Gabinete alemán aprueba normas de deportación más duras
17 de abril de 2019
Según balances recientes, en los últimos cuatro años se ordenaron unas 188.000 expulsiones, de las cuales algo menos de la mitad no llegaron a materializarse, sea por problemas administrativos o de otro orden.
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El Gobierno alemán aprobó hoy (17.04.2019) un proyecto de ley para facilitar la expulsión de los refugiados cuya petición de asilo haya sido rechazada y que incluye retener en la cárcel a los que estén a punto de ser deportados para facilitar esa operación.
La "ley de devolución ordenada" propuesta por el ministro de Interior, Horst Seehofer, hará más difícil para los extranjeros que deben abandonar Alemania evitar su deportación. Entre otras cosas, también debería ser más fácil detener a refugiados por un corto tiempo antes de su deportación.
Significativamente, se gastará menos dinero que antes en extranjeros que ya están reconocidos como refugiados en otro país de la UE. "Sus servicios se limitan al boleto de vuelta, por así decirlo", dijo el miércoles en Berlín el jefe adjunto del grupo parlamentario conservador, Thorsten Frei, quien agregó que eso era algo bueno.
Junto a estas medidas, se prevé asimismo agilizar la incorporación al mercado laboral de los asilados capacitados para trabajar, a los que se facilitará el acceso a cursos de idioma e integración.
Ampliar el periodo de análisis de peticiones de asilo
El proyecto de ley plantea, por otro lado, ampliar el periodo contemplado para analizar las peticiones de asilo, actualmente establecido en una media de tres años, que se alargaría hasta cinco.
Interior estima que hay unos 700.000 refugiados, registrados como tales entre 2015 y 2017, cuya solicitud está aún pendiente de una decisión definitiva.
En 2015 ingresaron en Alemania casi un millón de solicitantes de asilo, récord absoluto de llegada de refugiados a este país, lo que desbordó la capacidad de acogida y gestión de esos casos, según ha reconocido reiteradamente Interior.
En los años siguientes el flujo migratorio se ha ido reduciendo considerablemente, en parte por las medidas adoptadas por el Gobierno alemán para reducir estos contingentes, por el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía en materia migratoria y también por el cierre de la denominada "ruta de los Balcanes".
Sin embargo, siguen sin haberse resuelto todas las peticiones de asilo –alrededor de 1,5 millones, desde 2015 a principios de este año– y hasta ahora tampoco se han agilizado las expulsiones al ritmo al que Seehofer aspira.
FEW (EFE, dpa)
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Merkel y Seehofer, en tensión por refugiados y la política de asilo
Llevan años discutiendo sobre la política de asilo y de refugiados: la canciller Merkel (CDU) y el ministro del Interior Seehofer (CSU) han desatado una vez más una lucha abierta por el poder.
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Un sermón para Merkel
Horst Seehofer, jefe de la CSU, hermana bávara de la CDU de Merkel, critica duramente la política de la canciller, y esta se tiene que quedar quieta durante 13 minutos, escuchándolo, como si fuera un alumna recogiendo sus malas notas. Esto ocurrió en noviembre de 2015 en la conferencia del partido de la CSU, a la cual Merkel fue invitada. La cara de Merkel lo dice todo.
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La fase de armonía
En efecto, hubo una fase en la que todo parecía funcionar de mil maravillas: en diciembre de 2013, antes de la crisis de los refugiados, todo parecían entenderse bien. Los lideres de partido Sigmar Gabriel (SPD), Angela Merkel (CDU) y Horst Seehofer CSU) tienen en sus manos el acuerdo de coalición de la nueva "Gran Coalición".
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"Lo lograremos"
Finales de agosto de 2015: en una conferencia de prensa, Merkel explica la frase que caracteriza su cancillería como ninguna otra: "Lo lograremos", refiriéndose a que su gobierno, y los alemanes, podrán con la llegada masiva de refugiados a Alemania. Seehofer no está de acuerdo y pronto presentará sus propios planes.
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Los bávaros se preparan para la lucha
En la conferencia de partido del CSU en enero de 2016, Seehofer demanda por primera vez una limitación de la inmigración. Alemania podría aceptar un máximo de 200.000 refugiados al año, según él. El ataque de Seehofer sorprendió a Merkel.
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¿Un brindis por el futuro común?
A pesar de todos los desacuerdos, ambos son conscientes de su interdependencia y se acercan de nuevo con dificultad. En mayo de 2017 toman juntos una cerveza en plena campaña electoral. Merkel no parece muy convencida de todo esto.
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¿Todo es comprensión?
Y de las cervezas al congreso de la CSU. En diciembre de 2017 la conferencia de la CSU ofrece un panorama totalmente distinto a del 2015. El conflicto sobre los refugiados parece haber desaparecido. ¿Y por qué? Alemania se encuentra en plana campaña electoral.
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Conversaciones de coalición difíciles
Las imágenes de una armonía, no del todo real, han hecho lo suyo. Merkel y Seehofer se preparan, a fines de octubre 2017, para las negociaciones de coalición, tras la victoria en las elecciones generales. Pero ya aquí se notan de nuevo las discrepancias. El tema dominante es, una vez más, la política de refugiados.
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El se queja, ella se calla
Seehofer no cede. Se trasladó de Munich a Berlín como nuevo ministro del Interior. En Múnich, Markus Söder asumió el cargo de primer ministro bávaro. Seehofer sigue criticando a Merkel, aunque con más cautela que antes.
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Los adversarios de Merkel
Seehofer pospone la presentación de su "Plan Maestro de Migración" debido a controversias con la canciller. Mientras Merkel invita a una cumbre sobre la integración, Seehofer se encuentra con el canciller austriaco Sebastian Kurz, a quien se siente políticamente cercano. El jueves pasado, las fracciones de la Unión se reunieron por separado. Ahora, en Alemania todos se preguntan cómo seguirá esto.