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Alemania, Estados Unidos y el comercio desleal

16 de marzo de 2018

Dentro de una semana, Estados Unidos empezará a aplicar aranceles al acero y aluminio. ¿Quedará excluida la UE? En Alemania crece el miedo a una guerra comercial. Sabine Kinkartz informa desde Berlín.

Imagen: picture-alliance/K. Ohlenschläger

A finales de la próxima semana entrarán en vigor los impuestos a las importaciones de aluminio y acero. Algunos países fueron excluidos de esta medida, la Unión Europea (UE) no. Además, Donald Trump amenazó con elevar los aranceles a los fabricantes alemanes de automóviles, como BMW y Daimler.

Según la Comisión Europea, la UE exportó en 2017 bienes de acero y aluminio a Estados Unidos por un valor de 14 mil millones de euros. Esto equivale a un 14 por ciento de las importaciones norteamericanas de este tipo de productos. Alemania es el mayor exportador a nivel europeo, seguido de Holanda, Italia, España, Gran Bretaña y Suecia.

Más información:


-EE. UU. no impondrá arancel si UE limita exportación de acero

-Trump amenaza con aranceles a los vehículos europeos

Al presidente estadounidense, Donald Trump, no le interesan la Organización Mundial del Comercio ni sus reglas. De ahí que el director del Centro IFO de Economía Externa, Gabriel Felbermayr, advierta de hacerse demasiadas ilusiones. "Se dice que Trump no cree que el comercio sea algo que beneficie a todos. Está convencido de que se trata de un juego de suma cero y que ese juego puede servir a Estados Unidos para alcanzar sus metas e intereses", señala Felbermayr en entrevista con DW.

Todos saldrían perdiendo

El economista teme que Trump esté decidido a cumplir sus amenazas. Sin embargo, el comercio transatlántico es mucho más complejo de lo que el presidente norteamericano se imagina, agrega. "Si los estadounidenses fabrican coches, por ejemplo de la marca BMW en Spartanburg, entonces requieren una gran cantidad de componentes que vienen de Europa, y si Trump aplica aranceles a estas partes, amenaza o destruye la competitividad de los fabricantes de automóviles estadounidenses", explica Felbermayr.

Al final, todos los participantes serían más pobres, asegura. "El tema es tan complejo y las dimensiones del comercio de bienes a través del Atlántico tan grandes que afectaría el negocio de todo los participantes, si alguien estropearía el sistema".

¿Todos contra China?

Tras bastidores, Estados Unidos pareciera estar dispuesto a negociar con la UE. Al parecer, el encargado de comercio estadounidense, Robert Lighthizer, mencionó cinco criterios que, de cumplirse, podrían liberar al bloque comunitario de los aranceles.

Si bien no está claro cuáles son exactamente esos criterios, EE.UU. quiere que la UE lo apoye en su lucha contra la sobrecapacidad en el mercado mundial. Sobre todo China vende acero a precios de 'dumping', es decir inferiores al costo, y elude las barreras comerciales al introducir sus productos a través de países terceros.

El diez de marzo, Robert Lighthizer se reunió con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.Imagen: Getty Images/S. Lecocq

También en Bruselas se ve con creciente preocupación el proceder de los chinos. "Los chinos quieren vender su acero a cualquier precio", dice una fuente interna, que asegura que las opiniones respecto al gigante asiático han cambiado. "Hoy día entendemos la necesidad de protegernos y vemos que los chinos no respetan las reglas".

En caso de que la UE y EE.UU. no lleguen a un acuerdo de último minuto -de acuerdo con la Organización Mundial de Comercio-, la Comisión Europea tiene 90 días para emprender contramedidas y aumentar el impuesto a las importaciones norteamericanas para compensar las pérdidas ocasionadas por los aranceles de Trump.

¿Pero acaso no tiene razón el presidente cuando hace hincapié en el desequilibrio comercial entre su país y la UE? En parte sí, dice el economista Felbermayr: "La UE no es el paraíso del libre comercio que muchas veces cree ser". En 2015, los impuestos a las exportaciones estadounidenses a la UE ascendieron a 5,7 mil millones de dólares, mientras que a las exportaciones del bloque comunitario, de un volumen mucho mayor, se le aplicaron aranceles por 7,1 mil millones de dólares, explica el experto.

Un comercio sin EE.UU.

Más allá de la disputa comercial con los norteamericanos, la UE apuesta cada vez más por la ampliación de los tratados de libre comercio con otros países. Sobre todo en la región Asia-Pacífico la retirada de Estados Unidos es una oportunidad para el bloque. "El comercio bilateral entre la UE y EE.UU. es importante, pero no es lo único que sostiene el comercio mundial y no satisface todos nuestros intereses como país exportador", dijo al respecto el líder del partido liberal FDP, Christian Lindner.

Sabine Kinkartz (VT/ELM)

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