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Alemania: endeudarse para crecer

17 de julio de 2003

El Gobierno financiará su reforma impositiva con más deudas, menos subvenciones y privatizaciones.

Hans Eichel y Gerhard Schröder apuestan al consumo como motor de crecimiento.Imagen: AP

A finales de junio el canciller Gerhard Schröder anunció que adelantaría al 1 de enero de 2004 la entrada en vigor de la última fase de la reforma impositiva. Se trata de recortar el tipo máximo del impuesto sobre la renta del 48,5% actual al 42%, mientras que el mínimo bajará del 19,9 al 15%.

Ahora, el anuncio de la financiación de la reforma, hecho por el ministro de Finanzas, Hans Eichel, despierta la protesta de la oposición y las dudas entre los especialistas.

La financiación

Eichel anunció que pagará la rebaja del impuesto sobre la renta con un plan mixto que incluye avanzar en la privatización de Deutsche Telekom y Correos (recaudando unos 2.000 millones de euros), con un nuevo endeudamiento de casi 5.000 millones de euros, y reduciendo subvenciones a la agricultura y a la construcción por unos 300 millones.

La oposición pone el grito en el cielo, aplicando una sabiduría básica de los textos de economía: las deudas de hoy serán los impuestos de mañana. El plan de Eichel fracasaría si en lugar de motivar al consumo la reacción fuera la contraria.

Después de todo, el consumo no sólo depende del ingreso disponible sino de las expectativas. Allí es donde la financiación podría asustar a consumidores y empresarios y subvertir el plan del ministro Eichel.

Entre euro y "Bundesrat"

Las decisiones tomadas en materia fiscal son sensibles de cara al Pacto de Estabilidad firmado por los 12 países que adoptaron el euro como su moneda. Según Schröder un aumento del endeudamiento no amenaza con superar nuevamente el límite del 3% del déficit que establece el Pacto. Es decir, Alemania evitaría incumplir su papel de ejemplo de disciplina en Europa que ahora causó tanto disgusto a las autoridades en Bruselas. En cambio Eichel es menos rotundo, y dice que todo depende de las previsiones de crecimiento económico.

Para los analistas, el plan tiene un evidente elemento electoralista, ya que efectivamente la población dispondrá de mayores ingresos. El argumento del gobierno de socialdemócratas y verdes es precisamente el de no "quitarle a la economía, mediante el ahorro lo que se le da con la reforma impositiva", como explicó Schröder. La oposición acusa al gobierno de querer encandilar a los alemanes.

Ahora todo depende de lo que se decida en el "Bundesrat", la Cámara alta donde están representados los estados federados que componen Alemania. Allí el Gobierno necesitará precisamente el apoyo de la oposición para ratificar la reforma. Ante las primeras reacciones no será una tarea fácil, de modo que en lo económico, parece que no habrá un descanso estival en Alemania.