminado. Muchos en la industria turistica están preocupados porque sin el coral, los turistas ya no llegarán.
Imagen: DW/A. March
Una isla de fantasía en reemplazo
A medida que desaparecen las costas y los arrecifes de coral, los desarrolladores de Fiji han comenzado a buscar formas de mantener el flujo de dinero que generan los turistas. Una de las soluciones son las islas artificiales. Isla Fantasía es el mayor ejemplo de recuperación de tierras al océano. El proyecto ha atraído a una serie de centros turísticos de cinco estrellas.
Imagen: DW/A. March
Paraíso artificial
Los turistas en los centros a lo largo de la penínsila de Denarau en Viti Levu pueden publicar fotos en Instagram de aguas cristalinas y playas de arena blanca, rodeadas de palmeras. Pero es un paraíso artificial y uno que daña el medio ambiente de la isla. las playas fueron creadas dragando canales y extendiendo la arena en áreas donde los manglares alguna vez prosperaron.