Alemania apoyará la lucha contra el autoproclamado Estado Islámico haciendo vuelos de reconocimiento; pero esa ayuda es poca y llega tarde, señala Christian Hacke, experto en Política Exterior de la Universidad de Bonn.
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Christian Hacke, profesor emérito del Instituto de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Bonn, se ha especializado en el análisis de las políticas exteriores de Estados Unidos y Alemania. Deutsche Welle habló con el catedrático sobre la disposición de Berlín a cooperar con París para crear una coalición lo más monolítica posible con miras a “hacerle la guerra” a la milicia terrorista Estado Islámico. “Alemania se está moviendo y, así, creo que podemos dar pasos gigantes en la lucha contra los terroristas”, dice Hacke en la entrevista.
Deutsche Welle: El Gobierno alemán participará en el frente militar contra el Estado Islámico (EI) con dos aviones para hacer vuelos de reconocimiento sobre el territorio sirio y una fragata que escoltará al portaviones francés Charles de Gaulle. ¿Podemos describir esos aportes como una misión de combate?
Christian Hacke: Aunque esos aportes constituyen un cambio importante en la política exterior de Alemania, no creo que puedan ser descritos como una misión de combate. En lo que respecta a la disposición para luchar militarmente contra el EI, Alemania todavía no está a la altura de los otros aliados de Francia. París ha dejado saber que se siente decepcionada por la reacción de Berlín tras los atentados del 13 de noviembre. Como de costumbre, Alemania respondió tarde y a regañadientes a la solicitud de solidaridad de Francia.
El involucramiento de soldados estadounidenses y británicos en acciones militares fuera de sus países es percibido con relativa benevolencia por sus respectivos compatriotas, mientras que las misiones de combate del Ejército germano son siempre objeto de severas críticas en Alemania. ¿A qué se debe este fenómeno?
Mi colega berlinés Herfried Münkler describe a la alemana como una ‘sociedad post-heroica’. Los alemanes no hemos terminado de comprender la relevancia del vínculo entre la política exterior y el instrumento militar. En ese sentido, a la sociedad alemana todavía hay que llevarla de la mano para que entienda lo que está en juego. Por fortuna, Angela Merkel tiene mucho tacto de cara a la opinión pública nacional y a la postura predominantemente pacifista de los alemanes. Su Gabinete parece estar respaldando su golpe de timón.
En situaciones de crisis o de guerra, como la que se vive hoy, la diplomacia va más allá de medir las palabras en una mesa de negociaciones; el desarrollo de un diálogo diplomático también depende de la fuerza militar, del prestigio y del peso que cada país lleve a esas negociaciones. El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, tiene a su favor sus evidentes esfuerzos por propiciar la paz tanto en el Cercano Oriente como en Ucrania. Él puede resultar fortalecido por la decisión de Alemania de unirse a la lucha militar contra el EI.
Los rusos quieren instalar misiles tierra-aire en Siria y es de suponer que los usarán tanto para atacar al EI como para defender al establishment liderado por Bashar al Assad. ¿Qué peligros indirectos implica eso para los pilotos alemanes a cargo de los vuelos de reconocimiento sobre Siria?
Eso constituye un problema técnico y táctico. No existe un frente monolítico contra el EI porque los intereses en juego son muy disímiles. Estados Unidos, Arabia Saudita y Turquía quieren derrocar a Al Assad y Rusia quiere respaldar al ‘hombre fuerte’ de Damasco. Alemania está en el medio. Yo desearía que Berlín apoyara más la posición de Moscú; es decir, que Alemania se concentrara en derrotar al EI y sólo luego se ocupara de la transición de poder en Siria. Y es que también Alemania tiene intereses que defender.
El flujo más grande de refugiados sirios desemboca en Alemania. Ese es, a mis ojos, el argumento decisivo a favor de que el Ejército germano participe activamente en la coalición militar contra el EI.
Si la Bundeswehr se compromete con el frente militar anti-EI, Alemania se convertirá automáticamente en potencial blanco de ataques terroristas. ¿Es ese el precio de la solidaridad de Alemania con Francia?
Pero, ¿cuál es la alternativa? Si no se compromete, Alemania corre el riesgo de parecer cobarde e indigna de confianza a los ojos de quienes conforman la coalición contra el EI. Y si algún día el terrorismo nos golpea duramente, nadie se va a mostrar solidario con nosotros.
Terror en París: acciones y reacciones (14.11.2015)
Unas 130 personas murieron en 2015 en una serie de atentados en diversos puntos de la capital francesa. Líderes de todo el mundo manifestaron su repudio al terrorismo y apoyo a la sociedad francesa.
Imagen: Reuters/C. Hartmann
¿Berlín también en la mira del terrorismo?
La canciller alemana Angela Merkel expresó sus condolencias al pueblo francés, poco antes de que las autoridades alertaran de que Alemania está "en la línea de fuego del terrorismo internacional". "La situación es seria", también en Alemania, dijo el ministro de Interior, Thomas de Maizière, tras una reunión extraodinaria del Consejo de Ministros.
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Nietfeld
Llamado desde Bruselas
Todas las instituciones de la Unión Europea, con sede en Bruselas, convocan a enfrentar unidos el terrorismo, pero sin perder la cordura y a no confundir a refugiados con terroristas.
Imagen: DW/M. Banchon
Ministro alemán: "Observamos tanto a yihadistas como a la ultraderecha"
Thomas de Maizière, ministro alemán del Interior, aseguró que "las fuerzas de seguridad tienen bajo observación tanto a militantes y simpatizantes de la Yihad como a la ultraderecha". "Es especialmente importante que no se mezclen los atentados de París con la acogida de refugiados", advirtió el ministro.
Imagen: DW/B. Riegert
Chilena entre las víctimas que asistían a concierto
Patricia San Martín, sobrina del embajador de Chile en México y militante del Partido Socialista (PS), Ricardo Núñez, murió en el Club Bataclan durante los ataques, informó la presidenta del Partido Socialista de Chile, Isabel Allende en entrevista con Radio Bio Bio.
Imagen: Lari Lucien
Estudiante estadounidense entre los muertos
Nohemi González, de 23 años de edad, de El Monte (California), murió durante los ataques perpetrados en la capital francesa la noche del viernes. González era una estudiante de diseño que se hallaba en París siguiendo un programa de intercambio, confirmó la Universidad Estatal de California Long Beach (CSULB).
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Lo Scalzo
Tributo en Irán
"Somos amigos", reza el cartel en una calle de Teherán en nombre de los iraníes.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Kenare
Ataques coordinados
La policía afirma que los terroristas atacaron siete puntos diferentes en París, incluyendo un estadio de fútbol, un centro comercial, el Teatro Bataclán, y restaurantes. El número de víctimas podría aumentar.
Imagen: Getty Images/AFP/D. Faget
Miedo y pánico
Los heridos fueron rápidamente evacuados del área que rodea al teatro Bataclan, donde los presuntos yihadistas hicieron detonar sus cinturones explosivos acabando con la vida de al menos 100 personas.
Imagen: picture-alliance/dpa/Y. Valat
Carnicería
La Policía francesa rodea la sala Bataclan, tras la intervención de las fuerzas especiales y la liberación de los rehenes a la 01:00 de la madrugada. Los testigos afirman que los suicidas gritaron "Allahu akbar" (Alá es grande) antes de hacer detonar las cargas que llevaban pegadas al cuerpo. Hay más de un centenar de fallecidos.
Imagen: Reuters/C. Hartmann
Objetivo: el Estadio de Francia
Al norte de la ciudad, al menos cinco personas perdieron la vida como consecuencia de tres explosiones localizadas cerca del Estadio de France, donde la selección gala y la alemana disputaban un partido amistoso. Los espectadores fueron saliendo del recinto en pequeños grupos para extremar las precauciones.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/C. Ena
Escenas de pánico
Tras las explosiones localizadas junto al Estadio de Francia, el pánico cundió entre el público que asistía al encuentro. Los espectadores se concentraron en el césped. El presidente François Hollande tuvo que ser evacuado en helicóptero y trasladado al Palacio del Elíseo, desde donde mandó un mensaje a la nación.
Imagen: Imago/PanoramiC
Hollande, en shock
El presidente François Hollande asistía al Estadio de Francia en el momento de los ataques. En un mensaje dirigido a la nación, declaró el estado de emergencia en toda Francia y anunció el cierre de las fronteras.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Marchi
Refuerzo de la seguridad
Cerca de 1.500 soldados fueron movilizados por Hollande para reforzar la seguridad en la capital del país. Las autoridades creen que los atacantes causantes de los tiroteos y las explosiones están muertos.
Imagen: Getty Images/K. Tribouillard
Medidas de emergencia
Además de cerrar los pasos fronterizos, Hollande ha movilizado a 1.500 militares, ha establecido protocolos de urgencia en los hospitales y ha prohibido que se celebren espectáculos en París, al menos, durante este sábado.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Spingler
Reacción de Obama
El presidente de EE. UU. se puso en contacto con su homólogo francés. La Casa Blanca publicó un comunicado en el que destacó las condolencias trasladadas por Barack Obama a Hollande y reiteró el apoyo “firme e inquebrantable” de EE. UU. a su “más antiguo aliado y amigo”. Los atentados de París no son solo contra “el pueblo de Francia”, sino que “son un ataque contra la humanidad”, dijo Obama.
Imagen: Reuters/K. Lamarque
Solidaridad con Francia
Numerosos Gobiernos de todo el mundo se han solidarizado con Francia por lo ocurrido en las calles de París. El One World Trade Center de Nueva York encendió sus luces con los colores de la bandera gala.