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Alemania e Israel: relaciones especiales

Eva Usi12 de mayo de 2005

Hace 40 años, Israel y Alemania reestablecieron relaciones diplomáticas después de dos décadas de hielo tras el Holocausto. El genocidio marcó la identidad nacional de ambos, así como sus relaciones bilaterales.

En el memorial de Yad Vashem, 600 fotografías y millones de páginas son testimonio del Holocausto.Imagen: AP

Durante décadas Nueva York ha sido para muchos jóvenes israelíes algo así como un segundo hogar, un lugar donde se refugian de la guerra y de ser reconocidos en las calles, como sucede en Israel. Entre tanto Berlín ha desplazado a Nueva York en la preferencia de muchos israelíes. Este año, según la oficina de turismo berlinesa, se ha registrado un incremento de 30% en la afluencia turística proveniente de Israel. La tendencia ha sido captada por la industria turística israelí que ofrece paquetes todo incluido, con visitas al monumento al Holocausto, conciertos en la Filarmónica y recorridos en el viejo barrio judío cercano a la Oranienburger Strasse. En dicha calle están floreciendo los negocios y restaurantes judíos y en las calles se ven jóvenes con la tradicional kipa. La línea aérea Israair compite con El Al al ofrecer vuelos charter a la capital germana.

Ministro alemán del Exterior, Joschka Fischer.Imagen: dpa

Pese a esta aparente 'normalización', la realidad política es otra. A principios de febrero, el presidente alemán, Horst Köhler, visitó Israel con motivo del 40 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales. Durante semanas se discutió en Israel si debía o no permitirse al presidente que hablara ante el Knesset en alemán. Cuando por fin apareció Köhler, decenas de diputados faltaron en protesta, no querían escuchar el 'lenguaje del genocidio', y consideraban ofensivo su discurso en alemán para los sobrevivientes y familiares de las víctimas del Holocausto.

El primer embajador alemán en Israel.Imagen: dpa

Relación ambivalente

Ambos ejemplos muestran la ambivalencia en las relaciones bilaterales. Los israelíes no desprecian las marcas alemanas, todo lo contrario. Las lavadoras Siemens, los coches Volkswagen y los electrodomésticos Braun, han convertido a Alemania en el segundo socio comercial de Israel después de Estados Unidos. Pero en cuanto hay críticas de cualquier índole a Israel, las reacciones son desmesuradas.

El embajador israelí en Alemania, Shimon Stein, recrimina que Alemania no se preocupe más ante al creciente antisemitismo en Europa. El diplomático señala que sigue habiendo una parte de la población que piensa de manera anti-semita e incluso, de que recibe cartas cargadas de odio.

Banderas de Alemania e Israel.

Una y otra vez, a lo largo de cuatro décadas, se discute en Alemania si las relaciones bilaterales con Israel algún día alcanzarán una 'cierta normalidad'. El acuerdo entre el canciller alemán Konrad Adenauer y el primer ministro israelí David Ben Gurión para que Alemania reparara materialmente a las víctimas judías de la Shoa, allanó finalmente el camino para iniciar las relaciones diplomáticas. Entonces Alemania pagó al estado judío el equivalente a más de 100 mil millones de marcos. Ambas naciones enviaron a sus respectivos embajadores un 12 de mayo de 1965. Desde entonces han pasado 40 años y de normalización no se puede hablar en lo absoluto. La prensa alemana señala que toda vez que Alemania fue el motivo para la fundación del Estado de Israel, las relaciones especiales, tensas, no cambian después de 40 años ni de 60, ni tampoco es motivo de celebración.

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