El motor de las exportaciones mantiene el producto bruto alemán a alto nivel. A julio de este año, el PIB aumentó un 1,9% con respecto al mismo mes del año anterior, informó el Instituto Alemán de Estadísticas. Ello se debe sobre todo a la demanda del exterior y no al consumo interno.

En los primeros meses de este año, las exportaciones alemanas aumentaron en un 11,2%, alcanzando un valor total de 362.600 millones de euros. El superávit comercial trepó, debido a importaciones relativamente débiles, a 84.200 millones.

Débil demanda interna

Las relativamente reducidas importaciones son también un reflejo de la débil demanda interna. En particular el consumo de los hogares, que con un 60% representa el sector macroeconómico más importante, no sale de su fase de desgano.

Si el comercio exterior no se traduce a corto plazo en un aumento de los puestos de trabajo, la demanda interna continuará siendo el punto preocupante en la economía alemana, dice el instituto alemán de investigaciones económicas DWI.

A ello coadyuva además que las profundas reformas estructurales que desde hace algún tiempo se realizan en el país crean inseguridad entre la población, no llevándola justamente a gastar más. La demanda sufre también porque los sueldos han venido creciendo en forma muy moderada en los últimos años.

Los motores de la economía mundial

Los motores más importantes de la economía mundial e importantes clientes de Alemania son actualmente China, Rusia y Europa Central. Pero Alemania también ha aumentado sus exportaciones a la Unión Europea, su principal mercado.

El alto precio del petróleo frena hasta ahora sólo la demanda interna, pero no las exportaciones: debido a los altos precios del crudo, los países productores de petróleo están en condiciones de importar más y las regiones económicamente más dinámicas del mundo aún no acusan el alto precio del petróleo.

La languidez de la demanda interna está teniendo para Alemania más consecuencias que para otros países. El crecimiento de las exportaciones creará más puestos de trabajo sólo si la dinámica exportadora se transmita a corto plazo también a las inversiones y el consumo interno.