Alemania compra el medicamento anti COVID-19 que usó Trump
25 de enero de 2021
Cuando el entonces presidente de Estados Unido se había contagiado con el nuevo coronavirus en noviembre pasado, fue tratado con el medicamento de Regeneron. Donald Trump afirmó que el antídoto lo "curó".
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Alemania será el primer país de la Unión Europea (UE) en utilizar el mismo tratamiento experimental basado en anticuerpos que supuestamente ayudó a Donald Trump a recuperarse del COVID-19, anunció el domingo (24.01.2021) el ministro de Salud, Jens Spahn.
"El gobierno ha comprado 200.000 dosis por 400 millones de euros (486 millones de dólares)", declaró Spahn al periódico alemán Bild.
Según un portavoz del Ministerio de Salud, cada dosis cuesta 2.000 euros, pero los pacientes no tendrán que pagar por el tratamiento. La semana próxima estarán disponibles dos versiones de ese tratamiento basado en anticuerpos "monoclonales" en los hospitales universitarios del país.
Además, Spahn subrayó que Alemania es el "primer país de la UE" en utilizar ese tipo de terapia para luchar contra la pandemia. Las dos versiones del tratamiento fueron aprobadas en noviembre en Estados Unidos, pero las autoridades de regulación de la UE todavía no las han autorizado.
Según la portavoz del ministerio, la autoridad alemana de regulación de medicamentos, el instituto federal Paul-Ehrlich, consideró que el uso de esa terapia estaba "en principio" autorizado, dependiendo del caso, si los médicos lo juzgaban adecuado para evitar "una enfermedad grave u hospitalizaciones (de pacientes) de ciertos grupos de riesgo".
Alemania hizo encargos a dos laboratorios estadounidenses: uno es el de Regeneron, que fabrica el Casirivimab/Imdevimab; y Eli Lilly, que elabora el Bamlanivimab, según la portavoz.
El entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se había contagiado con el virus en noviembre pasado, fue tratado con el medicamento de Regeneron. El exmandatario estadounidense afirmó en esa instancia que este antídoto lo "curó".
La versión de Regeneron es una combinación de dos anticuperos sintéticos que, al ser inyectados en el cuerpo del paciente, pueden fundirse en el virus para neutralizarlo, como se supone que debe hacer el sistema inmunológico.
El Instituto Robert Koch (RKI), ente que informa diariamente los nuevos contagios, comunicó que 6.729 personas se infectaron con el COVID-19, mientras que 217 personas murieron con o a causa del virus. Desde el comienzo de la pandemia, Alemania ha registrado más de un millón de casos de COVID-19 y más de 50.000 decesos.
JU (afp, dpa, tagesschau.de)
El confinamiento vacía las ciudades de Alemania
Nunca antes las urbes germanas habían estado tan despobladas en época navideña como este 2020. En todo el país rigen estrictas medidas para controlar la pandemia.
Imagen: Sebastian Kahnert/dpa/picture alliance
Paseo solitario en Berlín
Kurfürstendamm: calle comercial, paseo y una de las avenidas más transitadas de Berlín durante las compras de fin de año. Bueno, así era. Dado que Alemania decidió hacer frente con medidas drásticas al avance de la pandemia, la mayoría de las tiendas de esta zona de la capital alemna han debido cerrar sus puertas.
Imagen: Kay-Alexander Scholz/DW
Menos brillo navideño
No lejos de Kurfürstendamm se ubica, en tiempos normales, el animado mercado navideño de Breitscheidplatz. Allí, en medio de fuertes medidas de seguridad, solía congregarse mucha gente a celebrar estas fechas. El lugar cobró notoriedad en 2016, cuando doce personas murieron en un atentado terrorista. Ahora luce sombrío y solitario.
Imagen: Paul Zinken/dpa/picture alliance
Solo queda mirar las vitrinas
Kaufhaus des Westens (Kadewe), ubicada en la Tauentzienstraße, continuación de Kurfürstendamm, es la tienda de departamentos más conocida de la república. Con excepción del famoso sector de los comestibles, acá todo está cerrado. El comercio minorista alemán recibirá pagos de compensación por parte del Estado, pero todavía muchos están esperando la ayuda prometida para este mes de diciembre.
Imagen: Sean Gallup/Getty Images
Soledad en Hamburgo
Las cosas no son distintas en la segunda ciudad de Alemania, Hamburgo. En el centro, en torno a la Mönckebergstraße, impera el silencio. También acá el sector minorista espera una fuerte caída de las ventas tras el segundo confinamiento, y siempre suponiendo que esto termina el 10 de enero, como está previsto. Si esto se extiende, nadie se atreve a sacar cuentas.
Imagen: Bodo Marks/dpa/picture alliance
Controles policiales en Freiburg
Freiburg im Breisgau es conocida como una ciudad adorable, ubicada en los confines de la Selva Negra y atravesada por arroyos. Acá también, como en todo el estado federado de Baden-Württemberg, impera un régimen de confinamiento, con toques de queda, desde el pasado 12 de diciembre. Solo se puede salir de casa por razones de fuerza mayor. Durante la noche hay medidas aún más radicales.
Imagen: Antonio Pisacreta/ROPI/picture alliance
Abstinencia total en Múnich
En la capital de Baviera, la gente se reunía en estas fechas alrededor de Marienplatz y Stachus (que oficialmente se llama Karlsplatz) para departir y saborear copas de vino caliente. Este año eso no será posible ni en Múnich ni en ningún otro lado, porque está prohibido beber alcohol en espacios públicos. Por el coronavirus, claro.
Toda Baviera está profundamente dormida por culpa de las medidas de contención impuestas por las autoridades. El estado sureño es uno de los más afectados por el coronavirus. Pese a la dureza de las nuevas medidas, el 69 por ciento de los alemanes está de acuerdo con ellas, según un sondeo dado a conocer esta semana por la cadena radial ARD.
En el estado federado de Sajonia la tasa de incidencia del SARS-CoV-2 es tan alta como en casi ningún otro lugar: más de 700 infecciones por cada 100.000 habitantes fueron reportadas en una semana solo en el distrito de Bautzen. En Reichenstraße, el bulevar más concurrido de Bautzen, la pirámide navideña se ve ahora más triste que nunca.
Imagen: Sebastian Kahnert/dpa/picture alliance
Con mascarilla por Dresde
También en Dresde rigen estas normas, y de hecho es obligatorio usar mascarillas desde hace bastante tiempo. La regulación contra el coronavirus se endureció este fin de semana: los supermercados solo podrán vender artículos de uso diario. Ropa, libros y juguetes ya no están disponibles, para no atraer a más compradores de los necesarios.
Imagen: Sebastian Kahnert/dpa/picture alliance
Una imagen como de otra época
Seguramente desde los años del Muro de Berlín que la plaza frente a la Puerta de Brandeburgo no estaba tan vacía. No solo faltan los turistas, sino que también se canceló la fiesta de fin de año más grande del país. También se decidió anular el lanzamiento de fuegos artificiales. La famosa cuenta regresiva para el nuevo año se hará esta vez de forma digital y por televisión. Como sea, ¡feliz 2021!