La gasolinera Aral está trabajando en el desarrollo de combustibles sintéticos que los motores existentes ya podrían utilizar. Pero para el fabricante Porsche, el motor de combustión todavía tiene un futuro.
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Con alrededor de 2.400 estaciones, Aral opera la mayor red de estaciones de servicio de Alemania. El año pasado, las ventas en los surtidores de gasolina ascendieron a aproximadamente nueve mil millones de litros de combustible. Según el Servicio de Información Energética de Alemania (EID), Aral tiene una participación en el mercado del 21%.
A pesar de que la industria automotriz está ampliando su gama de productos con un alcance cada vez mayor, el final del motor de combustión aún no se ha sellado. En Aral Research, en la ciudad alemana de Bochum, se está trabajando intensamente en el desarrollo de combustibles modernos como el diésel sintético, así como biocombustibles y electrocombustibles.
La investigación de Aral habría costado varios millones de euros. Pero la empresa, que forma parte del Grupo BP desde 2002, aún no ha dado ninguna cifra precisa. En palabras del CEO de BP Europa, Wolfgang Langhoff, también se está trabajando "en la mejora constante de los combustibles existentes".
Complemento, no competencia
Sin embargo, la mirada está dirigida hacia el futuro. Se trata nada menos que del desarrollo de combustibles completamente nuevos y, por lo tanto, de la base comercial para los próximos años. En ese sentido, Langhoff confía en la mayor apertura posible a la tecnología en el debate sobre la movilidad del futuro. Para la investigación se necesita tiempo.
En cualquier caso, están llegando señales alentadoras de la industria automovilística. El jefe de Porsche, Oliver Blume, por ejemplo, cree que el uso estándar de combustibles sintéticos será posible en unos diez años. Según Blume, los combustibles sintéticos "no compiten con la electromovilidad, sino que la complementan". Por su parte, el jefe de Audi, Markus Duesmann, acaba de rechazar el hidrógeno y las pilas de combustible: "No podremos producir cantidades suficientes del hidrógeno necesario para la propulsión en las próximas décadas de forma neutra en emisiones de CO2. Por lo tanto, no creo en el hidrógeno para su uso en automóviles", dijo al semanario alemán Die Zeit. "La solución para el automóvil es la batería", agregó. Y hasta que esté disponible en cantidades suficientes, probablemente seguiremos necesitando combustible.
El objetivo
El grupo de investigación de Aral en Bochum existe desde hace más de 100 años. Hoy en día, alrededor de 100 técnicos, ingenieros y científicos trabajan en un área de 27.000 metros cuadrados en el desarrollo de combustibles, entre otras cosas, para que el petróleo crudo sea reemplazado por otra materia prima. Además, los laboratorios trabajan con hidrógeno producido a partir de electricidad renovable, que se utiliza para la producción de combustible. Otro enfoque es el desarrollo del diésel sintético, que se espera que reduzca a la mitad las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx).
"Asumimos que en el futuro habrá una mezcla de diferentes sistemas de propulsión en nuestras carreteras”, comenta el jefe de investigación, Peter Sauermann. Y añade: "También vemos un gran potencial en el campo del hidrógeno en cuanto a evitar el CO2, especialmente en el sector de los camiones". Si hay suficiente demanda, sería bastante posible colocar instalaciones adecuadas de reabastecimiento de combustible en las estaciones.
Aral, según su portavoz de prensa Detlef Brandenburg, "está en proceso de cambio, de una compañía de petróleo mineral a una compañía de energía integrada que proporciona una amplia mezcla de energía para los más diversos conceptos de propulsión”. Esto incluye la instalación de 100 puntos de carga ultrarrápidos con una capacidad de carga de hasta 350 kW, que suministran electricidad verde. La instalación se completará a finales de julio de 2021. "Allí, los coches eléctricos adecuados pueden ser recargados en unos diez minutos para un alcance de hasta 350 kilómetros", asegura Brandenburg. No obstante, Aral supone que los vehículos con motor de combustión seguirán teniendo demanda en muchos ámbitos en el futuro.
Combustible verde
En la mira están los combustibles líquidos o gaseosos producidos artificialmente en base a electricidad verde, agua y CO2. En un solo paso, explica Peter Sauermann, "el agua se divide en oxígeno e hidrógeno con la ayuda de la electricidad verde. Luego, el hidrógeno reacciona con CO2".
El CO2 necesario para ello se puede obtener directamente del aire, de materiales biológicos o residuales o incluso de gases residuales industriales. Este proceso, asegura el director de investigación de Aral, Sauermann, "se puede controlar de tal forma que se produzcan diferentes combustibles sintéticos que apenas difieren en sus propiedades de la gasolina convencional, el diésel o el gas natural". Consultado sobre cuánto tiempo puede pasar hasta la producción en serie, los investigadores aún se muestran cautelosos.
(ct/er)
¿Dónde y cómo se cargan los autos eléctricos?
La electromovilidad es el futuro, pero la infraestructura de carga está en construcción. ¿Dónde y cómo se pueden cargar los autos eléctricos y cómo podría ser el "abastecimiento de combustible eléctrico" en el futuro?
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Woitas
La carga casera no es apropiada
Los coches eléctricos se pueden cargar incluso en casa con una simple toma de corriente de 230 voltios, pero solo se recomienda hacerlo de manera provisional. El enchufe estándar tiene una potencia de carga baja (aproximadamente 2,3 kilovatios), lo que hace que demore horas. Durante este tiempo, la red eléctrica interna está sobrecargada, por lo cual aumenta el riesgo de que se incendie el cable.
Imagen: picture alliance/dpa/F. Rumpenhorst
Más rápido con alta tensión
Ya funciona mejor con una toma de corriente de 400 voltios. Sin embargo, al realizar la carga en una toma de corriente de este tipo (foto), se necesita una caja de carga móvil, que se comunica con el auto eléctrico y regula la potencia de carga.
Imagen: picture-alliance/dpa/U. Baumgarten
Puntos de recarga especiales para autos
Más fácil aún es instalar un punto de recarga o los llamados "wallbox" en casa. Básicamente, esta caja no es más que una salida especial en la pared para autos eléctricos. Con ella se puede cargar el vehículo hasta diez veces más rápido. Los fabricantes de autos y los proveedores de electricidad las venden, se pueden encontrar en tiendas especializadas o pedirlas por correo.
Imagen: innogy SE
Carga en el arcén
Según el Gremio para la Economía Energética y de Agua (BDEW) alemán, actualmente existen más de 16.100 puntos de recarga públicos y parcialmente públicos en Alemania. Casi el doce por ciento de ellos son estaciones de carga rápida. Esto significa que, en Alemania, aproximadamente cada punto de carga será visitado por una decena de autos. Una cuota que la Comisión Europea ha recomendado.
Imagen: picture-alliance/dpa/H.Hanschke
Un largo camino
Además de las estaciones de carga existentes, para 2020, deberían estar disponibles al menos 100.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos, Sin embargo, el camino para lograrlo aún es largo: el Ministerio Federal de Transporte ha otorgado casi 16.000 estaciones de carga nuevas en los últimos dos años. Hasta el momento, solo un poco menos de 1.000 de ellas se han llevado a cabo.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Spata
Rápido, más rápido, rapidísimo
Los fabricantes de automóviles, como Tesla, han construido parcialmente sus propias estaciones de carga. BMW y Porsche también están planeando estaciones. Un primer prototipo de 450 kilovatios tiene más de tres veces el poder de los supercargadores de Tesla. En el futuro, los autos eléctricos deberían poder cargar electricidad para 100 kilómetros en tres minutos.
Imagen: Reuters/L. Nicholson
Cargando en la farola
Crear estaciones de carga de forma rápida y económica: la empresa Ubitricity, con sede en Berlín, quiere convertir las farolas en estaciones de carga. Las farolas finalmente se amontonan. En Berlín, se instalarán hasta 1.000 puntos de carga de farola en los próximos dos años. Ya existen en Londres. Para abastecerse de combustible, debe contarse con un "cable inteligente" propio.
Imagen: Robert Lehmann
El robot como operario de gasolinera
Es desagradable querer cargar el auto eléctrico en una estación de carga pública, si está ocupada. Peor aún si está el auto ya está cargado, pues no debería estar ahí. Lo mejor sería que existieran estaciones de carga automática en las que los autos fueran cargados por robots y luego desconectados de nuevo. Investigadores de la Universidad Tecnológica de Graz (Austria) están trabajando en ello.
Imagen: FTG – TU Graz
Los fabricantes de automóviles confían en los robots
También otras instituciones están trabajando en soluciones de carga robótica, como la Universidad de Chemnitz (foto). Volkswagen, en colaboración con el especialista en robots Kuka, presentó un robot de servicio hace un año. El proveedor de energía Innogy presentó en febrero un robot cargador. Incluso el pionero del coche eléctrico, Tesla, está desarrollando estos sistemas.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Endig
Recambio de baterías
¿La carga se demora demasiado tiempo? Entonces se puede cambiar la batería. El fabricante de automóviles chino Nio creó talleres especiales en los que un robot cambia automáticamente la batería en dos minutos. 18 plantas ya están en operación. Para 2020, la compañía planea construir alrededor de 1.100 estaciones de baterías de reemplazo a lo largo de la ruta de tránsito norte-sur de China.
Imagen: Nio
Carga sin cable
En el futuro se utilizará la carga inductiva. Para la carga de combustible, los vehículos simplemente se conducen sobre una placa base especial y luego la corriente se transmite sin contacto. El estacionamiento podría hacerse en el futuro a través de sistemas automáticos. Muchos fabricantes de autos trabajan en tales sistemas, incluidos Volkswagen, Mercedes, Porsche, Hyundai y Kia.
Imagen: Volkswagen AG
Cargando mientras se conduce
Es aún más cómodo cuando no tener detenerse para la carga inductiva. Renault (foto) y el fabricante de chips Qualcomm ya están probando la carga inductiva móvil en Francia. Hay una pista de prueba equipada con pistas magnéticas para cargar 100 kilómetros de las baterías de los coches eléctricos. Una startup israelí también está trabajando en tal sistema.
Imagen: Qualcomm
El último recurso
Si la estación de carga estaba ocupada y el robot estaba roto, entonces los servicios de carga móviles pueden ser de ayuda. Los empleados de la empresa Chargery se ponen en marcha en bicicleta cuando es necesario y traen una batería externa para vaciar el auto eléctrico, repostar combustible y retomar la estación de carga móvil. Eso sí: una carga completa durará cuatro horas.