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El fútbol alemán y la homosexualidad

Daniel Martínez29 de marzo de 2013

Marcus Urban, único exfutbolista alemán que se ha atrevido a hacer pública su homosexualidad, asegura que el balompié del país ha progresado en cuanto al reconocimiento y la tolerancia de la diversidad sexual.

Escenas como estas son cada vez menos tabú en los estadios alemanes.
Escenas como estas son cada vez menos tabú en los estadios alemanes.Imagen: picture alliance/dpa

El exfutbolista alemán Marcus Urban ha alcanzado reconocimiento tras haber aceptado abiertamente su homosexualidad. Y aunque aún faltan muchas cosas por hacer, Urban, cuya autobiografía lleva el título “Jugar a las escondidas”, considera que el fútbol en Alemania ha dado pasos adelante para facilitar que la homosexualidad deje de ser tabú, y la homofobia ya no tenga cabida en los estadios.

Señor Urban, ¿hay homosexuales en el fútbol alemán?

Sí los hay, yo soy un ejemplo de ellos

¿Y pese a ello la presencia de homosexuales en el fútbol alemán sigue siendo un tabú?

Aún, sí. La tolerancia que ya existe en muchos sectores de nuestra sociedad todavía no ha llegado a otros, entre ellos el fútbol, donde la aceptación de una diversidad sexual sigue siendo escasa. Pero esa situación no es exclusiva del fútbol, lo mismo sucede en otras esferas sociales como la iglesia o las fuerzas militares.

¿Dónde debe empezar a aceptarse esa diversidad sexual en el fútbol: en la cancha o en las tribunas?

El problema es más global, y empieza cuando un chico le dice al otro “maricón” para insultarlo, y eso ya sucede fuera del estadio. En el fútbol alemán se ha empezado a sensibilizar a la gente con la situación, ya todos saben del tema y es imposible ignorarlo; hace ocho años eso no era así.

¿Entonces ya se ha ganado algo de terreno en esa campaña?

Sí, ya el tema no puede esconderse debajo de la alfombra, la sensibilidad al respecto no permite marcha atrás. Lo que tenemos por delante es el trabajo sobre cómo debe tratarse el tema en el balompié, y para ello la Federación Alemana de Fútbol (DFB) está a punto de publicar unos lineamientos oficiales.



Usted es parte del grupo encargado de proponer la formulación de esos lineamientos. ¿Qué tan adelantado va ese trabajo?


Se esperaba tener todo a finales de febrero, el concepto ya está escrito y solo resta que la Federación Alemana formule el texto definitivo, pero los detalles de cuándo se presentará formalmente no los conozco, eso es ya competencia de la organización.

¿Es positivo que el tema sea abordado institucionalmente por el fútbol alemán?

La gente necesita normas claras, unas reglas de conducta, y ellas las formulan las instituciones. Ahora bien, esas normas y esas reglas deben llegar a la cabeza y los corazones de la gente, pero lo que está haciendo la Federación Alemana de Fútbol servirá también para orientarlos.

Pero en Alemania la homosexualidad ya es vista como algo que no es motivo de discusión. En la política, el alcalde de Berlín y el ministro de Relaciones Exteriores son homosexuales y ello es aceptado y tolerado. ¿Por qué el fútbol alemán no alcanza todavía ese nivel?

Porque en el fútbol hacen falta personajes que sirvan de ejemplo, porque falta apoyo para aquellos que quizás podrían serlo. Un jugador homosexual que asumiera ese papel se sentiría solo y tendría miedo de la reacción de su entorno. Los políticos, a diferencia de los deportistas, no se duchan juntos, y el lenguaje que se maneja en ambos entornos es muy distinto. En el Parlamento nadie le gritaría “maricón” al otro, pero eso sí se escucha en el estadio.

¿Tiene todo esto una relación con la cercanía al público?

Los homosexuales en la política, o el mundo del espectáculo, no están todo el tiempo tan cerca de los espectadores y sus seguidores como los futbolistas, que en el estadio, cada fin de semana, arriesgarían ser insultados por los asistentes. A eso se suma que la homofobia todavía es tolerada por la mayoría de la gente, no hemos alcanzado el punto en el que alguien insulta a una persona por sus preferencias sexuales y quienes están a su alrededor se paran y dicen: no, así no.

¿Cree que en un futuro cercano se aceptará la homosexualidad en el fútbol?

Sin duda, hace algunos años la situación actual era inimaginable. En estos momentos no enfrentamos la pregunta ¿existe la homosexualidad en el fútbol?, porque ella ya se contestó; la pregunta ahora es ¿cómo nos comportamos frente al tema? Además, no se trata sólo de la homosexualidad, sino del complejo asunto de la diversidad, de aceptar y tolerar lo que es diferente, de no darle cabida a la homofobia.

¿Qué tan avanzada está Alemania en la materia con respecto al resto de las ligas de fútbol del mundo?

Alemania está muy avanzada en el tema de la aceptación de la homosexualidad en el fútbol, porque aquí el progreso de toda la sociedad va de la mano con este deporte que es tan popular en el país. A ello se le suma el compromiso institucional de la Federación Alemana de Fútbol de integrar el tema en su agenda de trabajo.

¿Y cuánto tiempo tomará para que en Alemania la homosexualidad en el fútbol deje de ser un tema tabú?

Difícil decir cuánto tiempo, pero sí puede describirle una escena que nos revelaría que eso ha sucedido: una pareja de homosexuales asiste a un partido de fútbol tomada de la mano y la gente pasa a su lado sin comentar eso ni de forma positiva o negativa. Y si alguien les grita “maricones”, el que insulta es mirado con rechazo y repudio por el resto. Solo entonces el tema ha dejado de ser un tabú.

Autor: Daniel Martínez
Editor: Diego Zúñiga

Marcus Urban, único exfutbolista que en Alemania ha reconocido ser homosexual, conversó con Deutsche Welle.Imagen: picture-alliance/dpa
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