Con frecuencia se pregunta a alemanes con raíces extranjeras por su procedencia. ¿Es curiosidad o racismo? Este hecho ha provocado en el país un debate sobre la identidad y la marginación.
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Cuando le preguntan a Tahir Della por su procedencia, dice de "Múnich”, la ciudad donde nació en 1962. ¿Y sus padres? "Es siempre la primera pregunta cuando conozco a alguien”, explica.
Negro, alemán, de aquí
Es enervante y también racista, opina Della. "Hay algo más detrás de esa pregunta. Se cuestiona mi existencia. Cómo puede ser que una persona negra diga que tiene su vínculo social y familiar aquí sin explicar por qué. Se cuestiona mi historia como persona negra”, reflexiona. Incluso si es curiosidad o buena intención, la cuestión es lo que desencadena esa retahíla de preguntas, en él y en otras personas.
Tahir Della colabora desde más de 30 años con la "Iniciativa Personas Negras en Alemania”. Es uno de los muchos alemanes que no son ni rubios ni blancos y que están hartos de la pregunta "¿de dónde eres?". Bajo la etiqueta #vonhier (de aquí), muchos describen desde hace semanas en Twitter sus experiencias. La periodista Ferda Ataman fue la primera que habló sobre los "detectives que interrogan por el origen”, y en su libro, "Soy de aquí. ¡Deja de preguntar!", trata también sobre el tema.
Dieter Bohlen: preguntas y más preguntas
El periodista Malcolm Ohanwe fue el que inició dicho debate en las redes sociales al compartir un videoclip del músico alemán Dieter Bohlen, conocido hace décadas por pertenecer al dúo Modern Talking, y, desde hace tiempo, jurado de un programa de talentos en Alemania. Este preguntó a Melissa, de cinco años de edad, por su procedencia. La niña contestó que era de "Herne”, una ciudad cerca de Bochum. "Y papá y mamá, ¿de dónde? ¿Filipinas?”. "No, también de Herne", dijo la menor. "¿De nacimiento, de qué país? ¿la abuela y el abuelo?" La madre, ayudando a la hija, explicó finalmente que la familia tiene raíces tailandesas.
Las preguntas de Bohlen son "un buen ejemplo de cómo la gente pregunta sin parar, incluso a una niña”, aclaró el activista Della. "Él no puede dejar de preguntar, no puede aceptarlo. Niega que la sociedad alemana entretanto es una sociedad migratoria con diversas experiencias y trasfondos”.
El periodista Düzen Tekkal, por el contrario, tacha de exagerado "el hecho de que la simple pregunta sobre la procedencia se traduzca como una agresión. No puedo comprenderlo. Lo he experimentado tan a menudo y nunca lo he sentido como racismo", dice. No tiene ningún problema si le preguntan por sus raíces, su nombre o apariencia, dice. No está de acuerdo con "el rol de víctima tras #vonhier, demasiado llorón".
Se puede hablar de racismo, según Tekkal, solo si la persona en cuestión está en desventaja debido a su procedencia. En lugar de enfrascarse en discusiones sobre sentimientos heridos, es mejor abordar problemas reales, opina. "Como la discriminación sistemática en la búsqueda de viviendas: es un hecho que le ocurre a personas con historial migratorio o apellido extranjero", explica.
Alemania, de camino al presente
El activista Tahir Della opina que ambas cosas están relacionadas. Al fin y al cabo, el propietario de un apartamento rechaza a un inquilino por el mismo motivo, el origen: "Porque hay resentimiento racista, porque existe la creencia de que esa gente no pertenece a aquí, no son en realidad parte de la sociedad”. Por eso hay que luchar contra ambas cosas: la discriminación en el mercado inmobiliario y el racismo cotidiano. Della lo vive cuando en Alemania le hablan en inglés, mientras que en Francia, Holanda, Estados Unidos o España lo saludan en la lengua del país.
Tanto Tekkal como Della esperan que el trato entre alemanes con o sin raíces extranjeras sea más distendido. Quizá el 21 de marzo, Día contra el Racismo, sirva para debatir entre todos sobre el tema.
(rmr/cp)
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El Reichstag: un símbolo de democracia
La cúpula del Reichstag es conocida por todo el mundo. Luces y sombras de la historia alemana están ligadas a este edificio: desde el incendio del Reichstag bajo el régimen de los nazis hasta la reunificación del país.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Spata
La pradera del Reichstag
Tomarse un descanso, manifestarse o crear una obra de arte, como esta de la imagen, llamada “Guerilla-Knitting”: en la pradera del Parlamento hay mucho espacio para ideas y mensajes que se dirigen a los diputados. Desde 1999, el edificio del Reichstag, que está ubicado en el centro de Berlín, es la sede del Parlamento Alemán.
Imagen: picture-alliance/dpa/T. Brakemeier
La cúpula de vidrio
La cúpula del Reichstag, construida por el famoso arquitecto Sir Norman Foster, es uno de los sitios imperdibles de Berlín. Desde su punto más alto, ubicado a 40 metros de altura, se puede contemplar el distrito gubernamental y la puerta de Brandeburgo. Debajo de la cúpula está ubicada la sala plenaria del Parlamento. El vidrio ofrece a los visitantes la posibilidad de observar a los diputados.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Kalker
El majestuoso Parlamento
Desde 1894 el edificio del Reichstag, concebido por el arquitecto Paul Wallot, está ubicado a la orilla del río Spree. En aquel entonces Alemania aún era una monarquía: representantes del Parlamento debatían mientras el emperador gobernaba. Debido a la presión de los parlamentarios, desde 1916 la inscripción “Dem deutschen Volke – Para el pueblo alemán” se lee en la fachada del edificio.
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Democracia desde el balcón
El 9 de noviembre de 1918, después de la caída del imperio, Philipp Scheidemann, político del partido Socialdemócrata de Alemania, proclamó desde este balcón el nacimiento de la república alemana. Hoy en día, ese balcón es uno de los símbolos más importantes de la democracia alemana.
Imagen: picture-alliance/imageBROKER/M. Weber
El incendio del Reichstag en 1933
En la noche del 27 al 28 de febrero de 1933, el edificio del Reichstag se quemó. El canciller Adolf Hitler instrumentalizó el incendio para su beneficio. El comunista Marinus van der Lubbe fue señalado como culpable del incendio. En lo sucesivo, el edificio del Reichstag quedó vacío. En la Segunda Guerra Mundial, la clínica Charité usó partes de la bodega del edificio como sala de partos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Monumento para los diputados asesinados
Desde lejos, la hilera negra de placas de hierro que está colocada frente al edificio del Reichstag recuerda a las losas funerarias en los cementerios de los judíos. Quien se acerca a la obra del artista berlinés Dieter Appelt, puede ver los nombres, las fechas y los lugares de muerte de los diputados asesinados por el régimen nazi desde 1933 hasta 1945.
El Reichstag no solamente es sinónimo del inicio, sino también de la caída del régimen nazi. En los muros todavía resaltan los autógrafos y mensajes de los soldados soviéticos, quienes ingresaron al Reichstag el 2 de mayo de1945. Izaron la bandera roja en el techo del Reichstag como símbolo de su victoria. Eso marcó el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Kalker
¡Pueblos de todo el mundo, miren a esta ciudad!
En 1948, el discurso de Ernst Reuter frente a la ruina del Reichstag, destruido por la guerra, emocionó a la gente. Reuter apeló a proteger a Berlín Occidental ante las provocaciones de la Unión Soviética. Su discurso convenció a las potencias victoriosas, EE.UU., Gran Bretaña y Francia. Como consecuencia se implementó el puente aéreo, que por un año abasteció a Berlín Oeste desde el aire.
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A la sombra del muro
Después de la construcción del muro en 1961, el Reichstag quedó ubicado en el oeste de Berlín, cerca de la frontera. Hoy día una cinta en el asfalto, detrás del edificio, marca el curso del muro de ese entonces. El río Spree formaba parte de la frontera con Berlín-Este. Una y otra vez la gente intentó a huir de la zona comunista a través del río. Cruces blancas honran a los fallecidos.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Kunigkeit
La caída del muro y la reunificación
Desde la caída del muro, el 9 de noviembre en 1989, el Parlamento está ubicado de nuevo en el centro del Berlín reunificado. Cuatro meses después, dragas demolieron los restos del muro cerca del Reichstag. Entre el 2 y el 3 de octubre de 1990, cientos de miles de personas celebraron eufóricamente la reunificación alemana frente al complejo.
Imagen: picture-alliance/360-Berlin
El Reichstag envuelto
90 escaladores profesionales, 100.000 metros cuadrados de toldo plateado y cinco millones de visitantes en dos semanas: el recubrimiento del edificio del Reichstag en el verano de 1995 es una de las acciones más espectacular de los artistas Christo y Jeanne-Claude. Hechizaron a Berlín. Desde entonces todo parecía posible, incluso, que el Reichstag fuera de nuevo sede de un Parlamento democrático.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Kumm
La sede del Parlamento Alemán
La remodelación del Reichstag duró cuatro años. El arquitecto Norman Foster no solamente creó un interior moderno, sino también una cúpula espectacular. Desde septiembre de 1999, el edificio es la sede del Parlamento Alemán. Aquí discuten y deciden los diputados en público sobre el futuro político de Alemania. Las tribunas superiores están reservadas para los visitantes.