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Alemania exhorta a Irán a que acate resolución de la ONU

Agencias/elm23 de diciembre de 2006

Está claro que Irán no hará mucho caso a la resolución adoptada por la ONU, con todo y sus sanciones. Alemania hizo un llamado a la cordura. En respuesta, Teherán prosiguió su desafío contra Occidente.

Merkel: "Irán debe cumplir sus compromisos".Imagen: picture-alliance/ dpa

El gobierno federal alemán expresó, al más alto nivel posible, su beneplácito por la resolución adoptada este sábado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que "se trata de una señal importante. Nos recuerda que Irán no puede pasar por alto sus obligaciones y compromisos con la comunidad internacional."

Unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU.Imagen: AP

Según Merkel, "la unanimidad de la resolución deja muy en claro que la comunidad internacional está decidida a encontrar una solución al conflicto nuclear con Irán."

A su vez, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, exhortó a Irán, "de manera urgente", a que se atenga a los términos de la resolución y deje así el camino libre para que continúen las negociaciones. Alemania, dijo el jefe diplomático, luchará tenazmente junto con sus aliados para encontrar una solución negociada junto con Irán.

La oposición alemana relativizó su apoyo a la decisión de la ONU. El vice-coordinador de la fracción de Los Verdes en el Bundestag, Jürgen Trittin, calificó a la votación como "una muestra de decisión"; sin embargo, dijo que las sanciones por sí mismas no solucionan el diferendo.

Larga controversia

La votación estaba programada inicialmente para el pasado viernes. Sin embargo, la división entre las potencias que mantienen un diálogo más intenso con Irán hicieron necesario aceptar la propuesta de Rusia, y posponer hasta este sábado la búsqueda de consenso sobre la controvertida resolución de la ONU.

Cuestión de matices

La diferencia parecía ser diplomática. Se discutió hasta el último minuto si el gobierno de Teherán debería ser sancionado por llevar a cabo avances claros hacia un programa nuclear con fines distintos a los civiles o si, como deseaban los rusos, sólo se requería adoptar medidas para limitar las actividades emprendidas por las autoridades iraníes. Finalmentre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó de manera unánime la primera opción.

Los esfuerzos del enviado europeo, Javier Solana (der.), han resultado infructuosos.Imagen: AP

Alemania, Estados Unidos, Francia e Inglaterra se manifestaban a favor de mandar señales claras; es decir, sanciones. Pero incluso dentro de la clase política germana había campo suficiente para matices. El propio ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, declaraba hace unos meses que las sanciones propuestas "deben ser calibradas de tal manera, que dejen las puertas abiertas para el regreso a la negociación".

La economía, siempre

El asunto también tiene fuertes connotaciones económicas. Se ha hablado suficiente de las intensas relaciones de negocios entre el gobierno de Irán y empresas de Francia y Alemania. Éstos son sólo algunos ejemplos.

Iraníes en el exilio protestan en Berlín contra el programa nuclear.Imagen: picture-alliance / dpa

Este sábado, en pleno marco de la votación, se anunció la firma de un multimillonario contrato entre Irán y el consorcio petrolífero chino, CNOOC. Hay, pues, 16 mil millones más de dólares en juego, y por ello no sorprende que China también hiciera cabildo a favor de Irán en los pasillos de la ONU. Al final, fracasó.

Una cosa es clara: Estados Unidos y sus aliados pretendían sacar adelante la votación lo más pronto posible (es decir, antes de la pausa navideña), y para ello estaban dispuestos a hacer ciertas concesiones. Al final, la secretaria de Estado, Condoleeza Rice, logró su cometido: un acuerdo que sancione a Irán, sin cerrar las puertas pero sin modificar el tema central.

Es un hecho que Estados Unidos deseaba ver concretadas en el documento final algunas advertencias claras, y no sólo al gobierno iraní. Es por eso que en el documento se incluyeron cláusulas que emplazan a todos los miembros de la ONU –y no sólo a los Estados parte- a no enviar a Irán insumos ni tecnología susceptibles de ser utilizados en un programa de misiles nucleares.

El presidente iraní, Ahmadineschad, tiene poderosos aliados.Imagen: AP

Israel, por solución militar

La posición más contundente, en todo este asunto, es quizá la de Israel. Investigadores de ese país parecen llegar a la conclusión de que, suceda lo que suceda en la ONU, Irán continuará con su programa nuclear. Zvi Schtauber, del Instituto de Estudios para la Seguridad Nacional, de la Universidad de Tel Aviv, lo dice sin contemplación alguna: "No hay ninguna posibilidad de disuadir al gobierno de Teherán a través de sanciones. Nuestra conclusión estratégica es que, sin una intervención militar, nadie podrá detener a Irán."

El gobierno iraní parece decidido a marchar también hacia un "choque de trenes". En las primeras reacciones después de la votación, Teherán dejó en claro que "continuará con su programa nuclear." Posteriormente, Irán anunció que acelerará la construcción de instalaciones nucleares, en abierto desafío a la resoución de la ONU. El presidente iraní, Mahmud Ahmadineschad, sentenció que "Occidente deberá acostumbrarse a vivir con la presencia de Irán como potencia nuclear."

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