1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Alemania: guerra, coronavirus y una sociedad dividida

12 de mayo de 2022

¿Qué tan polarizada está Alemania? Esta cuestión se discute de forma controvertida en el Congreso Europeo de Policía. Resultado: eso depende de la perspectiva.

¿Hablar? ¿Callarse? ¿Discutir? ¿Acosar? La cultura del debate en Alemania es tensa.
¿Hablar? ¿Callarse? ¿Discutir? ¿Acosar? La cultura del debate en Alemania es tensa.Imagen: Jan-Philipp Strobel/dpa/picture alliance

"La división de la sociedad" es el tema. Una política, un psicólogo, una jefa de Policía y un experto digital lo discuten. Cuatro personas, ¿cuatro opiniones? Katrin Göring-Eckardt, miembro del Partido Verde y vicepresidenta del Bundestag alemán, inicia el debate en el Congreso Europeo de Policía de Berlín con esta frase: "No hay razón para hablar de una división en la sociedad". El psicólogo Ahmad Mansour no está de acuerdo: "Somos una sociedad dividida", afirma.

"Nuestra sociedad está agitada"

Katrin Göring-Eckardt opina que "la gran mayoría de nuestro país sigue apoyando la democracia". Pero también registra a "grupos muy ruidosos", como el movimiento "Querdenker", que niegan la pandemia, los enemigos de Ucrania, los que apoyan a Putin. Su volumen a veces nos lleva a "hablar de una división de la sociedad". Entonces, ¿todo en orden? No es lo quiere dar a entender Göring-Eckardt. Los enemigos de la democracia deben ser vigilados muy de cerca, y castigados si se convierten en delincuentes.

Katrin Göring-Eckardt, vicepresidenta del Bundestag. Imagen: Uwe Koch/Eibner-Pressefoto/picture alliance

Todos los presentes están de acuerdo con eso, pero Mansour alerta sobre otro problema: la difamación de los que tienen otra opinión ha llegado a ser tan grande que "nuestra sociedad está agitada y necesita un curso básico masivo de cultura discursiva", explica. El psicólogo considera que lo que sucede en la sociedad alemana revela un problema de tolerancia. "Los límites de la forma de debatir se han ido estrechando cada vez más en los últimos años", indica, y eso es un peligro muy grande para la democracia.

"Siempre somos el amortiguador"

Britta Zur, jefa de la Policía de Gelsenkirchen (estado de Renania del Norte-Westfalia), coincide con Katrin Göring-Eckhardt: "La mayoría en nuestra sociedad sigue actuando democráticamente. Pero la Policía y el Estado deben estar atentos y evitar que los extremistas se conviertan en un caldo de cultivo. Eso incluye una policía transparente y abierta que deje en claro "que no hay lugar para los extremistas, ni fuera de nuestra organización, ni dentro de ella".

Para estar a la altura de esa afirmación, la autoridad dirigida por Britta Zur es muy activa en los medios sociales, es decir, en plataformas como Twitter y Tiktok. Sin embargo, ella no se hace ilusiones sobre el papel de la Policía: "Siempre somos el amortiguador de mucha, mucha gente que está insegura, que está descontenta, que quizás también ha empezado a radicalizarse", señala.

Britta Zur, jefa de la Policía de Gelsenkirchen (Renania del Norte-Westfalia).Imagen: Thomas Nowaczyk/Polizei Gelsenkirchen

La disputa por las armas pesadas para Ucrania

Katrin Göring-Eckardt tiene una opinión similar: el coronavirus, la crisis climática, la guerra en Ucrania... todo ello pone a la gente "bajo un enorme estrés". Pero a pesar de todo, eso no sería indicio de una división en la sociedad. En su trabajo en la política, a menudo se ve en un dilema: la expectativa de tener que reaccionar a todo muy rápidamente hace que la información de fondo y los motivos no jueguen un papel al principio, subraya.

Desde el punto de vista de Los Verdes, el debate sobre el apoyo militar a Ucrania es uno de esos casos. Hay que disciplinarse para no hablar inmediatamente, sino pensar primero y hablar después. Katrin Göring-Eckardt está a favor de la entrega de armas pesadas, pero aclara que "no es una decisión fácil, sino muy difícil. Hay que hacer comprensibles los argumentos y los hechos que han llevado a esta decisión".

"Dos horas en Twitter, eso ya es agotador"

En este contexto, Göring-Eckardt se muestra crítica con la comunicación a través de las redes sociales. "Dos horas en Twitter son muy agotadoras. Lo que las noticias falsas pueden desencadenar se está experimentando actualmente a gran escala desde el lado ruso", dice. "Nos enfrentamos a declaraciones en las que uno piensa: 'se puede ver a primera vista que esto es un disparate'". Pero, según ella, la gente vive realmente en su burbuja y no la abandonan.

Ahmad Mansour, psicólogo.Imagen: Jörg Carstensen/dpa/picture alliance

Ahmad Mansour también está a favor de las armas pesadas para Ucrania. "Pero también tengo que soportar que otras personas no estén de acuerdo conmigo", advierte. Considera que muchas carecen de esa capacidad de tolerancia. La disposición al diálogo disminuye cuando se trata de temas como los refugiados, la integración, el coronavirus o Rusia. La revolución digital con Twitter, TikTok y todos los otros medios sociales no ha hecho que "seamos más inteligentes", lamenta el experto en democracia y extremismo.

¿Por qué la alfabetización mediática no es una asignatura escolar?

No es su intención demonizar las redes sociales, subraya Mansour. Hace tiempo que se pregunta por qué la alfabetización mediática no es todavía una asignatura central en las escuelas. Incluso los niños de siete y ocho años ya utilizan las redes sociales y YouTube en sus teléfonos inteligentes, "y sin embargo no son capaces de distinguir entre las noticias falsas y la verdad", critica. La jefa de Policía Britta Zur también lo ve así: habría que educar a los jóvenes para que sepan que también hay otros medios de información. "Es una gran tarea para todos nosotros", resalta.

¿Y que tan dividida está ahora Alemania? El experto en digitalización y filósofo Nikolai Horn tiene las mismas dificultades para responder a esa pregunta que los demás participantes en el grupo de debate del Congreso Europeo de Policía. La polarización forma parte del "ADN de la democracia", afirma. Sin embargo, Horn se muestra escéptico ante la creciente emotividad, "sin disposición a dejarse convencer por un buen argumento". Sin embargo, se muestra cauteloso a la hora de convertir las redes sociales en un chivo expiatorio: en realidad, "son una lente de aumento de la sociedad", concluye.

(gg/cp)

Ir a la siguiente sección Descubra más