La selección alemana de fútbol consiguió este domingo (11.10.2015) el ansiado pase directo a la Eurocopa 2016, que se celebrará en Francia, tras ganarle 2-1 al equipo de Georgia en el último partido de clasificación. Gracias a los goles de Thomas Müller (50') y de Max Kruse (79'), la campeona del mundo cerró la fase de grupos de clasificación líder del grupo D con 22 puntos, uno por delante de Polonia que derrotó 2-1 a Irlanda.

Por su parte, Georgia, en quinta posición con sólo nueve puntos, dice adiós a la gran cita europea del próximo año, aunque con la cabeza bien alta después de haber hecho sufrir a Alemania en su visita al campo del Leipzig. Lejos de la puntería con la que el equipo de Joachim Löw se consagró campeón del mundo en Brasil en 2014, la selección alemana necesitó un penal para anotar el primer tanto del partido.

Alemania acudió al encuentro con la presión de necesitar al menos un empate después de la inesperada derrota el jueves (8.10.2015) ante Irlanda 1-0 en Dublín. A pesar de que todo estaba de su lado en el partido ante Georgia, actualmente en la posición 110 del ranking mundial, los germanos sufrieron más de lo esperado.
En la primera parte, Georgia, se limitó a intentar contener la fuerte ofensiva de los locales.

El primer tiempo terminó con marcador de 0-0; lo cual resultaba increíble si se tenía en cuenta la trayectoria del partido. Alemania había ejercido un dominio asfixiante en todos los terrenos, había llegado al área contraria y había rematado constantemente a la portería prácticamente desde las primeros minutos. Marco Reus tuvo tres ocasiones claras de abrir el marcador, sin contar otros remates a puerta menos promisorios.

La primera en el minuto 13, con un remate desviado desde unos cinco metros de distancia. Otra, en el 31, volvió a rematar desviado desde el borde del área chica a pase de Gündogan y, seis minutos después, remató a quemarropa al cuerpo del portero tras gran pase de Özil. Las ocasiones desaprovechadas –hubo otras– hubieran podido pasarle factura a Alemania en el minuto 27.

Como de la nada, los georgianos fabricaron una jugada de ataque que terminó en un remate de Okriashvilli que Manuel Neuer tuvo que desviar a saque de esquina. El gol llegó por fin en el minuto 49, a través de un penalti
convertido por Thomas Müller. La pena máxima se había generado por una falta dentro del área de Kankava contra Mesut Özil. Georgia, sorprendentemente, reaccionó casi de inmediato.

En el 53, Neuer tuvo que exigirse para desviar a saque de esquina un disparo de Kveskveri y tras el cobro, el rebote le cayó a Kankava que marcó con una volea desde unos veinte metros. Tras el empate, hubo una fase en la que Georgia se atrevió bastante e incluso en el minuto 59 Kverskveri tuvo el segundo en sus pies con un remate dentro del área pequeña, ante el que Neuer reaccionó con una parada increíble.

Alemania se apagó un poco ante un partido que se le complicaba después de haber tenido suficientes ocasiones para sentenciar en la primera parte. A quince minutos del final, el seleccionador alemán Joachim Löw
decidió mover el banquillo y sacó a André Schürrle dándole paso a Max Kruse. Cuatro minutos después, Kruse justificó su presencia en el campo al marcar el segundo gol alemán con un remate dentro del área, a centro de Özil.

ERC ( EFE / dpa )