Alemania ampliará sus tropas tras 25 años de desarme
10 de mayo de 2016
La ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, pretende hacer frente así a situaciones nuevas como las tensiones con Rusia y la creciente amenaza terrorista.
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"El Ejército alemán está llamado a modernizarse en todos sus ámbitos. Esto significa un viraje para nosotros", dijo Von der Leyen, la primera mujer que dirige la cartera alemana de Defensa. "Tenemos que salirnos del proceso de reducción constante", urgió, en alusión al progresivo desarme tras el fin de la Guerra Fría.
La política democristiana propuso suprimir el tope máximo de 185.000 soldados que rige en la actualidad para poder ampliar las tropas en 7.000 efectivos en una primera fase. El Ministerio de Defensa calculó que necesitará crear en los próximos siete años unos 14.300 puestos de soldados y 4.400 de civiles.
Alemania inició oficialmente el año pasado la revisión de su política de defensa para dejar atrás los tradicionales reparos y asumir un mayor compromiso internacional. El cambio responde a una nueva coyuntura marcada por fenómenos como el fin del servicio militar obligatorio en Alemania, la tensión con Rusia por el conflicto de Ucrania, la amenaza del terrorismo islamista o la nueva orientación estratégica de la alianza militar occidental OTAN.
Tras la Guerra Fría: Ucrania, OTAN, refugiados
El Ejército alemán se redujo de forma gradual desde la reunificación en 1990 a menos de un tercio, de 585.000 a 177.000 soldados, y el número de civiles empleados allí cayó de 215.00 a 87.000 en varias rondas de ajustes.
Pero el estallido de la guerra entre las fuerzas gubernamentales de Ucrania y los separatistas prorrusos y el avance de la milicia Estado Islámico en Medio Oriente ha llevado a un giro en materia de seguridad.
Las fuerzas armadas germanas (Bundeswehr) participan en un creciente número de misiones en el extranjero -en la actualidad unas 16- y han aumentado su presencia en la región oriental de la OTAN cercana a Rusia. Además, los soldados fueron destacados dentro del país para colaborar en la acogida de más de un millón de refugiados que llegaron al país.
El gobierno alemán acordó un aumento gradual y significativo del presupuesto de Defensa, de 34.300 a 39.200 millones de euros (39.000 a 44.600 millones de dólares) hasta 2020, pero la decisión final la tiene el Parlamento.
La cifra, no obstante, sigue siendo menor al dos por ciento del producto interior bruto (PIB) que proclama la OTAN como objetivo y que equivaldría en el caso de Alemania a más de 60.000 millones de euros.
Crece apoyo popular y demanda de la OTAN
Una encuesta del Centro de Historia Militar y Ciencias Sociales de Alemania señala que un 45 por ciento de los consultados está a favor de la ampliación del Ejército, el triple que en 2009. Una mayoría de 51 por ciento aboga por un aumento de los gastos de Defensa frente a un 19 por ciento en 2013.
La decisión probablemente sea bien recibida por los aliados de la OTAN. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, demandó en su reciente visita a Alemania un mayor compromiso de los europeos para afrontar los focos de crisis en el mundo.
RML (dpa, reuters)
Proyectos militares fallidos (05.06.2013)
Los fiascos no son inusuales en los proyectos de defensa. El escándalo en torno al “Euro Hawk”, que ha puesto en aprietos al ministro de Defensa alemán, es sólo el último ejemplo.
Imagen: picture-alliance/dpa/A.Schalit
El submarino que no flotaba
En 2013, expertos españoles que trabajaban en la construcción de cuatro submarinos S-80 descubrieron que el sumergible probablemente no podría flotar por problemas de diseño. Al reformular el proyecto, agrandaron la máquina, que pasó a ser un S-80 Plus. Em 2018 se descubrió que el problema ahora es que el submarino será tan grande que no entrará en su base, que deberá ser agrandada.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Pfeiffer
Más velocidad, más eficacia
Alcanzar la mayor eficacia suele ser el cometido de los grandes proyectos de defensa, también en Alemania. Pero el caso del dron “Euro Hawk” no es el primero que termina en un fiasco. Muchos proyectos han resultado demasiado caros, o simplemente no han funcionado. Aquí recopilamos algunos ejemplos, desde el de un submarino no apto para agua salada, hasta el de un avión propenso a estrellarse.
Imagen: Reuters
Tanque en miniatura
El tanque HS 30 inició una serie de proyectos de defensa fallidos. A mediados de la década del 50 , el entonces ministro germano de Defensa Franz Josef Strauss encargó varios miles, después de haber visto solo un modelo de madera. Pero los vehículos resultaron demasiado estrechos y sus cadenas demasiado débiles. Además, el sistema de refrigeración era inadecuado.
Imagen: Bundesarchiv, B 145 Bild-F027418-0012 / Berretty / CC-BY-SA
Starfighter: misión suicida
El siguiente fiasco tuvo consecuencias más graves. En 1958, Strauss equipó a la Fuerza Aérea alemana con naves F-104 Starfighter, de Lockheed. De 916 aviones, 269 se accidentaron. Hasta 1984 murieron en total 116 pilotos de estos Starfighter, que llegaron a ser conocidos como “productores de viudas”. En una auditoria se acusó a Strauss de haber dilapidado miles de millones de marcos alemanes.
Imagen: picture-alliance/dpa
Submarino alérgico al agua salada
Los primeros submarinos alemanes de postguerra, del tipo 201, eran supuestamente los más modernos de su clase. Pero poco después de entrar en servicio se detectaron fisuras en sus paredes exteriores: el acero no era resistente al agua de mar. El problema se superó con la próxima generación de submarinos, del tipo 205. Afortunadamente, éstos podían sumergirse sin correr riesgo de disolverse.
La serie de contratiempos de las Fuerzas Navales alemanas continuó con el buque de combate “Korvette 130”, que todavía no está completamente operativo. Desde su estreno, en 2008, ha deparado varias sorpresas ingratas: tornillos sueltos y armamento inapropiado fueron solo algunos de los múltiples problemas. Se espera que los trabajos para corregir esos defectos terminen en 2014.
Imagen: picture-alliance/dpa
El costoso Eurofighter
En 2003, el entonces canciller Gerhard Schröder se subió orgulloso a la cabina de un Eurofighter, el hasta entonces más costoso proyecto del ejército y la aviación. Pero un jet de combate se estrelló en un vuelo de prueba. Falló el mecanismo de dirección. En 2010 los sistemas de eyección de los asientos. Finalmente, el costo por jet se elevó de 50 a 90 millones de euros.
Imagen: picture-alliance/dpa
El tigre sin dientes
El helicóptero de combate “Tigre” también entró en funciones más tarde de lo previsto y su costo fue mayor que el inicialmente calculado. Oficiales del ejército dijeron que no era apropiado para el combate en Afganistán, porque su armamento no era suficiente para defender de ataques a soldados en tierra. Ahora ya no se lo denomina oficialmente "helicóptero de combate".
Imagen: picture-alliance/dpa
Cuestión de tiempo
También algunos proyectos actuales están causando dificultades. Se prevé que el Airbus A400M reemplace en algunos países europeos a otros aviones de carga más antiguos, como el Transall. El nuevo Airbus debería estar en función desde hace largo tiempo, pero numerosos problemas técnicos han obligado a postergar su entrega. Ahora, Alemania espera recibir la totalidad de sus A400 hasta 2020.