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Alemania busca profesionales "amigos" en América Latina

Rosa Muñoz Lima14 de julio de 2013

¿Reducirá el Ministerio de Exteriores el financiamiento al Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD)? La discusión no ha terminado, asegura el DAAD. Si esto ocurre, ¿cuánto afectará a América Latina? ¿Y a Alemania?

Imagen: AFP/Getty Images

La noticia se esparció por la prensa alemana hace dos semanas: el Ministerio de Exteriores, del que provienen los fondos con que se financian las becas que el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) otorga a estudiantes y científicos extranjeros en Alemania, intentará ahorrar más de 16 millones de euros en 2014.

Los recortes equivaldrían a 1000 becas menos (alrededor de un 41 por ciento del total), aclaró recientemente a DW la presidenta del DAAD, Margret Wintermantel. "Se trata de un primer borrador del presupuesto. En el segundo, que debe decidirse en noviembre, el Ministerio se esforzará en prescindir de estos recortes hasta donde sea posible", aseguraron Alexander Au y Michael Eschweiler, directores regionales del DAAD para América Latina.

Más de 25.000 estudiantes de pregrado y maestrías, investigadores de doctorado y posdoctorado latinoamericanos han sido financiados por el DAAD desde 1951. Y el presupuesto para la región se ha duplicado en los últimos 15 años, de modo que representa hoy de más del 10 por ciento del presupuesto total, explicaron Eschweiler y Au. Así que, en caso de producirse los recortes del Ministerio de Exteriores, "no creemos que afecten de forma sobredimensionada a América Latina", agregaron.

Entre las becas individuales –financiadas con los fondos del Ministerio de Exteriores– y los programas de intercambio ligados a proyectos e instituciones –financiados con fondos del Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ)–, más de 5.700 latinoamericanos recibieron financiamiento del DAAD en 2012. Por otra parte –gracias a los fondos que aporta el Ministerio de Investigación y Educación (BMBF)–, más de 3.000 alemanes fueron financiados para investigar en América Latina. ¿Es éste un gasto o una inversión para Alemania?

A la cabeza, Brasil, México y Chile

"En los últimos años, la región –con excepciones– se ha vuelto cada vez más estable política y económicamente", ello hace que el interés de los científicos y universidades alemanas en América Latina se mantenga "estable y alto", comenta Au. Y así lo confirmaron los representantes de la Fundación Alexander von Humboldt (AvH), la Sociedad Alemana de Investigación (DFG) y el Ministerio de Investigación y Educación (BMBF, asesorado por la Agencia Aeroespacial Alemana DLR), presentes en el taller “Financiamiento para la Cooperación con Universidades y Centros de Investigación en América Latina”, organizado esta semana por la Universidad de Bonn.

El taller estuvo destinado a informar a científicos alemanes y latinoamericanos sobre vías de financiamiento para proyectos conjuntos. "Todas las organizaciones mostraron gran interés en América Latina, sobre todo en países con mayor crecimiento económico como Chile y Brasil", relató a DW Angélica García Montero, medico-veterinaria colombiana, investigadora doctoral de la Universidad de Duisburgo-Essen y becaria del DAAD.

Efectivamente, Brasil es el país con el que el DAAD financia actualmente el mayor intercambio (con casi el 25por ciento del presupuesto regional): "Brasil es la mayor plaza de la industria alemana fuera de Alemania. Alemania es el más importante socio comercial de Brasil en la Unión Europea. Y las universidades brasileñas han obtenido grandes presupuestos para mejorar su docencia, y buscan cooperación", confirma Eschweiler. Le siguen, según el volumen de intercambio, México (con casi 17 por ciento) y Chile (con alrededor del 10 por ciento). Menor intercambio existe con Honduras o El Salvador, donde aún la necesidad de formar en oficios supera al desarrollo académico, o con Cuba, con especiales condicionamientos políticos.

¿Quién gana?

La lista de programas del DAAD es enorme. Específicamente desarrollado de acuerdo con los intereses de la región, destaca el programa para jóvenes latinoamericanos estudiantes de ingeniería, que financia un semestre de estudios universitarios y otro de práctica en la industria alemana. En general, no sólo por la parte alemana, sino especialmente por parte de los becarios e instituciones latinoamericanas, con un enfoque tecnocrático del desarrollo nacional y la mirada puesta en el desarrollo del mercado laboral, "prevalece el interés por las carreras de matemáticas, informática, ciencias naturales y técnicas", precisa Au. El interés y, por tanto, el financiamiento para proyectos de ciencias sociales o humanidades es exponencialmente menor.

Al final, ¿es éste un gasto en el que incurre Alemania para "ayudar" a América Latina? "América Latina se beneficia con la calidad de la docencia e investigación alemana y con la experiencia en la transferencia de tecnologías de las universidades a la industria", opina Eschweiler. "Los becarios latinoamericanos ganan una muy buena formación académica y mejores oportunidades laborales. Las universidades y la industria de la región, docentes y profesionales muy bien cualificados", añade Au. Pero, al mismo tiempo, "las universidades alemanas ganan nuevos socios para la cooperación, o un campo de investigación por excelencia para temas como la biodiversidad", coinciden ambos.

"Los países de procedencia ganan sobre todo si las personas vuelven y terminan trabajando allí, sea en el sector estatal o privado", opina la becaria colombiana Angélica García Montero. "Pero también Alemania gana mucho", agrega esta médico-veterinaria de la Universidad de Duisburgo-Essen: una vez que se otorga una beca o se establece una cooperación, aunque esta concluya, "los resultados de la investigación se quedan aquí, y la relación con Alemania influye a la hora de decidir qué equipos comprar, con quién trabajar en el futuro, dónde publicar otros resultados científicos".

Con programas cofinanciados con países como Brasil, Chile o Colombia, así como con programas de seguimiento para la financiación de literatura, infraestructura y redes para el trabajo científico de exbecarios en sus países de origen, el DAAD promueve el retorno del personal calificado a América Latina. Además, ha financiado el establecimiento de dos centros de excelencia para la investigación y docencia en Chile y Colombia. "Nuestra misión es incentivar a las élites científicas extranjeras", no "reclutarlas", explican Au y Eschweiler ante el reproche por el "robo de cerebros". "Se trata de ganar amigos para Alemania en el extranjero", dicen, y quizás el Ministerio de Exteriores se detenga en noviembre a escucharlos, antes de fijar su presupuesto definitivo.

Autora: Rosa Muñoz Lima
Editor: Diego Zúñiga

Heidelberg Center para América Latina, "Centro de Excelencia en Investigación y Docencia" en Santiago de Chile.Imagen: Center para América Latina
Tzutzuy Ramírez, biomédico mexicana doctorada en la Universidad de Wurzburgo, becaria y rostro de una campaña del DAAD en México (2006). Hoy empleada de BASF, en Alemania.Imagen: picture-alliance / dpa/dpaweb
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