"La captura de Paul Schäfer es una buena noticia", expresó el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer en Berlín. Fischer alabó la "gran cooperación entre las autoridades policiales y los gobiernos de Alemania, Chile y Argentina". El político alemán espera ahora "el esclarecimiento total de los crímenes cometidos en la Colonia Dignidad, hoy llamada Villa Baviera.

Tras 9 años de persecución, Schäfer, que hoy tiene 83 años, fue capturado este 10 de marzo en Tortuguitas, a unos 40 kilómetros al norte de Buenos Aires. Contra el antiguo jefe de Colonia Dignidad cursan demandas en Chile y Alemania por violación de menores, secuestro y evasión de impuestos. Francia – aunque sin confirmarse - lo exigiría también por asesinato.

Violación de derechos humanos

"El gobierno chileno pedirá su inmediata extradición a Santiago", declaró, por su parte, el presidente de ese país, Ricardo Lagos. En Chile el ex prófugo alemán enfrentará también acusaciones por "violación de los derechos humanos".

Paul Schäfer es además requerido por la fiscalía de Bonn, circuito de Siegburg-Hennef, que posee desde 1997 "8 casos documentados de violación de menores en su contra", como lo expresó Friedrich Apostel, vocero de la institución, a la redacción en castellano de DW-WORLD. La misma fiscalía aún tiene vigente una orden de captura contra Schäfer que sólo anulará o revocará cuando se aclare su situación legal en Chile. Las autoridades alemanas entrarán en contacto con sus homólogas chilenas para decidir los pasos a seguir.

Si la justicia chilena logra que Schäfer cumpla la condena dictada en su ausencia en 2004, habrá poco que las autoridades alemanas puedan hacer para exigir su extradición. Así que lo más probable es que una vez se haga justicia en Chile, sus víctimas alemanas tendrán que conformarse aquí con ese hecho. A esto se suma que, debido a la edad y el estado de salud de Schäfer, es probable que Schäfer no pase mucho tiempo en la cárcel y se le conceda arresto domiciliario.

Cero y van tres

Todo parece indicar que gracias a su avanzada edad, Paul Schäfer logrará, otra vez, escapar al castigo que desde hace décadas claman sus víctimas. Schäfer no sería el primero. Los casos del ex dirigente comunista alemán Erich Honecker, exiliado en Chile, y el del ex dictador chileno Augusto Pinochet son muy significativos.

Paul Schäfer es un ex suboficial nazi alemán, que fundó en 1961 junto a un grupo de colonos germanos la misteriosa colonia en la localidad de Parral, a 380 kilómetros al sur de Santiago.

Tras casi una veintena de allanamientos policiales en el extenso predio de Colonia Dignidad, que resultaron infructuosos, se cerró en 2003 el proceso por el abuso de menores, del que también se hizo parte el Consejo del Estado (Fiscalía). Los colonos que aún permanecen en la Colonia Dignidad y que ha "reorientado" su organización, señalaron que sienten "un enorme alivio" por la captura de su ex jefe, cuya actitud y régimen trajo "innumerables conflictos y vergüenzas a nuestra comunidad".

El oscuro pasado de la tortura

Agregaron que es "el momento de la Justicia", que colaborarán con los tribunales y destacaron que desde que Schäfer huyó transformaron la colonia en una comunidad "libre, abierta, transparente y con la intención de plena integración en la sociedad chilena". Sobrevivientes de la represión de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) han denunciado que el enclave fue utilizado como cárcel ilegal y centro de torturas de opositores políticos y que varios chilenos y extranjeros desaparecidos fueron vistos por última vez con vida en ese recinto.