Centro de investigación contra la extrema derecha
21 de junio de 2012 En el haber del grupo de extrema derecha “Clandestinidad Nacionalsocialista” se cuentan los asesinatos de nueve hombres de origen griego y turco, dos atentados con explosivos y varios asaltos a filiales bancarias. Solo siete años después se logró capturar al trío terrorista de Jena. Ahora, no solo las autoridades se encargan de investigar cómo funciona la red de extrema derecha que cometió la serie de homicidios, sino también los científicos se enfocan especialmente en el extremismo de derecha en el Este de Alemania. Entre los analistas del Centro de Investigación del Extremismo de Derecha se encuentra el profesor Klaus Dörre, quien conversó con Deutsche Welle.
Deutsche Welle: En casi todas las universidades alemanas se está investigando el accionar del extremismo de derecha. ¿Qué diferencia al nuevo Centro Especializado en el Extremismo de Derecha de otros centros de investigación?
Prof. Klaus Dörre: En vista del desarrollo que vemos aquí en Jena en lo que respecta al terrorismo de derecha, la ciencia trata de responder las preguntas que se plantea la sociedad. Por ejemplo: ¿Cómo pudieron permanecer ocultos nueve homicidios en el lapso de diez años? Se nos ocurrió reunir todas las investigaciones acerca del extremismo de derecha provenientes de teólogos, psicólogos, politólogos y sociólogos y promover un intercambio de información. Como resultado de ese intercambio pueden surgir nuevos enfoques en la investigación del tema que tal vez puedan responder a esas preguntas.
¿Cómo evalúa usted el rol de la ciencia en el esclarecimiento de la serie de homicidios de extrema derecha? ¿Podrían haber colaborado los investigadores a evitar la serie de irregularidades en la pesquisa del grupo terrorista nazi de Zwickau?
No diría eso. Si bien hace doce años se llevaron a cabo una serie de estudios cuyos resultados fueron bastante alarmantes, ni la opinión pública ni la política les prestaron demasiada atención. La cuestión es, más bien, ¿cómo es posible que las élites políticas no hayan prestado atención a esas conclusiones científicas alarmantes?
No es casual que este nuevo centro esté precisamente en la Universidad de Jena, ya que su idea es estudiar a fondo la situación en el Este de Alemania. ¿Por qué cree usted que estos grupos de extrema derecha surgen justamente allí?
En primer lugar, constatamos que existe un potencial de aprobación del populismo de derecha y de corrientes políticas de extrema derecha superior al promedio en diversas áreas. Según encuestas, la xenofobia y la hostilidad contra personas de origen extranjero tienen un nivel de aceptación superior al promedio en el Este de Alemania. En segundo lugar, vemos que la escena neonazi del Este alemán es extraordinariamente militante. Entre los adeptos a la extrema derecha que viven en el Este de Alemania existe, entretanto, un 90 por ciento que posee una orientación contraria al sistema. Definimos esa orientación, en primera línea, como la disposición y la voluntad de anular el estado democrático a través de medidas extraparlamentarias.
¿Cómo es la situación en las universidades¿ ¿Hay entre los estudiantes una tendencia a identificarse con ideologías de extrema derecha?
En las universidades no se ve con frecuencia la presencia de personas de la extrema derecha actuando en forma explícita. Pero si tenemos en cuenta ciertas formas de pensar en la actitud diaria de los estudiantes, constatamos, sin duda, orientaciones de extrema derecha. Por ejemplo, en lo que respecta al tema del Holocausto.
Los estudiantes alemanes de hoy no se sienten ni racional ni emocionalmente responsables de ese oscuro capítulo de la historia alemana. Por el contrario, subrayan que no quiere que se los mida continuamente con la vara de ese pasado espantoso. En definitiva, lo que sucede es que se llega, incluso, a restar importancia al Holocausto. Otro ejemplo es una especie de racismo en la vida cotidiana. En las ciudades universitarias hay toda una serie de orientaciones xenófobas que son todo, menos inofensivas, especialmente para los estudiantes de origen extranjero. Esa es toda una problemática por sí misma que requiere de una investigación de largo alcance.
¿Qué impulsos parten de las universidades y, en especial, de los estudiantes, en la lucha contra la extrema derecha?
Jena es conocida por su red de acción contra el extremismo de derecha, en la que trabajan muchos estudiantes, y torno a la cual se han creado otras formas de resistencia contra la extrema derecha como, por ejemplo, sentadas y bloqueos contra las celebraciones de esos grupos. En la ciudad se ha dado un amplio consenso para evitar, en lo posible, la realización de tales eventos. Eso quiere decir que, entre otras cosas, se bloquean accesos. Con medios pacíficos, claro está. Y esa forma de desobediencia civil, unida a la disposición a arriesgar algo en lo personal ha derivado, de hecho, en un gran impulso. Y ese impulso partió de Jena, luego de que Dresde comenzó con ciertas dudas iniciales y ahora también se actúa de manera resoluta utilizando esas sentadas y bloqueos contra la marcha anual de los neonazis. Y ya hemos logrado algunos éxitos que, creo, tendrán consecuencias perdurables.
Se planea que el nuevo centro de investigación comience a funcionar en julio de este año. ¿Cuál será su tarea allí?
Debemos desarrollar un plan con el objetivo de responder a las preguntas que la sociedad realmente se plantea y que le preocupan. Como, por ejemplo, todo lo concerniente a la red de terrorismo de derecha. Y la meta es responderlas lo más rápido posible y a través de resultados respaldados empíricamente.
Entrevista: Sabine Damaschke (CP)
Editora: Rosa Muñoz Lima