El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, señaló que ningún país que “disponga de las capacidades técnicas debe negar su ayuda”. En una conferencia de prensa ofrecida con su homólogo danés, Steinmeier indicó que “el Gobierno alemán ha decidido no eludir la responsabilidad y hacer su contribución”, puntualizando que eso implica “deshacernos de parte de los desechos químicos".

GEKA, una entidad del Ministerio de Defensa alemán con sede en Munster, se encargará de eliminar los residuos que resulten del proceso de eliminación de los arsenales, según explicó el ministro.

Larga experiencia

Por su parte, la jefa de la cartera de Defensa, Ursula von der Leyen, afirmó que “Alemania tiene una tecnología segura y larga experiencia en la eliminación de material de combate“. Por ello es a su juicio sensato poner estas capacidades a disposición de la comunidad internacional y hacer así ”un valioso aporte al proceso de paz“.

Se estima que en Alemania se destruirían varias toneladas de elementos hidrolizados que quedan al descomponer los gases tóxicos. El primer paso en la destrucción de las armas químicas sirias lo llevará a cabo Estados Unidos a bordo de un buque. Desde allí los residuos muy diluidos serán llevados a una planta de incineración en Munster.

Sin peligro

Las autoridades alemanas aseguraron que se respetarán todas las disposiciones ambientales. Igualmente se afirmó que, tras la incineración, no quedan sustancias peligrosas.

Damasco accedió a entregar su arsenal químico antes de junio de este año y declaró poseer 1.300 toneladas de armas de esta naturaleza. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) dispuso que el arsenal sea destruido en el extranjero. Una parte de los materiales comenzó a salir del país esta semana a bordo de un barco danés.

ers (reuters, afp, dpa)