"¡No a la cooperación con el partido Alternativa para Alemania (AfD)!": todos los otros partidos representados en el Bundestag alemán hacen hincapié en mantener el cortafuegos contra la extrema derecha. ¿Pero cumplen su compromiso? Al más alto nivel parlamentario, es decir, en el Parlamento, eso se ha logrado hasta ahora. Pero un nivel más abajo, en los parlamentos de los estados federados, solo funcionó hasta 2019.

En ese momento, Thomas Kemmerich, del Partido Demócrata Liberal (FDP) fue elegido ministro presidente de Turingia con los votos de la AfD. La indignación fue tan grande en toda Alemania -incluso intervino la entonces canciller Angela Merkel (de la Unión Demócrata Cristiana, CDU)- que Kemmerich dimitió a los pocos días.

Desde entonces, no ha habido ningún caso comparable. El éxito de una votación sobre una reducción del impuesto a la transferencia de propiedad, en septiembre de 2023, también causó revuelo en Turingia, ya que el AfD y el liberal FDP votaron a favor de una moción de los cristianodemócratas (CDU) en el Bundestag. Cabe recordar que el AfD está clasificado como organización sospechosa de ser de extrema derecha por la Oficina Federal de Protección de la Constitución desde 2022.

La CDU aprobó una resolución de incompatibilidad en 2018

La CDU ya había aprobado una resolución de incompatibilidad en su congreso partidario, en 2018, que no solo se aplica a la AfD: "La CDU de Alemania rechaza las coaliciones y formas similares de cooperación tanto con el partido La Izquierda como con Alternativa para Alemania", comunicó la Unión conservadora.

Desde entonces, ha habido repetidas discusiones sobre cuándo se llega al límite de la cooperación. Al fin y al cabo, nadie puede impedir que el AfD vote a favor de mociones de otros partidos.

Por debajo de los grandes escenarios políticos -el Bundestag y los parlamentos estatales- ya hay muchos más puntos de contacto. En ciudades y municipios, todos los partidos cooperan con el AfD y otras agrupaciones de la derecha extrema: esta es la conclusión a la que ha llegado la Fundación Rosa Luxemburgo, políticamente cercana al partido La Izquierda.

Al menos 121 colaboraciones desde 2019

El título de este estudio es una pregunta: "¿Resistirá el cortafuegos?". La respuesta es clara: no, ya tiene muchos agujeros. Entre 2019 y 2023, la politóloga Anika Taschke y su colega Steven Hummel registraron 121 casos en municipios del este de Alemania. En la mayoría de los casos, las mociones se presentaron o se votaron conjuntamente con grupos o partidos ultraderechistas.

En el estudio se describen casos concretos. Por ejemplo, en octubre de 2019, la CDU solicitó en el distrito berlinés de Reinickendorf una "prohibición del pañuelo en la cabeza para las escolares hasta sexto grado inclusive". Tras largos debates, que se prolongaron durante meses, la moción fue aprobada con los votos de la CDU y del AfD en agosto de 2020.

Las conclusiones son claras: la mayoría de las colaboraciones con el AfD u otros partidos y grupos ultraderechistas son atribuibles a la CDU. El equipo de la Fundación Rosa Luxemburgo encontró 52 casos durante el periodo de investigación. El partido liberal FDP colaboró en 22 casos, mientras que Los Verdes lo hicieron solo cinco veces.

Es probable que haya un elevado número de casos no recogidos

Sin embargo, el dúo de investigadores Anika Taschke y Steven Hummel sospechan que el número real de colaboraciones es probablemente mucho mayor. Esto se debe a que ambos analizaron detenidamente los casos en los que había indicios de cooperación con el AfD u otros partidos ultraderechistas a través de noticias en la prensa, o referencias en las redes sociales.

Hummel cree que es posible que en el futuro se observen aún más mociones y votaciones conjuntas. "El AfD ve el ámbito municipal como un espacio experimental", afirma el politólogo. Por tanto, es de temer que la cooperación continúe pronto a niveles superiores.

El cortafuegos para frenar al AfD podría seguir desmoronándose

Hummel piensa en particular en las elecciones parlamentarias de septiembre de 2024 en Brandeburgo, Sajonia y Turingia. Según las encuestas, el AfD es actualmente la fuerza política más fuerte en esos tres estados federados del este de Alemania, con valores en algunos casos superiores al 30 por ciento. Hummel y su colega Taschke temen, por tanto, que la cooperación a nivel local conduzca a una “normalización del AfD”.

Para evitarlo, recomiendan una demarcación coherente: ni acuerdos, ni votaciones conjuntas. Cuando se les preguntó si eso fortalecería a AfD, los dos respondieron con una contrapregunta: "¿No fortalecerá mucho más al AfD si cooperamos con él?".

(gg/cp)