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Alemania: el canciller Scholz apuesta por África

24 de mayo de 2022

La invasión rusa a Ucrania cambió la perspectiva europea sobre África. La cooperación debería ser más estrecha, según el canciller alemán, Olaf Scholz.

Olaf Scholz, canciller alemán, y Michaela Kuefner, en Sudáfrica.
Entrevista con el canciller Olaf Scholz, en Sudáfrica.Imagen: Dirk Thiele/DW

Los destinos africanos del primer viaje a ese continente del canciller alemán, Olaf Scholz, no se eligieron al azar. "La democracia, el estado de derecho y las cuestiones importantes para nosotros, no están solo relacionados con los llamados países occidentales", dijo en entrevista con la corresponsal de DW en Johannesburgo, Michaela Küfner. "Sudáfrica es una democracia, al igual que Senegal y Níger. Por eso los visito y creo que es importante que sigamos trabajando juntos y digamos que el mundo tiene un buen futuro si trabajamos juntos".

La invasión de Rusia a Ucrania originó un cambio de perspectivas en todo el mundo. "Fue muy positivo debatir con los jefes de Estado y de Gobierno y entender que tienen una visión del mundo muy similar y que también comparten el deseo de trabajar juntos", remarcó Scholz en Johannesburgo.

Apoyo al multilateralismo

Este año, Alemania preside el G7, las siete economías de naciones democráticas más importantes del planeta. Por eso, fortalecer las democracias en todo el mundo es uno de los objetivos comunes. El Gobierno alemán invitó a Senegal y Sudáfrica, además de a Indonesia, India y Argentina,  a la cumbre del G7 en Alemania, a finales de junio.

Senegal preside la Unión Africana y Sudáfrica es el país socio más importante de Alemania al sur del Sáhara. Su volumen comercial asciende a 20.300 millones de euros, similar al de Brasil o India. Sudáfrica es el único país del continente africano miembro del G20.

El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente sudafricano, Matamela Cyril Ramaphosa.Imagen: Michael Kappeler/dpa/picture alliance

"En mi opinión, habrá muchos países muy influyentes en el mundo en las próximas décadas, no solo Rusia, China, Estados Unidos y Europa", dijo Scholz a DW. Los estados democráticos deben asumir responsabilidad: "Es la base para un mundo multilateral, en el que no solo veremos muchos países influyentes y diversos, sino países que trabajan juntos por un futuro mejor".

Acabar con el hambre

Pero también hay estados autocráticos como Rusia y China, que amplían su influencia en el continente africano. Rusia, sobre todo, en el ámbito militar, suministrando armas, por ejemplo. Las consecuenicas de esta influencia fueron más que evidentes cuando, a principios de marzo, la Asamblea General de la ONU aprobó por amplia mayoría una resolución que condenaba la invasión rusa a Ucrania: numerosos estados africanos se abstuvieron; Estados con los que Alemania quiere ahora estrechar lazos.

Rusia bloquea las exportaciones de cereales de Ucrania, el granero del mundo. Como resultado, muchos millones de toneladas de alimentos podrían desaparecer pronto en África y desencadenar una hambruna allí. Scholz remarcó que Alemania estaba "firmemente decidida" a ayudar a los "países que sufren".

"Estamos trabajando para apoyar al Programa Mundial de Alimentos, poniendo en marcha, en conjunto, una iniciativa contra la escasez que se avecina". Y, también con Naciones Unidas, "estamos tratando de convencer a todos los demás países que disponen de medios, para colaborar", añadió.

Gas natural líquido de Senegal

África necesita ayuda en la lucha contra el hambre, pero también tiene mucho que ofrecer: recursos naturales como gas, metales raros y uranio. Senegal, por ejemplo, está construyendo una planta de licuefacción de gas natural, y Sudáfrica es pionero en la producción de hidrógeno. Alemania no había reconocido el potencial de África, porque, hasta ahora, ha recibido gas y petróleo baratos de Rusia. Sin embargo, la situación ha cambiado y esta es una de las razones por las que el Gobierno alemán está decidido a impulsar su cooperación con África.

En la mira, está una cooperación que vaya más alla de la ayuda al desarrollo, una colaboración económica fundada, pero que no podrá resolver la actual crisis energética a corto plazo. "Nos encontramos en una situación muy difícil si observamos los precios del combustible", advierte Scholz. "Es obvio que no será posible subvencionarlos, tampoco a nivel global", advirtió.

El canciller alemán (der.), con el presidente senegalés, Macky Sall.Imagen: Robert Adé/DW

Llamado a los países productores

El canciller confirmó a DW que la UE, junto con EE. UU., está buscando formas de detener la espiral de precios del mercado energético. "Ahora, estamos debatiendo con todos estos países productores de petróleo y gas, y tratando de convencerlos para que aumenten su capacidad para ayudar al mercado mundial".

(rmr/rml)