Alemania del Este: ¿acostumbrada a la violencia de ultraderecha?
22 de agosto de 2007Berliner Zeitung, de Berlín: “Viendo lo ocurrido en esa noche de agosto en Mügeln se podría perder al ánimo. Porque allí, a todas luces, la convivencia funcionaba bien y se festejaba en conjunto hasta entrada la noche. Los indios que habitan en Düben y las inmediaciones de Mügeln habían vendido sus mercancías y se quedaron a participar de la fiesta callejera. (...) Por lo menos hasta un determinado momento, la situación debe haber sido mejor de lo que generalmente se piensa sobre la integración de los extranjeros de tez oscura en el Este de Alemania. Pero bastaron treinta matones de extrema derecha, provenientes o no de Mügeln, para que esa imagen (aunque sólo haya sido una imagen expresión de los deseos) quedara totalmente destruida.”
Democracia cuestionada
Stuttgarter Zeitung: “Puede que en Occidente sea un tabú, pero en el este se pone la democracia en tela de juicio. Al fin y al cabo no se recuerdan sólo malas experiencias de la propia historia en un Estado totalitario. Para muchos, la democracia es un sistema en que las oportunidades se esfuman. Y ése es un terreno abonado para todos los extremistas de derecha. Sin embargo, el sistema es la suma de los individuos y hay que comprenderlo así. Hasta el momento, la esfera política no ha atribuido la responsabilidad a los ciudadanos cuando dilapidan la democracia. Y eso es justamente lo que hace la gente también cuando calla y simplemente observa, como ocurrió en Mügeln.”
Orígenes del problema
Süddeutsche Zeitung, de Múnich: “El grado de xenofobia y la propagación de ideas autoritarias puede reducirse mediante un mejor estándar de vida, más educación y desarrollo personal. La medida en que ello se consiga dice mucho acerca de una sociedad y una democracia, vale decir, debería ser muy importante para un Estado. Pero el odio a los extranjeros no se puede erradicar y precisamente esa es una amarga constatación en Alemania. Eso no se debe a que los alemanes sean más xenófobos que los demás europeos, sino a que en Alemania, el odio a “lo diferente” fue una vez doctrina de Estado.”
Falta educación política
Der Standard, de Viena: “Los golpes se asestan sobre todo allí donde no hay resistencia. En el este de Alemania, la sociedad a todas luces se ha acostumbrado a cierto grado de violencia de extrema derecha. (...) ¿Han sido inútiles los intentos de solución? No. Sin embargo, deben ser reforzados. (...) Sobre todo hay que concentrarse en la educación, también de índole política. Los incidentes de Mügeln no serán los últimos. Pero quizá la próxima vez sean menos los que miran de brazos cruzados”.