Mientras el Parlamento alemán debatía sobre el envío de más tropas a Afganistán, una serie de atentados suicidas se llevó la vida de 17 personas en Kabul. Los resultados de la votación no sorprendieron, pues el gobierno de Merkel cuenta con una mayoría segura en el Parlamento: del total de 586 diputados hubo 429 votos a favor, 111 en contra y 46 abstenciones. Pero, como en Kabul, la situación en la Cámara fue todo menos tranquila. El presidente del Bundestag, Norbert Lammert, decidió expulsar al grupo parlamentario de La Izquierda debido a varias protestas durante el debate. El revuelo comenzó cuando los miembros de este partido empezaron a levantar carteles con los nombres de algunas de las 140 víctimas del ataque aéreo que tuvo lugar el 4 de septiembre del pasado año en Kunduz(zona asignada al ejército alemán dentro de la misión ISAF).

Los diputados fueron expulsados de la Cámara, pero gracias al apoyo de otros grupos parlamentarios pudieron regresar para emitir sus votos. De los 850 nuevos efectivos que integrarán la misión alemana en Afganistán, unos 500 reforzarán la misión para tareas de protección y entrenamiento y los 350 restantes formarán un escuadrón de reserva.

Mientras tanto, en Kabul, la situación ya está bajo control. El portavoz talibán Zabihullah Mujahid se adjudicó la autoridad del ataque y declaró a Reuters que "nuestros combatientes mujahidi (guerreros santos) lograron atacar en el centro de la ciudad una vez más". El presidente Hamid Karsai tachó el ataque de inhumano, haciendo hincapié en que coincidía con el cumpleaños del profeta Mahoma. Asimismo, el Secretario General de la OTAN, unido a las condenas de Francia y Estados Unidos, condenó el atentado y calificó a los atacantes de "enemigos de Afganistán".

Vigencia hasta el 2011

Alemania, por su parte, con este nuevo mandato se mantiene firme en su pacto de colaboración en la nueva Estrategia Afganistán que se decidió en Londres a finales de enero. El objetivo es capacitar al gobierno afgano para que asuma la responsabilidad por la seguridad en su país.

Este nuevo mandato estará vigente hasta el 2011, año en el que el gobierno alemán tiene previsto comenzar a retirar sus contingentes militares en Afganistán, si bien no se sabe con certeza qué volumen y a qué ritmo. El ejército alemán está presente en el país afgano desde hace más de ocho años como parte de la misión internacional ISAF, coordinada por la OTAN para la estabilización de Afganistán.

Autor: LO/Reuters, dpa

Editor: Pablo Kummetz