El poco o nulo crecimiento económico registrado durante los últimos años ha creado una mala imagen de Alemania. En ámbitos industriales el país es considerado como el "enfermo de Europa". Más allá de la imagen, hay cuestiones concretas que asustan a los inversionistas extranjeros. Entre los factores negativos se encuentran los rígidos horarios en la apertura de tiendas y comercios, el alto nivel salarial y de prestaciones sociales, así como la escasa flexibilidad del mercado laboral.

Débil inversión

Sin embargo, según expertos, hay una luz al final del túnel. Las causas que explican la débil inversión extranjera son muy diversas, según el economista Michael Grömling, del Instituto de Investigación Económica (IW), de Colonia. "El mayor obstáculo en el contexto internacional es sin lugar a dudas, la fuerte carga impositiva a las inversiones. Esto convierte a Alemania en un lugar poco atractivo para el capital internacional y también es la causa de la fuga de capitales nacionales". También hay un sinnúmero de costos que ahuyentan las inversiones. "Los costos laborales, los costos al capital y los costos burocráticos, entre otros, hace las inversiones en el extranjero más atractivas", advierte Grömling.

Otras alternativas

"Hoy en día el mercado de capitales y las alternativas que ofrece a los inversionistas internacionales es mucho más amplio y diverso de lo que era hace quince o veinte años", señala el experto. Para el analista, la falta de incentivos a los inversionistas en Alemania es el talón de aquiles de la economía. Aquí es donde es necesario nuevos instrumentos, nuevas señales del ámbito político. A propósito del complejo sistema impositivo alemán, "es necesaria una mayor transparencia y un nivel de impuestos más bajo", dice. Grömling se suma al coro que desde hace mucho demanda una reducción de los costos laborales que repercute directamente en los costos de producción de las empresas.

Indice de Acciones Alemán

En este sentido se han dado ya algunos pasos en la dirección correcta. Se han introducido nuevos modelos laborales, con horarios más flexibles, a través de alianzas entre empresas. Todo esto hace que desde el punto de vista de costos, las empresas sean más competitivas. En todo caso ya empieza a haber señales alentadoras. La semana pasada, el Índice de Acciones Alemán, DAX, se disparó al alza rebasando la marca de los 5.000 puntos, el nivel más alto de los últimos tres años. En el DAX cotizan las empresas alemanas más importantes cuyas cotizaciones suben y bajan según la demanda, sobre todo, de inversionistas extranjeros.