Alemania: extrema derecha sube a segundo lugar en encuesta
21 de septiembre de 2018
Los partidos de la coalición de Gobierno alemana siguen cayendo en las encuestas. En cambio, la opositora AfD, de derecha nacionalista, subió a 18 por ciento, ubicándose en segundo puesto en un sondeo.
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Si el próximo domingo se celebraran elecciones para el parlamento germano federal, cristianodemócratas y socialdemócratas obtendrían, juntos, solo el 45 por ciento de los votos. Así lo indica un sondeo del primer canal de la TV alemana, realizado por el instituto demoscópico Infratest Dimap.
Aunque los cristianodemócratas de Angela Merkel seguirían siendo los primeros de la lista, cosecharían el peor resultado desde que se comenzó a realizar en 1997 este sondeo llamado "Tendencia en Alemania” (Deutschlandtrend): un 28 por ciento.
Con un 18 por ciento le seguiría la Alternativa para Alemania, AfD, posicionándose como segunda fuerza política del país. Eso desplazaría a los socialdemócratas del SPD, actualmente aliados con Merkel, al tercer lugar, con apenas un 17 por ciento de preferencias.
Pérdida de confianza
Otro sondeo, llevado a cabo por el grupo mediático alemán Funke en cooperación con el instituto de encuestas en línea Civey, indica que la crisis generada en torno al polémico jefe de los servicios secretos internos alemanes, Hans-Georg Maassen, finalmente relevado de su cargo, se ha traducido en una pérdida de confianza de los ciudadanos en el Gobierno.
Más de dos tercios (71,8 por ciento) de los encuestados declararon que ahora tienen menos confianza en el Ejecutivo. Solo el 6,1 por ciento dijo tener "más" o "verdaderamente más" confianza en el trabajo del Gobierno después de haber relevado de su cargo a Maassen, quien puso en duda que hubiera habido cacerías de inmigrantes en Chemnitz, en el este de Alemania, tras la muerte de un alemán a manos supuestamente de refugiados. El malestar ciudadano se deriva de que Maassen perdió el puesto, pero se anunció su traslado al Ministerio del Interior como secretario de Estado, lo que en rigor supone un ascenso.
ER (dpa, reuters)
¿Por qué toda Alemania habla tanto de AfD? (15.03.2016)
El partido de extrema derecha apeló a un discurso antiinmigración y obtuvo excelentes resultados en las últimas elecciones regionales alemanas.
Imagen: Getty Images/A. Hassenstein
Al comienzo era el euro
En abril de 2013 se realizó en Berlín el primer congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD), que acababa de ser fundado en febrero. Bajo el liderazgo del profesor de Economía de la Universidad de Hamburgo Bernd Lucke, el partido surgió como una variante un poco a la derecha de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y tuvo como principal tema la crítica a la política de rescate del euro.
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Los "euroescépticos"
El objetivo de AfD era convertirse en una alternativa real a los partidos de centro. Numerosos militantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), del partido liberal FDP e incluso de La Izquierda se plegaron a la propuesta, que buscaba el fin de los millonarios rescates financieros, el retorno de las monedas nacionales y la disolución de la eurozona. La prensa empezó a llamarlos "euroescépticos".
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Los tres presidentes
Lucke compartió la presidencia del partido con la empresaria Frauke Petry y Konrad Adam, un reconocido periodista que había trabajado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Con las bases listas para competir, se presentaron en las elecciones federales de 2013 con Lucke como principal rostro. Obtuvieron el 4,7 por ciento, muy poco por debajo del 5 por ciento necesario para ingresar al Bundestag.
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Los primeros éxitos electorales
Tras un fracaso en las elecciones regionales de Hesse, AfD comenzó a dar sus primeros golpes electorales en 2014, cuando obtuvo el 7 por ciento en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que permitió que Lucke y otros seis militantes se convirtieran en eurodiputados. Luego obtuvo asientos en los parlamentos de Sajonia, Turingia y Brandeburgo, donde alcanzó un 12,2 por ciento de la votación.
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Las dos almas se separan
Pese a nuevos éxitos en Bremen y Hamburgo, las dos almas del partido poco a poco empezaban a chocar. Por un lado, los liberales económicos capitaneados por Lucke, y, por el otro, los ultraconservadores tutelados por Frauke Petry. En el congreso de julio de 2015, Petry fue elegida presidenta y se produjo un cisma. Cinco de los siete europarlamentarios dejaron el partido, entre ellos Lucke.
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Giro a la derecha
Lucke se llevó consigo a unos dos mil militantes de AfD, algo así como el 10 por ciento del total. Con muchos de ellos fundó ALFA, Alianza para el Progreso y el Resurgir. Petry organizó el giro hacia la derecha de Alternativa para Alemania. Hubo reuniones con los islamófobos de Pegida e incluso Petry dijo que la policía debería usar armas de fuego, como último recurso, para proteger las fronteras.
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Discurso antiinmigración rinde frutos
El discurso contra la política de refugiados propugnada por la canciller Angela Merkel, así como la radicalización en distintas áreas, las soflamas nacionalistas y la cercanía con la ultraderecha rindió sus frutos. En las elecciones regionales de Baden-Wurttemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt (13.03.2016), la AfD obtuvo sus mejores resultados históricos.
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El tiempo hablará
Nadie quiere negociar con ellos. Pero la AfD se ha convertido en un actor de la política alemana, sin que le afectaran las críticas por la cercanía con Pegida o las apariciones de miembros del partido en manifestaciones junto a neonazis.