"El asesinato en masa de los judíos se originó en Alemania. Fue planeado y llevado a cabo por alemanes. Por esto, cada gobierno alemán tiene la responsabilidad eterna de la seguridad del Estado de Israel y la protección de la vida judía. Nunca olvidaremos el inmenso sufrimiento y las víctimas", expresó el canciller alemán Olaf Scholz el 2 de marzo de 2022.

En su primer viaje a Israel, Scholz acababa de visitar el memorial del Holocausto Yad Vashem, en Jerusalén, y luego hizo declaraciones muy fundamentales sobre las relaciones entre Alemania e Israel.

Esta relación es de tipo especial. Siempre estará determinada por la Shoah, el asesinato en masa de seis millones de judíos por parte de la Alemania nazi. Y sin embargo, la relación se ha desarrollado de manera notable desde 1965, año en que se establecieron relaciones diplomáticas plenas entre los dos países.

"Con la excepción de Alemania"

En los primeros años, los pasaportes israelíes decían: "Este pasaporte es válido para todos los países, con la excepción de Alemania". El joven Estado de Israel quería marcar una distancia estricta de la "tierra de los asesinos". Avi Primor, embajador de Israel en Alemania entre 1993 y 1999, incluso dio a uno de sus libros el título "Con la excepción de Alemania" (Mit Ausnahme Deutschlands).

La base para un acercamiento fue el Acuerdo de Luxemburgo, alcanzado en septiembre de 1952, firmado por la República Federal de Alemania, por un lado, e Israel y la Conferencia de Reclamaciones Judías, por el otro. Reguló los pagos y servicios alemanes, así como la obligación voluntaria de devolver activos. El canciller alemán Konrad Adenauer, de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), impulsó el acuerdo en el Bundestag, en parte en contra de los votos de su propia fracción, y poco después se convirtió en el "rostro del acercamiento" del lado alemán.

Cuando se conocieron las entregas secretas de armas alemanas a Israel en el contexto de tension en Medio Oriente en 1964, hubo una gran conmoción. Y, sin embargo, este fue el impulso final para el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas en 1965. Un paso que muchas personas en el aún joven Estado de Israel encontraron difícil. La llegada del primer embajador alemán estuvo acompañada de disturbios.

Willy Brandt, el primer visitante

En junio de 1973, Willy Brandt (1969-1974) fue el primer canciller federal en viajar a Israel. Su sucesor, Helmut Schmidt (1974-1982), nunca viajó a Israel como canciller durante los momentos difíciles entre los dos países. Gerhard Schröder (1998-2005) estuvo en Jerusalén para una visita de dos días en 2000 y enfatizó que había venido "como amigo de Israel y de su pueblo". En sus 16 años como canciller (1982-1998), Helmut Kohl solo visitó dos veces el Estado de Israel. Angela Merkel (1998-2021), en cambio, visitó Israel ocho veces.

Un punto culminante de las relaciones mutuas fue, sin duda, la aparición de Merkel en la Knesset, en 2008. Fue la primera jefa de gobierno extranjera en hablar allí. Y en alemán, el idioma de los perpetradores. "La responsabilidad histórica de Alemania es parte de la razón de ser de mi país. Esto significa que la seguridad de Israel nunca es negociable para mí como canciller alemana”, manifestó.

¿Consultas gubernamentales?

Cuando Scholz visitó Jerusalén, en 2022, se pronunció a favor de invitar pronto al gabinete a realizar consultas en Berlín sobre la situación germano-israelí. Esto no ha sucedido todavía, lo que es quizás la indicación más clara de alienación, a pesar de todas las obligaciones históricas.

Scholz felicitó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu , luego de que asumiera nuevamente el cargo, a fines de 2022, y mencionó la especial y estrecha amistad entre los dos países. Pero la parte alemana tiene una visión crítica de la integración de los partidos y políticos de extrema derecha en el gobierno israelí. Sus objetivos incluyen una controversial reforma judicial, la reintroducción de la pena de muerte y la expansión de asentamientos en áreas que los palestinos reclaman para un futuro Estado.

Desde febrero de 2023, el gobierno alemán también ha estado criticando claramente el rumbo tomado por la parte israelí. Casi nunca antes, algún vocero del lado alemán había hecho comentarios tan críticos sobre la situación política interna en Israel. Primeros fue el ministro de Justicia, Marco Buschmann, (FDP), y la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, (Los Verdes), los que pidieron un Poder Judicial independiente y la preservación del Estado de derecho. El presidente federal Frank-Walter Steinmeier también hizo declaraciones políticas inusuales y expresó su preocupación por la "reestructuración del Estado de derecho" planeada por el gobierno israelí.

Finalmente, Scholz se manifestó cuando recibió a Netanyahu en la cancillería en marzo. "Como socio en los valores democráticos y amigos cercanos de Israel, estamos siguiendo este debate muy de cerca, y no quiero ocultarlo, con gran preocupación”, dijo. Los derechos fundamentales son "esencialmente derechos de las minorías".

(rr/cp)